Abatido por el resultado pero firme en sus ideas, Quique Setién encajó la derrota del Barcelona en Mestalla con cierto escepticismo, admitiendo sin disimulo que, otra vez, no le gustó su equipo y avisando que sigue en tránsito en la búsqueda de que sus planteamientos se hagan realidad entre una plantilla abatida.
Si Sergio Busquets avisó que, todavía, “hay que adaptarse para coger la idea de Setién”, el entrenador resolvió en la sala de prensa que la imagen del equipo “no nos ha gustado” y avisó que, de momento “hay cosas que los jugadores no interpretan bien, o no explicamos bien. Lo visto no nos gusta a ninguno. Posicionalmente hay cosas a corregir porque hemos dado muchos pases sin sentido”.
Setién no tuvo que responder demasiadas preguntas incómodas, no se enfrentó a un tiroteo de los periodistas a pesar de la realidad del equipo, huyó de personalismos cuando se le inquirió por la triste prestancia de De Jong advirtiendo que el holandés “es un gran futbolista” antes de señalar que su actitud “ha sido buena. Es un gran futbolista que ha jugado de una manera estos meses y ahora le pedimos otras cosas, que debe aprender, él como en el caso de otros jugadores”, verbalizando así su intención de cambiar las cosas en el equipo.
“Estamos valorando la posición de algunos jugadores y el entendimiento que deben tener de lo que proponemos. Una cosa es que lo entiendan en la pizarra y otra en el campo. El Valencia ha hecho las cosas muy bien, pero les hemos ayudado porque no estábamos bien colocados en la primera parte; en la segunda ha cambiado porque les hemos echado atrás, les hemos alejado de nuestra portería”, sintetizó el técnico, a pesar de que la derrota llegó, precisamente, en el segundo tiempo, después de llegarse al descanso, milagrosamente, con 0-0.
“El Valencia es un gran equipo que nos ha provocado muchos problemas. Hay cosas que mejorar, sin duda”, solventó Setién, aseverando que “lo mejor de la primera parte es que acabó 0-0, aunque después nos hemos ido arriba y hemos alejado más el peligro de nuestra área”.
Poco más dijo del partido el entrenador azulgrana, que no quiso referirse al mercado ni tampoco a la sentencia de Carles Pérez. “Del mercado ya dije varias veces que no hablaría. No es asunto para hablar públicamente. De Rodrigo Moreno lo único que he dicho es que es un grandísimo futbolista. De lo demás todo el mundo tiene a decir, pero yo no tengo nada que hablar de ello”, resumió, antes de driblar cualquier discurso del canterano.
“¿Carles Pérez? De conversaciones privadas no quiero hablar, son cosas privadas”, sentenció simplemente, no admitiendo ni negando, lo principal, que el canterano tiene un pie fuera de este Barça desconcertante.