BARCELONA -- Ansu Fati pasará a tener dorsal del primer equipo del Barcelona "en cuanto lo decidan los responsables técnicos del club", aumentando entonces de forma automática su cláusula de rescisión hasta los 400 millones de euros que acordó en diciembre de 2019, cuando firmó su último contrato, relataron a ESPN Deportes fuentes del club azulgrana.
El joven delantero, protagonista de excepción en la goleada de España sobre Ucrania del domingo, se ha catapultado para confirmarse en la gran sensación del club azulgrana, cuyo objetivo se adivina blindar a largo plazo su permanencia, que hoy caduca en junio de 2022 aunque con una opción de ampliación por dos años más.
Desde el Camp Nou se mantiene la calma con Ansu, recordando que tiene contrato "hasta 2022" y solventando que hoy por hoy la labor de los ejecutivos se centra en concretar las salidas de los jugadores que no entran en los planes de Koeman y que hay tiempo "hasta la primera semana de octubre" para cerrar la plantilla.
INNEGOCIABLE
El canterano, que la pasada campaña sumó 35 partidos oficiales con el primer equipo, 15 de ellos como titular, es "innegociable" absolutamente para el Barcelona, entendiendo el club que una pieza imprescindible en los planes deportivos de futuro, tal y como dejó patente a mediados del mes de junio, cuando su nombre fue relacionado con un interés del Manchester United por su fichaje, coincidiendo con la entrada en escena de Jorge Mendes, quien se convirtió en su representante en sustitución de Rodrigo Messi, que fue su consejero en los dos últimos años.
Mientras el Barça, en paralelo a esas salidas, estudia la contratación de un delantero que ocupe en la plantilla el puesto de Luis Suárez, Koeman tiene a disposición a un elenco formado por Messi, Griezmann, Dembélé, Braithwaite y Trincao como delanteros, además de Pedri o Coutinho, volantes de evidente vocación ofensiva... Y a Ansu, todavía con ficha del filial pero cuyo ascenso definitivo se confirma próximo para completar la plantilla.