Más allá de que marcó un doblete en el partido más reciente con el París Saint-Germain, lo mejor que le puede pasar a Lionel Messi es que termine la temporada en Francia (falta una jornada).
El primer año del argentino fuera del FC Barcelona resultó decepcionante, pues estuvo lleno de sobresaltos, lesiones, largos viajes, contagios y hasta abucheos en el Parque de los Príncipes.
En el balance general puede decirse que Leo no fue feliz en su nueva aventura, no al menos en el terreno de juego, con todo y que en el PSG se reencontró con Neymar y fue arropado por sus paisanos Ángel di María y Leandro Paredes.
Pasó del protagonismo y de acaparar los reflectores en el Barça, a tratar de ser comparsa de Kylian Mbappé, la figura del equipo, por el que suspiran directiva y afición para que no se marche y les regale más de su magia durante otro buen rato.
Y a Messi no le va ser actor de reparto, la costumbre y su grandeza lo colocan en una mesa en donde no se sientan más de tres inmortales en la historia del futbol (Él, Maradona y Pelé), y él bien puede cargar con la categoría del mejor de ellos. Cuestión de gustos, enfoques y hasta edades.
El descanso y las vacaciones tienen que mover al argentino a la reflexión, pues no son pocos los que claman que está ‘acabado’ a un mes de cumplir los 35 años; sin embargo, tendrá un segundo año en el PSG que debe considerarlo como revancha, y resultará fundamental para la albiceleste que llegue en la mejor forma posible al Mundial de Qatar que se llevará a cabo entre noviembre y diciembre.
El PSG con Messi no cambió su historia de ‘nuevo rico’ pero fracasado, y decepcionó en los Octavos de Final de la Champions League, y por si fuera poco también fue eliminado en la Copa.
El consuelo es que tras una temporada en la que el Lille dio la sorpresa y se coronó en la Ligue 1, ahora los de París arrasaron con el título pese a que su futbol no fue para nada espectacular.
Una estadística que refleja la tristeza de Leo es que fue el futbolista de la liga francesa que más balones en el poste estrelló a lo largo de la campaña con 10. Ahora ni la fortuna le sonrió.
En caso de que Mbappé se marche al Real Madrid el golpe será doloroso para el PSG, pero no para Messi. Por paradójico que resulte, la ausencia de Kylian obligaría al argentino a asumir el protagonismo, a no estar bajo la sombra de nadie, y con ello, apoyado por Neymar, sería el encargado de tratar de conducir al equipo a que vuelva a una Final de Liga de Campeones.
Resta una fecha más de la Ligue 1, la última, la última por fin. Que termine, que termine de una vez por todas y con ello la pesadilla de Messi en su primer año con el PSG…
Ya llegará el tiempo para volver, y en ese segundo año deben desaparecer las sombras y regresar las sonrisas.