Partidos en estados de béisbol, playoffs, nevadas y el Juego de Estrellas son algunas de las novedades que se encontrará el astro argentino cuando debute con el Inter Miami
Lionel Messi ha fichado por la MLS, siguiendo los pasos de una larga fila de estrellas que han encontrado éxitos en Europa para luego ir a Estados Unidos, donde ponen fin a sus carreras. La leyenda argentina ha anunciado que jugará con el Inter Miami para zambullirse en la primera división del fútbol norteamericano.
¿Qué le espera en su nueva liga?
Algunas peculiaridades, con toda seguridad. Si bien muchas cosas en la MLS no difieren mucho a lo que Messi ha experimentado en España y Francia, otros aspectos distinguen a esta liga del resto.
¿¡Playoffs!? Todo gira en torno a los playoffs
Lo primero: tenemos algo en lo que Messi nunca ha tenido que pensar durante toda su carrera: ¡una postemporada!
Mientras que en la mayor parte del mundo (de hecho, dondequiera que Messi ha jugado antes) las ligas coronan a sus campeones al final de una larga temporada en la que todos los equipos se enfrentan de local y visitante hasta entregar el trofeo al equipo con más puntos, ese no es el caso en la MLS.
Los equipos juegan una temporada regular de 34 partidos y el que suma más puntos tras la conclusión del torneo recibe un premio creado por los aficionados llamado Supporters' Shield. Sin embargo, ese es solo el calentamiento para el momento cumbre de la campaña: los playoffs de la MLS Cup. Muchos hinchas consideran que el Supporters' Shield es un trofeo importante a pesar de que el comisionado lo ignoró en una ocasión, felicitando al ganador del Shield por quedarse con el "primer sembrado" de los playoffs.
La liga se divide en dos conferencias: Este y Oeste, y los primeros nueve equipos de cada una tras la conclusión de la temporada regular clasifican a los playoffs. Esos 18 equipos disputan lo que es básicamente un minitorneo y los dos últimos equipos sobrevivientes se enfrentan en la MLS Cup por el campeonato del circuito. Por eso, el New York City FC terminó la campaña del 2021 en el cuarto puesto de la tabla del Este y a pesar de ello, se coronó campeón.
Algunos han expresado que este formato devalúa el valor de gran parte de la temporada regular. Después de todo, 62 por ciento de los equipos clasifican a la postemporada, entonces ¿cuánto importan las victorias en los primeros meses del torneo? (Con 15 puntos en el ecuador de la temporada y a falta de 17 encuentros por jugar, el nuevo equipo de Messi podría recuperar terreno una vez que éste empiece a jugar). Es una crítica válida, pero cuando clasificas a los playoffs y tienes equipos que luchan por la gran corona de la liga en un formato de torneo, hay mucho en juego y eso crea un espectáculo emocionante.
Además, no hay posibilidades de escaparse con el título como vemos en otras ligas (y tantas veces hizo Messi en el Barcelona para llevarse LaLiga), así que estaremos pendientes hasta el final.
No hay descensos
Descender una división es algo en lo que Messi nunca tuvo que preocuparse antes, porque seamos honestos: ni Barcelona ni París Saint-Germain, por muy decepcionantes que hayan sido, nunca se han acercado a los últimos puestos de la tabla. El Inter Miami no ha jugado bien esta temporada, pero no hay problema porque la MLS no solo es distinta en la forma en la que corona a su campeón. También es muy distinta en la tabla baja porque no hay descensos. La liga es autocontenida, sin una pirámide de equipos en categorías inferiores.
La MLS tiene sus equipos, cuya presencia se decide cuando los dueños compran su participación a través del pago de cuotas de franquicia y eso es todo (esos son los equipos), así que, si tienes una temporada terrible y quedas último, no tienes más consecuencias que la vergüenza. Empiezas al año siguiente en igualdad de condiciones con todos sus rivales de la liga y realmente no se pierde nada. Por ejemplo, el Austin FC quedó penúltimo en el 2021 y al año siguiente fue segundo en el Oeste y clasificó a semifinales de playoffs.
Si le preguntan a cualquier seguidor estadounidense del fútbol, les dirá que el sistema de ascensos y descensos haría la tabla baja más interesante, penalizando a los clubes incompetentes o descuidados y ayudaría al desarrollo de jugadores, incentivando a las categorías menores. No es una queja nueva, pero los dueños de clubes pagan cientos de millones de dólares para hacerse con nuevas franquicias en parte porque saben que una vez que llegan a la MLS, llegaron para quedarse. No hay ninguna ineptitud o disfuncionalidad capaz de sacarlos de allí.
La temporada se juega de febrero a diciembre. A buscar bufandas y guantes
A estas alturas de su carrera, Messi ha jugado prácticamente en todos los confines del planeta Tierra. Pero ¿se acuerdan de aquel cliché de querer verle jugar en una noche lluviosa a mitad de temporada en Stoke, para ver si es capaz de soportar las brutales condiciones climatológicas y defender? Eso no es nada comparado a lo que le espera en Norteamérica.
La mayoría de las ligas del mundo empiezan sus respectivas temporadas en agosto y juegan hasta fines de mayo antes de tomarse libre el verano. Ese no es el caso de la MLS, cuya temporada está específicamente diseñada para que el circuito pueda jugar durante el ciclo estival.
Grandes regiones de Norteamérica sufren los embates del viento y el fuerte frio durante el invierno. Por ello, el verano es el momento para salir de casa, tomar algunas bebidas y disfrutar de los deportes. En gran medida, el béisbol ha forjado una industria multimillonaria gracias a esa vibra excelente que genera el verano. Cuando se creó la MLS, los líderes se preguntaron: "¿Queremos intentar atraer al público para que vea este deporte al aire libre todos los fines de semana en medio del frio, la lluvia o la nieve, o queremos ofrecerles sol y calor?". La liga decidió entonces no seguir el calendario ampliamente extendido en Europa, adaptando sus temporadas al clima estadounidense.
Sin embargo, el hecho de que la liga juega en verano no significa que el clima no les cause problemas. Muchas ciudades norteamericanas quedan sometidas al intenso calor y humedad durante los meses veraniegos. Cuando Wayne Rooney fichó por el DC United en el 2018, esto le afectó fuertemente. Llegó a expresar: "Tenía tanto calor, que llegué a pensar: ‘¿Qué estoy haciendo?'"
Y el calor no es el único problema latente. Después de todo, la mayor parte de la temporada se juega en verano, pero empieza y termina en invierno.
Cuando los Portland Timbers y Colorado Rapids saltaron a la cancha a principios de la temporada del 2019 en una cancha cubierta de nieve, la temperatura era 18 grados Fahrenheit (-7.78 grados Celsius), la que cayó constantemente al punto de que, tal como lo indicó un jugador: "Tenía las manos congeladas. No podía sentir las puntas de los dedos de las manos ni de los pies". Cuando los jugadores se tocaban las caras, empezaban a congelarse.
En el 2013, el título de liga se decidió en un partido de la MLS Cup que empezó en medio de una temperatura de 20 grados Fahrenheit (-6.67 grados Celsius) y vientos severos que causaron que se congelaran los teclados de los portátiles de algunos periodistas ubicados en la sala de prensa al aire libre.
Es una liga muy grande (literalmente) y las giras pueden ser brutales
La liga abarca la mayor parte del territorio norteamericano. Cuando Messi y el Inter Miami viajen para enfrentarse a los Vancouver Whitecaps, volarán un total de 2,801 millas (4,508 km), cubrirán una distancia mayor a la que separa a Barcelona de Bakú, Azerbaiyán. El vuelo desde Miami hasta el occidente de Canadá tardará aproximadamente siete horas. Comparémoslo con las giras más extensas de Messi en LaLiga: una hora y media desde la Ciudad Condal hasta Sevilla o dos para chocar con el Celta de Vigo. Sus viajes en la Ligue 1 son incluso más compactos: un trayecto desde París a Toulouse o Niza puede completarse en menos de 90 minutos.
Oh, y no se puede descartar que ese vuelo sea comercial. Cuando jugaba con el D.C. United, Rooney llegó a tuitear: "Esperando un día de un viaje de 12 horas que podría hacerse en 6. Pero hey, esta es la MLS".
La MLS ha relajado oficialmente sus restricciones sobre vuelos chárter en años recientes y la pandemia del COVID-19 motivó que la liga eliminara totalmente las giras en vuelos comerciales, permitiendo que sus equipos contrataran vuelos chárteres durante la temporada del 2023. Pero, si la liga desea volver a restringirlos, puede hacerlo. ¿Ventana o pasillo, señor Messi?
No todos los estadios están al mismo nivel del Spotify Camp Nou o el Parque de los Príncipes
Como una figura de talla global que ha formado parte de dos de los equipos más importantes de su disciplina deportiva, Messi está acostumbrado a saltar a canchas impecables frente a multitudes gigantescas a casa llena. Encontrará algunos estadios similares en Estados Unidos, pero también vivirá un despertar brusco en otras giras.
Algunos equipos de la MLS juegan en estadios gigantescos de última generación y construidos a precios multimillonarios, que también sirven de sedes a varios equipos de la NFL, como es el caso del Atlanta United en el Mercedes-Benz Stadium. La mayoría juega en bonitos estadios polideportivos con capacidades que oscilan entre 18,000 y 30,000 asientos, tienen techo y se asemejan mucho a los estadios de fútbol que podemos encontrar en cualquier rincón del mundo.
Por el contrario, otros estadios son, ahem, la excepción a la regla. El New York City FC juega en el Yankee Stadium, el templo del béisbol que (de forma peculiar) es mejor para escenificar partidos de fútbol, excepto cuando juegan en el Citi Field, otro estadio de béisbol y muy incómodo para el balompié. Y cuando no pueden jugar en ninguno de los anteriores, acampan en la cancha de su rival: el Red Bull Arena, lo que es gracioso y vergonzoso por partes iguales (imagínense al Manchester United viéndose obligados a pedir prestado el estadio del Manchester City por conflictos de programación).
El NYCFC ha propuesto la construcción de un nuevo estadio para la temporada del 2027 en Queens, Nueva York. Sin embargo, el contrato de Messi con el Inter Miami tendría vigencia de dos años y medio (según informaciones periodísticas), por lo que probablemente jugará en un estadio de béisbol durante su paso por la MLS.
Hasta el DRV PNK Stadium, que será la casa de Messi en el futuro próximo, es inusual. Ni siquiera está ubicado en el propio Miami, sino en Fort Lauderdale, aproximadamente a 40 minutos en auto desde la urbe cuando no hay embotellamientos. Además, es una sede totalmente provisional, construida como arena modular diseñada para ser desensamblada. Se espera que sea la casa del Inter Miami hasta que el club termine la construcción del Miami Freedom Park, con capacidad para 25,000 personas y previsto para inaugurarse en el 2025.
El césped artificial es una realidad
Hasta algunas de las maravillosas canchas de la MLS no son necesariamente las mejores para la salud de los jugadores. El antes mencionado Mercedes-Benz Stadium tiene superficie de césped artificial, al igual que otros cinco estadios de la liga. La grama artificial facilita el cambio entre el balompié y el fútbol americano, la escenificación de conciertos o cualquier otro evento que permita a los operadores de la arena ganar millones de dólares, y que no necesita del sol, el riego ni cualquier otro elemento necesario para mantener una cancha de grama natural.
Sin embargo, los jugadores no disfrutan del césped artificial, alegando que les pasa factura a sus cuerpos y les hace más susceptibles de sufrir lesiones, y las figuras europeas que previamente no tenían que jugar sobre grama artificial se han mostrado especialmente en contra. Zlatan Ibrahimovic se expresó vehementemente en contra durante su paso por el Los Angeles Galaxy, afirmando que jugar en la superficie era cuestión "de vida o muerte". Por su parte, fue célebre la negativa de Thierry Henry a jugar todos sus partidos sobre una superficie distinta a la grama natural cuando vestía la camiseta de los New York Red Bulls.
Las superestrellas David Beckham y Robbie Keane fueron explícitos con respecto al calvario de jugar sobre grama artificial en las giras del Galaxy a Toronto, por solo mencionar una jornada de visitante. Por su parte, las soluciones planteadas para la grama artificial tienen sus carencias: Messi sufrió una lesión en el 2015 cuando la Selección de Argentina disputó un encuentro amistoso contra México en el AT&T Stadium, casa de los Dallas Cowboys. Los dueños del estadio accedieron a la petición de colocar grama natural por encima de la artificial, lo que casi empeoró las cosas cuando Messi se resbaló y torció la rodilla.
A través de los años, ha aumentado la cantidad de estadios con grama natural. Sin embargo, todo parece indicar que el césped artificial se quedará por un buen tiempo en la MLS.
Por cierto, la grama artificial no es la única superficie poco deseable. El terreno del Yankee Stadium es demasiado pequeño como para albergar una cancha con las dimensiones oficiales y el césped que se coloca sobre la tierra del infield causa algunos rebotes extraños y complica el control del balón durante las posesiones. Messi es el rey con el balón a sus pies, pero cabe esperar que las superficies de juego sean una variable divertida.
La U.S. Open Cup lleva a los equipos a jugar en algunos sitios interesantes
La grama artificial o un estadio de béisbol de clase mundial palidecen en comparación con las extrañas sedes que albergan a los equipos de la MLS cuando juegan en la U.S. Open Cup.
El torneo fue fundado en 1914, lo que le convierte en la competición futbolística más antigua del país, y enfrenta a equipos de primera división contra rivales de categorías inferiores, incluyendo clubes semiprofesionales. Eso implica jugar contra clubes de los que poca gente ha oído hablar y tentativamente los lleva a viajar a ciudades desconocidas para la mayoría.
Esta temporada, el Minnesota United se enfrentó al Detroit City en el Keyworth Stadium, propiedad de las Escuelas Públicas de Hamtramck y que alberga equipos de secundaria. Los San Jose Earthquakes chocaron con Monterey Bay FC en el Cardinale Stadium de la Universidad Cal State, con capacidad para 6,000 personas. Y Pittsburgh Riverhounds y Birmingham Legends lograron grandes gestas al clasificar a los Cuartos de Final.
Entre otros equipos que han jugado contra competidores de la MLS se incluyen el Tampa Bay Rowdies, que juega en un estadio de béisbol ya desaparecido; y el Harrisburg City Islanders, que tiene como sede un estadio actualmente ocupado por un equipo de béisbol de ligas menores. El Christos FC, equipo amateur que representa a la tienda Christos Discount Liquors de Maryland, no llegó a servir de anfitrión cuando jugó hace varios años. Pero eso habría sido mucho más memorable.
Así que, si creen que ver jugar a Messi en un estadio de béisbol prestado es extraño, solo hay que esperar a ver si juega un partido de U.S. Open Cup en un estadio de béisbol que, bueno, no tiene condiciones de Grandes Ligas.
Saluden al Juego de Estrellas
Si Messi llega a tiempo a Estados Unidos, ¿le elegirán? Cuesta imaginar lo contrario. Después de todo, el Juego de Estrellas es una tradición sumamente arraigada en los deportes estadounidenses, como un partido de exhibición de mitad de temporada en el que figuran los mejores jugadores en una competición amistosa que tiene más que ver con la celebridad y festividades que con cualquier otra cosa.
La MLS organiza su Juego de Estrellas, y el formato usualmente enfrenta a un equipo de los mejores jugadores de la MLS con una oncena del extranjero. A veces, el rival es un club europeo en gira de pretemporada, como será el caso este año cuando Arsenal dispute el Juego de Estrellas que se celebrará en Washington, D.C. mientras que, en otras ocasiones el oponente es un equipo de estrellas de la Liga MX.
Este partido tiene la intención de exhibir a los mejores jugadores de la MLS, algunos elegidos por la afición. Pero no siempre los futbolistas quieren estar presentes, al punto de que la liga instituyó una suspensión de un encuentro para cualquier jugador no lesionado que no se presente al evento. Zlatan fue suspendido por esta norma, y les indicó a los periodistas en aquella ocasión: "Creo que es ridículo, pero sí, no haré comentarios. Ellos hacen lo que quieren. Vengo de un mundo distinto, vengo del mundo real".
Asimismo, el comisionado de la MLS tiene la potestad de designar algunos jugadores para que participen en el Juego de Estrellas, y le gusta asegurarse de que estén allí las máximas estrellas del circuito. En el 2015, eso implicó la elección de Steven Gerrard a pesar de que acababa de fichar por el LA Galaxy semanas antes y había jugado muy poco. También implicó contar con Frank Lampard, que aún no había vestido la camiseta del New York City FC. Por ello, el Juego de Estrellas fue técnicamente su debut en la MLS.
¿Quizás Messi debute en la MLS en el partido de este año, que se disputará el próximo 19 de julio?
Hay muchas normas complicadas para la conformación de plantillas, con abreviaturas extrañas
El astro argentino está acostumbrado a jugar con compañeros provenientes de todas partes del mundo y, en general, con jugadores del más alto calibre, considerando dónde ha jugado en Barcelona y París. Esos clubes eran capaces de fichar a quien quisieran (queda a criterio de ustedes si eso está bien o mal) siempre y cuando respetaran las normas de Fair Play Financiero impuestas por la UEFA. Pero Messi se dará cuenta de que no existe un mercado tan abierto en la MLS.
En el fútbol europeo, lo más cercano a las normas de gastos por fichajes es que no pueden invertir mucho más de los ingresos que generan. Pero en su nueva liga, las reglas son mucho más estrictas y complicadas.
Para empezar, la MLS tiene un tope salarial que establece el monto máximo que cada club puede invertir en sus respectivas nóminas. ¿Suena simple, cierto? No tan rápido. Existen múltiples excepciones.
Existe la figura del Jugador Designado, que básicamente permite que un equipo fiche hasta tres jugadores cuyos sueldos no se suman íntegramente dentro del tope salarial. La regla fue creada para que el LA Galaxy pudiera fichar a David Beckham y ha sido utilizada desde entonces para contratar a grandes figuras de la talla de Messi, o jóvenes talentos como Miguel Almirón, que fue figura con el Atlanta United antes de ser traspasado al Newcastle United por una cantidad importante.
También existen los denominados "Homegrown Players", cuya traducción más fiel al castellano futbolero sería "Jugador Canterano"; o sea, aquellos formados en las academias de los clubes. Sus sueldos no cuentan dentro del tope salarial.
Asimismo, tenemos las abreviaturas GAM y TAM, a las que debemos acostumbrarnos si queremos seguir los traspasos dentro de la MLS (Oh sí, los jugadores de la MLS son constantemente negociados entre los clubes de la liga, lo que es poco común en el fútbol europeo pero normal en el deporte estadounidense. También son comunes las operaciones de altas y bajas entre la MLS y otras ligas, pero entre equipos, los cambios o traspasos por GAM y TAM son la norma).
GAM significa "General Allocation Money" ("Fondos de asignación general") y TAM es "Targeted Allocation Money" ("Fondos de asignación específica"). Estos recursos son asignados anualmente a los equipos y pueden ser negociados entre ellos para, básicamente, generar dinero extra para elevar el tope salarial de cada equipo. ¿Tiene sentido? No se preocupen si no es así. Hasta los empleados de los clubes tienen problemas para entender todos los mecanismos que regulan las plantillas. El Inter Miami, nuevo equipo de Messi, fue sancionado con una multa récord de 2 millones de dólares por la violación de dichas normas.
Quizás este sea el momento oportuno para explicar que la MLS es una liga de entidad única, lo que significa técnicamente que todos los dueños de equipo son inversores conjuntos dentro del circuito. Los contratos de jugadores son honrados centralmente por la propia liga, en vez de los equipos en forma individual, por lo que la MLS está en la posición de "asignar" recursos a los distintos equipos mediante sus normas.
Mientras que los equipos de LaLiga y la Ligue 1 compiten directamente entre sí para fichar jugadores, la MLS maneja el espectáculo por sí sola y se asegura de que no se produzcan situaciones similares. Por esa razón se informó que las negociaciones del fichaje de Messi por el Inter Miami se llevaron a cabo a nivel de la propia liga, incluyendo un porcentaje de los ingresos por derechos de transmisión de partidos a través de plataformas de streaming.
Ojalá Messi entienda que su equipo tendrá que ser más creativo en el armado de su plantilla con él como pieza principal, considerando la existencia de tantas normas y regulaciones.
Los periodistas tienen acceso a los vestidores
En gran parte del mundo, los periodistas tienen la posibilidad de hacer preguntas en ruedas de prensa o quizás en la zona mixta, donde los jugadores caminan al entrar y salir del vestuario. La MLS se alinea con los estándares del resto de los deportes en Estados Unidos y por ello los reporteros pueden entrar directamente a los vesdtidores después de los partidos para entrevistar al jugador que quieran. De hecho, la liga obliga a mantener los vestuarios abiertos con el fin de conceder ese acceso a los medios de comunicación.
Cuando Josef Martínez fichó por el Atlanta United después de jugar en Europa y Sudamérica, le fue difícil adaptarse a esta práctica, por lo que afirmó: "Sinceramente, es muy extraño. Siento que existe cierto nivel de respeto que se pierde en cuanto a la intimidad del equipo, del grupo". Su compañero Leandro González Pirez estuvo de acuerdo con el venezolano, expresando que en Argentina "ni los entrenadores tienen acceso al vestuario" y que éste es "un lugar sagrado".
Entonces, si Messi marca un hat trick o quizás tuvo un partido difícil y se siente frustrado y abatido, será recibido por los periodistas que le esperarán frente a su vestidor, esperando que éste responda a sus preguntas. Messi ha hecho prácticamente todo lo que un futbolista puede hacer, pero esa será una experiencia totalmente novedosa para él.
¡Bienvenido a la MLS, Leo!