SEATTLE (Enviado especial) -- Ya se dijo en estas páginas: River necesita hacerle un gol a Inter para no depender de que Urawa Red Diamonds sorprenda a Monterrey. Para clasificarse a octavos de final del Mundial de Clubes, el equipo argentino no puede quedarse en cero pero también debe cuidarse de las virtudes del último subcampeón de Europa. El desafío será difícil, mas no imposible.
Este Inter no es el mismo que brilló durante buena parte de la temporada. No es el que compitió en todos los frentes, sino que se parece más al que perdió la Serie A con Napoli, cayó en semis de la Copa Italia con Milan y fue goleado en la final de la Champions League por PSG. El equipo se desinfló en la última parte del año y se quedó sin nada. Así, con problemas físicos y bajo estado anímico, llegó a Estados Unidos.
Sin embargo, no deja de ser uno de los grandes de Europa y tiene calidad para pelear el título. Sus dos presentaciones en el campeonato no fueron buenas: solo empató con Monterrey y dio vuelta el resultado sobre el final ante Urawa. Su nivel estuvo lejos de asustar y por eso River confía en sacar el resultado que necesita, más allá de sus propias deficiencias y sus bajas.
Inter mantiene algunas de sus virtudes y River deberá tenerlas en cuenta. En ataque, cuenta con dos armas claves: los carrileros y Lautaro Martínez. Se complementan a la perfección y en ambas se sostienen las capacidades ofensivas del Nerazzurro. River no puede desatenderlas ni un segundo.
Denzel Dumfries fue uno de los mejores laterales-carrileros de la temporada europea. El neerlandés es una espada por la banda derecha: en 45 partidos de la temporada marcó 11 goles y dio 6 asistencias. Además, su velocidad y profundidad le dan amplitud y potencia al ataque nerazzurro. No jugó los dos primeros partidos del torneo pero está listo para volver contra River. Inter sufrió mucho su ausencia y espera con ansiedad su retorno.
Marcos Acuña está en su sector. Ninguno de los dos se destaca por la marca, así que será una disputa entre dos laterales que tienen como principal atributo el ataque. Si River juega con línea de tres en el fondo, quien se desempeñe por la izquierda en la defensa deberá estar muy atento a sus desbordes. Será una de las grandes preocupaciones de Marcelo Gallardo.
En la izquierda estará Federico Dimarco, quien también se ha destacado en el año, con 4 goles y 11 asistencias en 49 encuentros. El italiano sí estuvo en los dos partidos del Mundial. No tiene la potencia, la velocidad y el poder goleador de Dumfries, pero también es un carrilero que sabe cuándo y cómo atacar. Tendrá un duelo particular con Gonzalo Montiel, que sabe bien jugar este tipo de partidos definitorios.
Mientras Dumfries y Dimarco atacan por las bandas, en el área espera uno de los mejores centrodelanteros del mundo. Lautaro Martínez es líder, figura y goleador de Inter. Marcó en ambos partidos del Mundial y está jugando este torneo con la importancia que merece. En su juego no se ve el cansancio de la temporada y es un jugador al que no se le puede dar ni un centímetro.
Las virtudes del exatacante de Racing son múltiples y Gallardo las conoce. Una buena para el cuadro argentino es que seguirá sin su principal socio, Marcus Thuram, quien no está en condiciones de volver a ser titular todavía. De todos modos, Lautaro puede lastimar en cualquier contexto. Los centrales y Matías Kranevitter no pueden dudar ni una vez en su marca.
River puede ganarle a Inter, pero deberá ser implacable en ataque y muy sólido en defensa. Hacer un partido perfecto, la ambición y la necesidad para clasificarse a octavos de final del Mundial de Clubes.