De tanto mirarse en el espejo del fútbol británico los daneses desarrollaron una intensa rivalidad con Inglaterra. El juego lo aprendieron de ellos, en sus bares se ve la Premier, sus futbolistas quieren ir allí, los hinchas locales también siguen a equipos ingleses. Son sus maestros y siempre quieren superarlos. Pero en los orígenes del fútbol danés hay otra rivalidad que, con el tiempo, se volvió la más importante de su historia. Es con Francia y en Qatar 2022 volverán a enfrentarse.
Dinamarca-Francia es un duelo centenario que comenzó siendo Olímpico, luego se volvió Europeo y hoy es Mundial. Tanto en Francia como en Dinamarca, el fútbol que inventaron los ingleses comenzó a jugarse a finales del siglo XIX. Los daneses jugaban con el estilo inglés del regate pero una gira del Queen’s Park escocés en 1898 los acercó al juego de pases. Los franceses llevaron su histórica rivalidad cultural con los británicos al campo de juego. Querían ser los mejores.
Los daneses asimilaron el fútbol con voracidad. En 1905, Ilford Town fue el 1er equipo inglés en perder en suelo danés. Un combinado de Copenhague lo derrotó 8-1 y 6-1. Unos años más tarde, también le ganó al Celtic escocés por 2-1. En Francia, la voluntad de imponerse en el naciente deporte inglés los llevó a incluirlo como exhibición en los Juegos Olímpicos de 1900, en París. Los franceses llegaron hasta la final pero cayeron 4-0 ante un equipo del Reino Unido.
Hasta ese entonces, en las competencias olímpicas se enfrentaban clubes y combinados locales. A décadas para que la FIFA organizara la Copa del Mundo, el primer campeonato que midió a selecciones nacionales fue el torneo de los Juegos Olímpicos de Londres 1908. Esos Juegos debían disputarse en Roma pero la erupción del Vesubio dos años antes complicó la economía italiana y obligó a cambiar de sede. La capital de los inventores del fútbol parecía el lugar ideal para definir quién era, realmente, el mejor. Dinamarca jugó allí su primer partido oficial y su primer rival fue Francia.
ORIGEN OLÍMPICO
Los daneses ya tenían cierta experiencia en el fútbol de los Juegos Olímpicos. Habían participado en unos duelos de exhibición en Atenas 1896, donde vencieron 9-0 y 15-0 a unos combinados locales que no les hicieron ni sombra. Luego, fueron invitados a los Juegos intercalados de 1906 donde pasaron por encima de un conjunto turco de Esmirna (5-1) y aplastaron en la final al combinado de Atenas (9-0).
Francia llegó a Londres entusiasmada con el crecimiento del fútbol dentro de la cultura francesa y con ganas de tomarse revancha de la final olímpica perdida ocho años antes en París. Aquella vez, el combinado francés estaba formado por jugadores del Club Français, el primer club nacional de fútbol. Para los Juegos Olímpicos de Londres, los franceses no querían correr riesgo y decidieron anotar a dos equipos para duplicar sus chances de derrotar a los ingleses y ser campeones.
Además de ser el primero en enfrentar a equipos nacionales, el torneo de fútbol de los JJOO 1908 fue el primero en otorgar medallas. FIFA lo reconoce como el primer campeonato internacional de la historia. Inicialmente se registraron ocho equipos pero antes de que comience la competencia los problemas en el imperio Austrohúngaro llevaron a la renuncia de Hungría y de Bohemia.
Todo el campeonato se disputó en el flamante Estadio Olímpico construido en apenas diez meses en el barrio de White City, al oeste de Londres. El rey Eduardo VII lo inauguró en abril de 1908. En el Mundial de 1966 fue sede del partido entre Uruguay y Francia. Tenía capacidad para más de 66 mil espectadores pero el fútbol solo atrajo a unas 6 mil personas para la final de 1908, según reportes de la época.
El primer partido se disputó el 19 de octubre. Era una típica tarde londinense, con mucha niebla y un cielo plomizo. Dinamarca le ganó 9-0 al equipo B de Francia en lo que se considera su 1er partido oficial. Los galos ya habían jugado una decena de juegos internacionales y la dura derrota los tomó por sorpresa.
Nils Middelboe marcó el primer gol de la historia de Dinamarca a los 10 minutos. Middelboe era un atleta de su tiempo, jugaba como mediocampista en el KB Copenhague, tenía los récords nacionales de 800 metros y salto triple, era parte del equipo danés de 4x100 y se destacaba en el tenis. En 1913, tras ser campeón danés, fichó por Chelsea donde jugó una década. Se convirtió en el primer extranjero en los Blues y uno de los pioneros daneses en la Premier. Tras su retiro, siguió ligado al fútbol como árbitro y, luego, como DT.
Para el entretiempo, el partido ya iba 4-0. Tras el descanso los daneses siguieron atacando hasta consumar la goleada. La crónica de la época dice que los franceses “nunca fueron capaces de hacer su mejor juego” y que solo llegaron hasta el arco que defendía Ludvig Drescher un par de veces. El marcador lo completaron Vilhelm Wolfhagen, que ese día marcó 4 tantos, y Harald Bohr, que anotó 2 tantos. El genio de Bohr iba más allá del campo de juego. En 1910 se doctoró y se convirtió en un reconocido matemático, famoso por el teorema Bohr-Mollerup y la compresión Bohr. Su hermano Niels, que era arquero, fue premio Nobel de Física en 1922.
La victoria puso a Dinamarca en semifinales. Se jugó tres días después y el rival era, otra vez, Francia. Esta vez el equipo A, que había avanzado sin jugar ante la ausencia de Bohemia. Se esperaba un partido más igualado que el anterior pero resultó siendo todo lo contrario. Los daneses ganaron 17-1 en su segundo partido internacional. Todavía hoy es la máxima victoria de Dinamarca y la peor derrota de Francia.
A los 6 minutos, Dinamarca ya ganaba 3-0 con goles de Sophus Nielsen. Francia descontó y parecía tener fuerzas para recuperarse pero los danes volvieron a ser un vendaval. Nielsen marcó uno más en el 1er tiempo, el partido se fue 6-1 al descanso, y luego marcó 6 goles más en la 2da parte para cerrar su cuenta en diez tantos. El complemento fue un monólogo danés. Los franceses, completamente humillados, casi no cruzaron la mitad de la cancha.
La decena de goles de Nielsen lo transformaron en el primer gran héroe del fútbol amateur danés. Jugó para la Selección de Dinamarca entre 1908 y 1919. Fue la figura del equipo que llegó a las finales olímpicas en Londres 1908 y Estocolmo 1912. Se lo considera el primer profesional danés porque en 1910 emigró con su hermano a Alemania, para jugar en el Holstein Kiel. Allí marcó 72 goles en 18 partidos. y rivalizó como goleador con Gottfried Fuchs, el germano que igualó su récord de diez tantos en un partido internacional en los JJOO de 1912 cuando Alemania aplastó 16-0 a Rusia. La marca recién fue superada en 2001 por Archie Thompson, que anotó 13 veces en la infame victoria de Australia 31-0 ante Samoa Americana.
Nielsen también contribuyó al fútbol danés luego de su retiro. En 1940, lo eligieron como el primer seleccionador permanente. Sin la autoridad para imponer disciplina en el plantel dejó el cargo pronto pero continuó difundiendo el deporte y educando a futuros entrenadores por todo el país. El chueco, como lo apodaban por la curvatura de sus piernas, jugó 16 partidos y anotó 20 goles, la mitad en aquel partido ante Francia.
Los cronistas que vieron ambas goleadas danesas destacan que el equipo A de Francia sufrió mucho por tener un peor arquero. Aseguran que los delanteros franceses no supieron jugar en conjunto y que la defensa gala fue tomada por sorpresa por un equipo danés que eligió tener la pelota y atacar en lugar de esperar al rival. Las abultadas derrotas hicieron que Francia decida retirarse, avergonzada, de la competencia y cruzar el Canal de la Mancha de vuelta a casa. La medalla de bronce fue, sin jugar, para los Países Bajos, que había perdido la otra semifinal ante Reino Unido.
La prensa se ensañó con los franceses. El futbolista y periodista inglés John Cameron cuestionó la actitud relajada de los franceses: “Eran demasiado educados y demasiado felices para fumar constantemente. Fumaban hasta el comienzo del partido, en el descanso y terminaban la jornada repitiendo este hábito". El reportero francés Robert Desmarets, exclamó: "Nuestros dirigentes deben crear inmediatamente un equipo nacional y hacer todo lo posible para dotarlo de medios de entrenamiento, de lo contrario no podremos vengar nuestro fracaso en los Juegos Olímpicos de 1908". Francia debió esperar casi 80 años por una generación gloriosa que le diera la medalla de oro en Los Ángeles 1984.
La final olímpica de 1908 enfrentó a Dinamarca con los locales. Reino Unido revalidó su condición de inventor del deporte y ganó 2-0 en la definición del primer torneo de selecciones. Las crónicas dicen que los daneses jugaron mejor y a un ritmo aún más elevado que en el 17-1 ante Francia pero la experiencia británica marcó la diferencia. Aquella medalla de plata era un logro enorme para el fútbol danés, en su 1ra competencia y en apenas su 3er partido oficial. En Estocolmo, cuatro años más tarde, la historia se repitió. Esta vez, los daneses perdieron 4-2 en un duelo aún más equilibrado que el primero. Todo el equipo sintió que había perdido una oportunidad histórica. Aquí, imágenes de esa frustración.
DESTINO MUNDIAL
Las heridas de las goleadas ante Dinamarca debieron ser muy profundas porque Francia no volvió a enfrentar a los daneses hasta 1973, 65 años después del 1-17 en Londres. Para entonces, los franceses sentían que ya tenían un equipo lo suficientemente fuerte para asegurarse evitar otro papelón. Dinamarca, en cambio, sufría el atraso de un fútbol que seguía siendo amateur. El partido se jugó el 21 de noviembre, en el Parque de los Príncipes. Francia ganó 3-0 con facilidad. Los daneses comprendieron que debían profesionalizarse, algo que comenzaron a hacer recién cinco años más tarde.
Los números del igualado historial entre Francia y Dinamarca son curiosos. Ya jugaron 18 veces pero las marcas de aquellos dos primeros duelos olímpicos siguen a la vista. Francia ganó 8 veces, empataron 2 juegos, y Dinamarca se impuso en 8 ocasiones. Los franceses marcaron 21 goles y los daneses 41. Si sacamos aquellas goleadas originarias, los franceses liderarían con 20 goles a favor y 15 en contra.
Lo que queda claro, revisando los enfrentamientos previos, es que daneses y franceses se temen y se necesitan. Son amuletos mutuos. Señales de buen augurio y de campeonatos. Con el tiempo, la rivalidad olímpica se mudó a la Euro y luego a la Copa del Mundo, siempre en la fase de grupos como será en Qatar.
Francia fue campeón europeo por primera vez en 1984, un torneo que organizó y en el que venció 1-0 a Dinamarca. Repitió en la Euro 2000, allí también estuvieron los daneses en su camino y los superaron por 3-0. Dinamarca solo ganó un trofeo importante en su historia, la Euro de 1992. Aquella vez, daneses y franceses compartieron zona. Dinamarca ganó 2-1 el duelo y comenzó un inesperado camino hacia el título.
Algo similar empezo a ocurrir a finales del siglo XX en la Copa del Mundo. En 1998, Francia fue campeón mundial por 1ra vez. Organizó el torneo y también compartió grupo con Dinamarca. En la despedida de los hermanos Laudrup los daneses hicieron el mejor Mundial de su historia. Terminaron 8vos tras hacer sufrir a Brasil en 4tos de final. Pero en el grupo, ante Francia, perdieron 1-2.
En Corea y Japón 2002, daneses y franceses volvieron a tener un destino común en el sorteo. El Olsen Gang danés tuvo una fase de grupos arrolladora y ganó su grupo superando a Uruguay, luego semifinalista, Senegal y también a Francia, al que derrotó 2-0 y eliminó del torneo, dando inicio a la maldición del campeón mundial. El sueño danés terminó en el partido siguiente, en 8vos, con una derrota 0-3 ante Inglaterra, como siempre marca su historia.
Dos décadas después del primer cruce mundialista, Francia y Dinamarca volvieron a coincidir en un mismo grupo para la Copa del Mundo de Rusia 2018. Como 20 años antes, Francia terminó siendo campeón. Dinamarca cayó en 8vos, por penales ante Croacia, el subcampeón. Esta vez el duelo entre franceses y daneses terminó en un reglamentario empate sin goles que clasificó a ambos. Veremos que pasa en Qatar pero no perder ese partido parece ser una condición necesaria para hacerlos candidatos al título.
Otra vez, como hace dos décadas, una Francia campeona del mundo comparte grupo con Dinamarca. Para los daneses es la cuarta vez en seis participaciones que se cruzan con los galos en la fase de grupos. Verdaderos enemigos íntimos que reconocen el peligro que hay en el otro cuando lo ven venir.
“Me hubiera gustado evitar a Francia. Estoy absolutamente seguro de que es uno de los mejores equipos del mundo con el increíble talento que hay en el fútbol francés en este momento. Es un oponente de primera”, afirmó Kasper Hjulmand, el DT danés, tras la ceremonia en que se sortearon los grupos. "No sé si este sorteo es perfecto. Los daneses también tendrán la ventaja de conocernos mejor después de los dos partidos de la Nations League”, contestó Didier Deschamps, el seleccionador galo.
Los antecedentes dan señales para estar muy atentos. Dinamarca ya supo dejar a una Francia campeona fuera de un Mundial. Algo de ese poder de daño mostró en la reciente UEFA Nations League. En junio, los daneses dieron la sorpresa al vencer 2-1 a Francia en París. Dinamarca confirmó que llegar a semifinales en la última Euro no fue casualidad. En septiembre, volvieron a medirse en Copenhague y lo revalidaron con otro contundente triunfo por 2-0. Solo una ajustada derrota previa ante Croacia les impidió estar otra vez entre los cuatro mejores de Europa.
Para el técnico danés enfrentar tan seguido a los franceses es un problema porque le quita oportunidades para sorprenderlos por tercera vez en un mismo año. “Es más difícil. Nos conoceremos tan bien que al menos tendremos que pensar muy bien lo que hacemos contra Francia cuando lleguemos al Mundial. Puede que no sea lo mismo que hacemos contra ellos en la Nations League", afirma Hjulmand.
“Hay que tener mucho respeto por este equipo y sobre todo no pensar que es un partido ganado. Estamos hablando de la décima nación del mundo que llegó a una semifinal en la última Eurocopa. Están por encima de Alemania, eso demuestra la calidad de los daneses", sostiene Deschamps. Hjulmand responde a los elogios con otros. “Francia está mejor que en 2018. Tienen más control, hay más cosas en su juego. Y, luego, tienen a Kylian Mbappé, un jugador fantástico.Tienen talento por todas partes. Es claramente una de las mejores naciones del mundo”.
Francia y Dinamarca se miran con mucho respeto. Conocen la historia que tienen en común y saben que enfrentarse puede ser muy bueno o muy malo. Así ha sido siempre. Parece imposible que se repita una goleada como las olímpicas pero está claro que ambos se pueden hacer mucho daño. Se consideran candidatos a salir airosos del grupo D y saben que el duelo entre ambos definirá, probablemente, al ganador de la zona. No perder ese partido suele ser un augurio triunfal, queda por ver si Qatar 2022 es la excepción.