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Cien historias rumbo a Qatar 2022: Sergio Busquets, el sobreviviente

Sergio Busquets va por su cuarta Copa del Mundo en Qatar 2022 ESPN.com

Andoni Zubizarreta, Fernando Hierro, Iker Casillas, Xavi Hernández, Sergio Ramos, Andrés Iniesta y Pepe Reina tienen un rasgo en común: son los únicos futbolistas españoles que disputaron cuatro Copas del Mundo.

A partir del miércoles 23 de noviembre, cuando España enfrente a Costa Rica en Doha, Qatar, esa selecta lista tendrá un nuevo célebre miembro: Sergio Busquets.

Los últimos antecedentes mundialistas de Busi no son memorables: la Furia llegó a Brasil 2014 con el mote de campeón defensor y como bicampeón vigente de Europa, pero a falta de una fecha para la finalización de la fase de grupos ya estaba eliminada; cuatro años después, ya sin tanto hype -y con la tan polémica como repentina salida de Julen Lopetegui en el medio-, cayeron ante la local Rusia por penales en octavos de final.

No obstante, su primera experiencia en una Copa del Mundo le guardará para siempre un lugar en el Olimpo del fútbol español. Con 21 años y solo un puñado de partidos representando a su país (13, entre Eliminatorias, amistosos y la extinta Copa Confederaciones), Vicente del Bosque lo eligió como el número cinco titular de un equipo que llegaba al primer Mundial que se disputaba en África como uno de los grandes candidatos.

El nacido en Sabadell formó, junto con Xavi Hernández, Andrés Iniesta y Xabi Alonso, uno de los mediocampos más recordados de la historia a nivel selecciones. Busquets disputó los siete partidos del campeonato y España se consagró campeón mundial por primera vez en su rica historia.

Cinco días después de la final ante Países Bajos, Busi cumplió 22 años. Ya había tocado el cielo y todavía tenía una carrera por delante.

12 años después, Busquets se prepara para disputar su cuarto Mundial, en esta ocasión bajo las órdenes de Luis Enrique quien lo conoce a la perfección de su paso por Barcelona, único club en el que jugó el volante de 189 centímetros, y para entrar en el grupo de los españoles con cuatro Copas del Mundo.

Si Sergio Busquets Burgos no fuera parte de la Selección de España en el Mundial de Qatar 2022, ningún jugador del plantel actual podría contar la intimidad de los festejos de aquel domingo 11 de julio de 2010.

Cuando a Busi le preguntan por su edad (34 años), cita a Luis Enrique, quien afirma que “es solo un número”. Y añade: “Es la ley del fútbol y también de la vida, ¿no? Me refiero al hecho de que los años pasan para todos. En aquel entonces, yo era el jugador más joven o uno de los jugadores más jóvenes de la selección que ganó la Copa del Mundo. Ahora, soy uno de los jugadores más experimentados, así que estoy muy orgulloso de haber podido vivir esa época y de tener una carrera en la selección con muchos partidos y fases finales. Así que ahora intentaré ayudar al equipo”.

Lo dice y lo repite. Quizás en ese verbo, ayudar, se condense parte de su esencia como futbolista-catalizador. Mientras algunos nacen con dones estelares, otros están hechos para ser un fragmento (fundamental) de un engranaje. Busquets representa el bello arte de jugar al fútbol de manera sencilla.

Aquel pichón de Pep Guardiola que deslumbró a todo el mundo haciendo sencillo lo complicado reconoce que es más feliz ayudando a un compañero que haciendo un gol. Dueño de una colocación fantástica, una visión admirable para ser el primer eslabón de las jugadas, una inteligencia táctica pocas veces vista y una tan constante como efectiva presión alta, Busquets se erigió prematuramente en uno de los mejores jugadores del mundo en su puesto.

Su posición y su estilo de juego, muchas veces en un segundo plano en el marco de un fútbol que premia los goles, las asistencias, los lujos y los regates, no le dieron la posibilidad de obtener muchos galardones individuales, pero sí le permitieron trascender como uno de los mejores mediocampistas centrales de todos los tiempos.

“Si miras el partido, no verás a Busquets. Si miras a Busquets, verás todo el partido”, indicó Vicente del Bosque, según señala la revista Panenka.

Hoy día no solo es el relojito de Xavi Hernández, su entrenador en Barça, y de Luis Enrique, sino que por su experiencia, veteranía, profesionalismo y prédica con el ejemplo se transformó en el referente y capitán de ambos equipos.

Y así lo entiende su DT en España, que en Qatar buscará seguir los pasos del mencionado del Bosque: "Quiero que siga siendo líder de la selección, porque creo que tiene mucho fútbol, es un jugador indispensable para nosotros. Lo suyo es excepcional, podrá jugar los años que quiera".

Sus jóvenes compañeros (después de algunas competencias con un equipo longevo, España fue el quinto equipo mas joven de la última Eurocopa y llegará al Mundial con un promedio de edad similar al de Sudáfrica 2010) lo toman como un referente y aprenden de él. Busi, por su parte, acepta y asume con gusto esa responsabilidad. Sus experiencias y vivencias en fases finales y partidos importantes, considera, lo ayudarán en su rol de capitán.

El criado en Badía del Vallés solo cedió la capitanía en la fecha FIFA de marzo, cuando Luis Enrique lo dejó fuera de la lista de convocados para los amistosos ante Albania e Islandia para “darle descanso” y “ver su mejor versión” en la siguiente nómina, ya que era el jugador que más minutos acumulaba en su club.

En aquella ocasión, Jordi Alba, uno de sus laderos en el conjunto catalán y el otro sobreviviente de la Eurocopa 2012, lo reemplazó como capitán. Por primera vez, España se había quedado sin campeones del mundo en el plantel.

La mezcla de juventud y experiencia, donde todos conocen su papel y buscan aportar al equipo, es una de las claves de una renovada selección española que durante el último tiempo recuperó la frescura exhibida en el cuatrienio de oro (2008-2012) y quiere dar el golpe en suelo qatarí.

Allí, entre los veteranos, destaca un número cinco que, a veces invisible, parece escaparle a las normas del tiempo. “Es una barbaridad”, expresa sobre algunas de sus plusmarcas, que incluyen ser el tercer jugador con más partidos en la historia de Barcelona (686) y la Selección Española (139).

Los años pasaron. Busquets ya no tiene a Xavi e Iniesta a sus costados. Ahora quizás sean Gavi y Pedri, otros jóvenes con el ADN Barça impregnado, los que lo acompañen en búsqueda del objetivo: volver a consagrarse como campeón mundial, esta vez en Qatar, para que el día de mañana, cuando él ya no esté, otros puedan decir, con conocimiento de causa, cuánto pesa la Copa del Mundo.