DOHA – El primer partido de Argentina en el Mundial de Qatar 2022 dejó una certeza: Arabia Saudita jugó probablemente como nunca y la Selección de Scaloni, también.
Lautaro Martínez, el primero en enfrentar los micrófonos luego del 1-2, admitió: “Perdimos por errores propios”. Que la Albiceleste no jugó como acostumbraba, está clarísimo. Pero no hay que dejar de admitir las virtudes que tuvo el conjunto del francés Hervé Renard para contrarrestar el poderío de su rival y llevarse una victoria tan merecida como histórica.
¿Cuáles fueron los pecados de la Albiceleste en Lusail?
DEJÓ SU ESENCIA Y AGRANDÓ AL RIVAL
Si algo le faltó al último campeón de América fue fluidez, juego asociado. Quizás influyeron los nervios del debut y la ansiedad. No tuvo el protagonismo de gran parte de su exitosa racha invicta. ¿Habrá sido por lo que dijo el DT que los equipos arrolladores no ganan Mundiales?
Incluso le cedió el balón a su rival luego de ponerse en ventaja y en otros tramos de esa primera mitad en el que quedó replegado a la espera de esa contra letal que nunca llegó.
“Queríamos iniciar por un lado y terminar por el mismo”, confesó Lionel Messi. “La idea trabajada era encontrar el pase al 10 y del 10 al último pase, pero tiramos muchos pelotazos”, analizó Dibu Martínez.
UNA TRAMPA SIN SOLUCIÓN
Arabia Saudita adelantó sus líneas y solo era cuestión de estar un poco más finos para evitar offsides milimétricos en los varios mano a mano que hubo.
“No los movíamos, no íbamos de un lado a otro para encontrar el momento justo por eso caímos en fuera de juego”, reconoció Messi. “Lo trabajamos, pero nos aceleramos un poco”, amplió el 10.
¿EXCESO DE CONFIANZA?
Nada hacía creer que ganando desde los 8 minutos podía pasar lo que pasó. “El gol tan temprano nos hizo mal, nos hizo confundir”. Sí, lo dijo el autor del tanto y máximo referente del equipo.
Dibu Martínez dio su perspectiva desde el arco: “Nosotros hoy esperábamos jugar como una final y no lo hicimos. Creo que cuando metimos el primer gol nos relajamos un poco". ¿Falta de actitud? ¿Situación sobrada? No, es algo inconsciente y en una situación así, lo pagás caro. Arabia Saudita jugó enchufadísimo los 110 minutos que duró el partido con su descuento eterno.
FALTA DE CONTUNDENCIA
Por las reiteradas caídas en offside, el equipo de Lionel Scaloni se fue al entretiempo con apenas un gol de ventaja. Fueron 7 posiciones adelantadas en apenas 45 minutos, con tres tantos anulados. Un número que superó la cantidad total del Mundial de Rusia 2018. En total, 10 fueras de juego en su primer partido.
“Pudimos haber ganado el partido 5-0 y al final lo perdimos”, declaró Ángel Di María. Lo cierto es que la Selección no contó con muchas chances en el complemento, más allá de algún remate del propio Fideo y algunos cabezazos que terminaron en las manos de Mohammed Alowais, la gran figura del encuentro. Se repitió en centros y nunca encontró el camino.
LA IMPOSIBILIDAD DE MANTENER EL CERO
La valla invicta de 10 partidos del trío Martínez- Romero-Otamendi también se terminó. Tres remates, dos de ellos al arco, y dos goles. La contundencia de Arabia Saudita fue total.
En el 1° tanto, la perdió Messi en mitad de cancha y los Halcones Verdes no perdonaron. Saleh Alshehri se escapó de Cuti Romero con un toquecito hacia adelante y metió un zurdazo cruzado que Martínez no pudo manotear.
Cinco minutos después, con el equipo mareado y confundido, Salem Aldawsari sacó un remate memorable desde afuera del área, imposible para el arquero. Allí el principal pecado fue haberle dado tan espacio al 10 para acomodarse, gambetear y quedar perfilado para el tiro.
El próximo desafío es México. Tal vez el empate del Tri ante Polonia llevó cierta tranquilidad al bunker argentino. De más está decir que no puede confiarse. Si bien depende sí mismo para seguir en carrera, se quedó sin margen de error. Hay pecados que no puede volver a cometer.