DOHA -- "Mañana sale el sol otra vez". Una de las frases de cabecera de Lionel Scaloni se aplica a la perfección al día después de la histórica derrota por 2-1 ante Arabia Saudita.
El entrenador de la Selección Argentina siempre bajó el mensaje de mantener la calma ante una posible adversidad. Recuperarse y volver a jugar. Finalmente, el fin de los 36 partidos invicto llegó en un pésimo momento: nada menos que en el debut del Mundial de Qatar 2022.
Se dice que siempre después de una tormenta, sale el sol. Y la mañana posterior al debut en el estadio Lusail lo terminó de confirmar. A las 11 de la mañana, la temperatura marcaba cerca de 30 grados. Un calor agobiante para el entrenamiento de la Albiceleste en la Universidad de Qatar.
Fiel a su costumbre, el DT tocó el césped, se persignó y fue el primero en ingresar junto a sus ayudantes Pablo Aimar, Roberto Ayala y Walter Samuel.
Mientras Scaloni hacía jueguitos con la pelota, comenzaba la entrada en calor de los 13 futbolistas de campo que no estuvieron desde el arranque en el estreno: Gonzalo Montiel, Juan Foyth, Germán Pezzella, Lisandro Martínez, Marcos Acuña, Guido Rodríguez, Alexis Mac Allister, Enzo Fernández, Exequiel Palacios, Paulo Dybala, Thiago Almada, Ángel Correa y Julián Álvarez.
El único titular que saltó al campo fue Emiliano Martínez, quien trabajó y jugó al fútbol-tenis más alejado junto a Gerónimo Rulli, Franco Armani, el sparring Federico Gomes Gerth y Martín Tocalli, el entrenador de arqueros.
Nahuel Molina, Cristian Romero, Nicolás Otamendi, Nicolás Tagliafico, Leandro Paredes, Rodrigo De Paul, Alejandro Gómez, Lionel Messi, Ángel Di María y Lautaro Martínez, los 10 de arranque ante los Halcones Verdes, permanecieron en el gimnasio.
Durante los 15 minutos abiertos, la prensa internacional consultó a varios periodistas argentinos sobre el impacto del tropezón en el inicio de la Copa del Mundo. Se destacó la presencia de muchos provenientes de México, el rival del próximo sábado nuevamente en Lusail.
Por la tarde, los jugadores de la Selección contarán con la visita de los familiares que llegaron hasta Qatar. Un momento necesario de contención para fortalecerse de cara a lo que se viene.
“El fútbol no deja de ser un juego. Después, la vida real sigue”, también suele decir Scaloni.
Argentina ya arrancó su proceso de reconstrucción. Debe volver a las fuentes, recuperar confianza. Se quedó sin margen de error y solo necesita que el sol salga otra vez.
El entrenador pone la mira en el rendimiento y estado físico de los jugadores y piensa en mover fichas de cara al duelo ante México.