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¿Y si en el banco de Uruguay estuviera el maestro Tabárez?

Corre el campeonato Mundial de Qatar y, cumplida la segunda fecha del grupo, es hora de algunas precisiones de la Selección de Uruguay. A la hora de escribir esta columna perdimos nuestro segundo partido con Portugal, y si bien es cierto que aún no estamos eliminados, molesta la forma.

Fueron 70 minutos todos de Portugal. Hicieron lo que quisieron. Dominaron pelota y cancha, aunque también es cierto que la chance más clara la tuvo Bentancur, pero uno se pregunta cómo y porqué este planteamiento mezquino, avaro, donde solamente Bentancur rompió la línea una vez y casi marca un golazo en el primer tiempo.

En la segunda parte todo fue igual hasta que vinieron los cambios, porque el partido se iba, y como por arte de magia Uruguay fue otro obligando a la defensa portuguesa a reventar la pelota para las tribunas.

Es cierto que la liga juega y otra vez una pelota pegó en el caño salvando a los lusitanos. Ahora habrá que jugarlo todo ante Ghana en la última fecha.

Una victoria hará que empecemos a mirar el saldo de goles, pero nada nos hará evitar a Brasil, si es que pasamos en el segundo lugar del grupo.

Pero han ocurrido sorpresas en todos estos días. Francia mostró su chapa de campeón y es el primer clasificado a la segunda fase con su triunfo ante Dinamarca. Argentina se sacó una mochila enorme de sus espaldas con la victoria frente a México. La derrota que sorprendió al mundo, ante Arabia Saudita, había dejado heridas que solamente las iba a curar con un triunfo ante los aztecas. Ganaron el partido con la categoría que tienen los mejores equipos del mundo que, además, tiene al mejor futbolista del mundo. A los dos les servía solo la victoria, pero Argentina fue el único equipo que salió a buscarla. Lo de México en el segundo tiempo dio lástima. Un equipo sin jerarquía, que solamente pensó en mantener el 0 en su arco. Y todos sabemos que el que sale a buscar el empate, habitualmente pierde. Y eso pasó.

Claro que hubo otras sorpresas como el triunfo de Japón ante Alemania. Repitió el plato de Rusia 2018. Le dio vuelta el partido y se lo ganó 2 a 1. Ahora los germanos estaban en la misma situación en la que estaba Argentina antes de su victoria, pero se enfrentó con otro rival, con mucha más jerarquía, y que venía de hacer siete goles, como España. Y lo cierto es que España y Alemania nos regalaron, hasta ese momento, el mejor partido del torneo. De ida y vuelta, con los dos proponiendo y buscando el arco rival. El resultado final estuvo bien, pero los dos mostraron su jerarquía de equipo grande.

A la hora de escribir esta columna acaba de clasificar Brasil que ganó un partido durísimo, con la jerarquía de Brasil. Sobre el final derrotó a Suiza y recordemos que los norteños siempre son candidatos.

No puedo obviar dos encuentros por los que no dábamos mucho y resultaron enormes partidos. Los dos de primera hora de este lunes fueron partidazos. El empate de Camerún ante Serbia y el triunfo de Ghana sobre Corea del Sur 3 a 2.

Todo esto naturalmente a modo de adelanto de todas las cosas que habrá para decir de estas presentaciones de Uruguay en el Mundial de Qatar. También es bueno preguntarse qué diría la afición y la prensa si en el banco de Uruguay estuviera el maestro Tabárez. ¿No lo pensaron?