DOHA (Enviado especial) -- La línea de tres defensiva ha sido una de las principales tendencias tácticas de la Copa del Mundo de Qatar 2022. Una enorme cantidad de selecciones la ha utilizado como sistema prioritario, como recurso circunstancial, como respuesta al adversario, como prueba para una situación futura o como obligación. Casi todos los participantes han jugado al menos unos minutos con tres centrales y dos laterales. Así fue anticipado en este espacio y así sucedió.
En ese contexto, la Selección Argentina supo llevarlo a la práctica con éxito. En dos momentos muy importantes del campeonato, jugó con Cristian Romero, Nicolás Otamendi y Lisandro Martínez. En el segundo tiempo contra México, cuando ganaba 1-0 y necesitaba sostener ese triunfo para reponerse tras la caída en el debut. Y también en la segunda etapa frente a Australia, para soltar a los laterales, tener superioridad numérica en defensa y sumar músculo y carácter en un momento de definición.
En ambos casos, el plan funcionó, por cualidades individuales y por conocimiento y confianza mutua entre los tres. Otamendi es uno de los mejores zagueros del campeonato. Es el defensor con más duelos ganados y mostró una potencia y una fortaleza que ahora será aún más importante. Romero, por su parte, llegó con problemas físicos pero de a poco se recuperó y afrontará el último tramo del torneo muy recuperado. Y Martínez se destacó cada vez que ingresó, por su capacidad para salir con pelota y también para marcar, como quedó demostrado en su providencial cierre en los octavos de final.
O sea que Scaloni sabe a la perfección que si decide salir desde el comienzo con este sistema frente a Países Bajos, sus jugadores le responderán. Lo mismo que el resto del seleccionado, que ya ha jugado de esta manera y sabe cómo complementar a la línea de tres desde la mitad de la cancha, con un Enzo Fernández más liberado y con los laterales abiertos y más altos.
Louis Van Gaal es un fundamentalista de 3-4-3, o del 3-5-2, o del 5-3-2. Lo importante no es el orden de los números, sino el concepto. El experimentado DT neerlandés juega con un tres zagueros desde hace décadas y tiene bien aceitado el sistema. Virgil Van Dijk es el líbero y líder absoluto y a su lado juegan Nathan Aké y Jurrien Timber. En los extremos, Denzel Dumfries, uno de los mejores del campeonato, y Daley Blind.
¿Imitar el esquema del adversario puede ser una buena estrategia? Todo depende de cómo se implemente, por las pruebas indican que sí. Gustavo Alfaro lo hizo en la primera fase y Ecuador superó con claridad a la Naranja. Impuso las condiciones, ganó el mediocampo y sufrió muy poco en defensa. Tuvo la mala fortuna de sufrir un gol tempranero de Cody Gakpo, pero se recuperó y culminó su mejor actuación en Qatar.
Ese partido puede ser una buena lección para Scaloni. Está claro que él tiene mucha más calidad individual para aprovechar las opciones que se generen y también mejores cualidades futbolísticas en sus defensores. Por ejemplo, Lisandro será importante también en la salida y desde su gran visión y capacidad de pase puede romper líneas hacia adelante y desestabilizar al mediocampo neerlandés.
Por otro lado, el cuerpo técnico argentino ya dejó en claro que utilizará a los futbolistas que mejor estén, en lo físico y en lo futbolístico. Por eso, la posibilidad de contar con Martínez desde el inicio es tan clara. El hombre de Manchester United está en el mejor momento de su vida y ya lo demostró en esta Copa. Como alguna vez ingresaron Enzo, Alexis Mac Allister y Julián, Álvarez, también puede hacerlo él.
Más allá de la ausencia obligada o no de Ángel Di María, quien trabaja con todo su corazón para llegar al encuentro del viernes, la opción de la línea de tres es algo a tener en cuenta. Porque en un Mundial en el que saberse adaptar ha sido uno de los atributos principales de los ganadores, imitar las virtudes del rival podría servir para ponerse un paso adelante.