Uruguay no clasificó al mundial sub 20 a jugarse en Chile y esto sí que fue sorpresa en el mes que acaba de terminar. Sobre todo porque aún hoy, Uruguay es el último campeón mundial vigente, título logrado por el equipo que orientaba Marcelo Broli. Pero esto que era una costumbre, ganar campeonatos y clasificar a mundiales, quedó esta vez por el camino.
Es más, aquel proceso espectacular que desde que asumió la dirección de institucionalización de selecciones el Maestro Tabárez llevó a las selecciones juveniles uruguayas siempre a los mundiales juveniles, con el que llegó a finales recordadas tanto en sub 17 como en sub 20 empieza a quedar en la historia. Y tal vez una de las mayores diferencias sea que en aquellos años Tabárez los recibía en el Complejo, hablaba con los entrenadores y miraba sus entrenamientos. Hoy, según palabras del entrenador Fabián Coito, no se dio ni una sola conversación con Marcelo Bielsa.
Historia y diferencias
Un febrero como este pero en 1981 yo estaba en Japón relatando para radio Oriental la final de la Intercontinental entre Nacional y Nottinghan Forest, que terminó con los tricolores como campeones con aquel gol de Waldemar Victorino. Estando en Tokyo me comunicaron que debía ir a Quito. Me mandaron el pasaje y allí fuimos al sudamericano de Ecuador clasificatorio al mundial de Australia. Había gran expectativa por esa juvenil que dirigía el Profe Aníbal Gutiérrez Ponce y vaya si cumplió. Terminó campeón y un viaje que había iniciado por 19 días a Japón se extendió más de un mes. Recién terminó en la segunda semana de marzo.
Uruguay comenzó muy mal. Empató con Bolivia y perdió con Paraguay, para después derrotar a Ecuador y cerrar goleando a Colombia. Terminó primero en su grupo y debía cruzarse con Argentina y Brasil, siendo este el primer rival de la ronda final para la cual también clasificó Bolivia.
El debut con Brasil fue en Guayaquil y se ganó 2 a 1 para obtener el mismo resultado con Bolivia en Quito. Había que cerrar con Argentina que venía de perder 4 a 0 ante Brasil. Se jugaba la última carta ante Uruguay para intentar ser campeón, pensando que Brasil perdiera puntos ante Bolivia en la última fecha, cosa que efectivamente pasó.
Pero Uruguay fue una aplanadora ese día y ganó el clásico por 5 a 1 a aquella Argentina de Ruggeri, Morresi, Gordillo, Martino, Rinaldi, entre otros.
Aquel Uruguay fue una máquina que tenía entre otros a Zeoli, Ostolaza, Gutiérrez, Polilla Da Silva, Barán, Villazán y dejo para el final a Francescoli que fue el jugador y goleador del torneo. Así se ganaba el sudamericano y se clasificaría al mundial de Australia que nos hizo madrugar a todos, igual que en Japón 2 años antes, cuando Argentina con Maradona y Ramón Díaz, dirigida por Menotti nos ganó en semifinales y salió campeón, siendo Uruguay tercero.
Traje esto a colación del último sudamericado sub 20 porque la historia de los torneos juveniles en un país que respira fútbol tiene importancia. Y sería bueno que la dirigencia, Bielsa y quien sea, recapaciten y entiendan que, por ejemplo, en la selección mayor, son contados con los dedos de una mano los que no jugaron en selecciones formativas.
Todos sabemos, y el mundo fútbol también, que allí está el verdadero y único futuro del fútbol uruguayo. Tiempo de recapacitar.
