Tercera, invicta y con cuatro puntos, detrás de los líderes Brasil y Argentina. Un balance que se antoja positivo para la Selección Colombia en la tabla de posiciones en el cierre de la primera fecha de las Eliminatorias al Mundial Qatar 2022. Los números apoyan este comienzo pero no esconden las dos versiones de un equipo que sufrió con un cambio de nombres para una posición, cuando controlaba el partido en el estadio Nacional de Santiago.
La ráfaga de goles en Venezuela se asumió con la madurez necesaria frente a la poca exigencia del rival. Carlos Queiroz sintió que hubo equilibrio y excepto por la lesión de Yerry Mina a última hora, repitió la formación para enfrentar a los chilenos.
Colombia respondió porque Jéfferson Lerma salió del perfil bajo y reclamó un liderazgo desde sus características de juego. Roce, fútbol, fuerza y visita al área con gol. Justo lo que se pedía frente a un adversario más poderoso. Sin embargo, la salida de Stefan Mediana por molestias físicas la confundió por un cambio forzado: Juan Guillermo Cuadrado de lateral y el ingreso de Steven Alzate como interior.
En dos minutos se vino abajo. Le mostró al local sus grietas defensivas por el poco respaldo de Luis Fernando Muriel para Johan Mojica, los nervios de Dávinson Sánchez en los anticipos y la demora de Cuadrado para despejar cuando lo apuró Alexis Sánchez.
Con James en horas bajas, la Selección se inspiró a partir del coraje. Así activó el magnetismo de Falcao para empujar la última pelota. Un toque con derecha del máximo goleador fue suficiente para empatar 2-2 y cerrar la cuenta de emociones en alto.
La Eliminatoria arrancó intensa y desafiante. Colombia salió con puntos, pero la reacción anímica que necesita tras el primer golpe, es una cuenta pendiente. En un mes, demostrará si aprendió esta lección.