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Messi en la Ciudad de México: un helicóptero, deshidratación y 1.5 millones de dólares

José Manuel Bolívar y Luis Felipe Cueva, dos emprendedores mexicanos, vieron la oportunidad de organizar un partido de Messi en México; aquí la historia.

La historia de Lionel Messi en el Estadio Azul tiene que ver con un grupo de jóvenes emprendedores entre los 20 y 30 años, un helicóptero, problemas de deshidratación y 1.5 millones de dólares. Una travesía para que el entonces dorsal '10' del Barcelona se presentara con sus amigos en la Ciudad de México el 31 de julio del 2011.

El teléfono de José Manuel Bolívar, socio y director de operaciones de Fanatiks, sonó. Al otro lado de la línea, un amigo colombiano le preguntaba si alguien estaba interesado en llevar a Lionel Messi y sus amigos a México. De inmediato respondió: “nosotros”.

“Nosotros estábamos por lanzar la primera red social de deportes a nivel Mundial, Fanatiks y me llama un amigo, colombiano, para preguntar, si sabíamos de alguien interesado de hacer un partido de ‘Messi and Friends’. Messi llevaba un par de años haciendo este tipo de partidos, hizo uno en Panamá, y es cuando nos pone sobre la mesa la propuesta. Pensando si un club en México estaba interesado, aprovechamos para lanzar la plataforma. Así inició la locura para traer a Lionel Messi”, cuenta José Manuel Bolívar, socio y director de operaciones de Fanatiks, en entrevista con ESPN.

La siguiente llamada del teléfono de José Manuel Bolívar fue con Luis Felipe Cueva, productor y director general de Outbox, una agencia de comunicación y marketing, para organizar el evento que se tenía planeado primero para la ciudad de Querétaro, pero un patrocinador solicitó que se hiciera en Ciudad de México, en el Estadio Azul.

“La intención era hacerlo en otro estadio, Querétaro era una de las posibilidades. Haciendo ese análisis, trabajando de la mano con los patrocinadores. Una solicitud de nuestro patrocinador principal fue no llevar el evento al interior de la República Mexicana, sino en la CDMX. Ellos, en aquel entonces, eran uno de los patrocinadores más importantes del Estadio Azul, se hizo el análisis y se hizo el partido ahí”, confiesa Luis Felipe Cueva, productor y director general de Outbox.

Messi, en el 2011, ya había ganado 16 títulos con el Barcelona y era considerado uno de los mejores jugadores del mundo, “en ese momento era como traer en la actualidad a Haaland o Mbappé a jugar un partido de exhibición a la Ciudad de México. Hoy en día eso es impagable”.

La maquinaria se comenzó a mover, porque el “paquete” de traer a Lionel Messi a jugar su primer partido en la Ciudad de México incluía a jugadores como Edgar Davids, Diego Lugano, Romario, entre otros, a cambio de 1.5 millones de dólares.

“Si no mal recuerdo, habrán sido como de un millón y medio de dólares, por todos los jugadores. Hoy te das cuenta, cuando comparas con otros deportes, y era prácticamente nada, entendiendo que fue hace más de 10 años. Hoy ves lo que cobran los equipos por hacer giras en Asia y otros países, piensas que era poco lo que nos costó. Si hoy quieres traer a una figura vigente como Messi, es impagable. Ayudó mucho que también traíamos una causa social, con la ‘Fundación Dr. Sonrisas’, eso ayudó a que no nos dejaran caer el diente tan fuerte”, revela Bolívar.

El plan inicial era que Lionel Messi y sus amigos se enfrentaran a un grupo de estrellas de la Liga MX, pero la Federación Mexicana de Futbol argumentó que el torneo ya había iniciado y no habría tiempo de organizar un evento de esa magnitud.

“Una de las primeras ideas era que el partido fuera ‘Messi and Friends’ contra un equipo de Estrellas de La Liga MX, era la idea, que la gente se meta a nuestra red social y que vote por los jugadores que quieran ver contra Messi. Al estar en curso el torneo mexicano, no fue posible, tuvimos que pedir algunos jugadores prestados a los clubes”, recuerda José Manuel Bolívar.

El volcán que retrasó a Messi y provocó el viaje en helicóptero en CDMX

En Florida, una tormenta retrasó la presentación de Lionel Messi con el Inter Miami en 2023. Doce años atrás, la erupción de un volcán de la cadena Cordón Caulle, en Chile, provocó que el astro argentino llegara con demora a la Ciudad de México. Esos contratiempos causaron un traslado en helicóptero de Toluca, Estado de México, a CDMX, además de una escolta para que pudiera jugar en el entonces Estadio Azul.

Lionel tuvo que llegar el viernes o el sábado por la mañana, pero unos días antes había hecho erupción un volcán en Sudamérica, no pudo llegar el avión por él. Terminó llegando prácticamente sobre la hora, y ahí tuvimos que apoyarnos con el gobierno, con cosas cómo cuánto cuestan un par de patrullas para que puedan abrir paso”, relata José Manuel Bolívar.

“El helicóptero lo conseguimos levantando teléfonos, preguntando cuánto cuesta, todo medio improvisado, por la prontitud y los traslados caóticos”, agrega Luis Felipe Cueva.

El ajetreo provocó que Lionel Messi “vomitara” a su arribo a la CDMX, eso causó la movilización de los encargados de organizar el partido, para que el astro argentino recibiera atención médica. El diagnóstico fue deshidratación.

“Más que estar enfermo, el corre, corre por tomar el vuelo de Argentina a la Ciudad de México, el retraso del volcán, volar en helicóptero de Toluca a la CDMX. Poner un pie en Toluca y ponerlo de nuevo a volar, para que llegara al partido. El cansancio y estar unos minutos en el hotel, provocó que devolviera el estómago. Los doctores lo revisaron, dijeron que no era nada, sólo un poco de deshidratación, y estaba en condiciones de salir a tiempo para jugar el partido”, cuenta el director de operaciones de Fanatiks.

“Si algo le pasaba a Messi, esto se convertía en un periodicazo internacional”, menciona Manuel Bolivar

Así fue la visita de Lionel Messi en el Estadio Azul, en el 2011. Doce años más tarde enfrenta a un equipo mexicano, Cruz Azul, en su debut con el Inter de Miami en la Leagues Cup.

“Esa vez, Messi estaba apenado porque no estuvo al 100 por ciento, nos confesó que no fue su mejor partido, a pesar de que era un juego de exhibición. El profesionalismo en todo momento. Él venía de quedar eliminado en Copa América, anímicamente no era su mejor momento. Pese a todo eso, él estaba con la disposición de cómo nos podía seguir ayudando: ‘siento que no jugué como debía, qué puedo hacer’, repetía”, concluyó Bolívar.