LISBOA -- El meta brasileño Júlio César desveló que se planteó colgar los botines por el trauma del Mundial del 2014 -Brasil perdió 1-7 ante Alemania-, pero aseguró que ahora ha recuperado la "felicidad" en su actual club, el Benfica, con el que piensa renovar.
"Después del Mundial (2014), me plantee seriamente en dejarlo. Fue algo del momento, debido a lo que había sucedido en ese Mundial (goleada de Alemania a Brasil en semifinales), pero, actualmente, he encontrado la autoestima, la felicidad por jugar al fútbol, luchando por títulos", dijo a la prensa el cancerbero, de 36 años.
Desde que fichó en septiembre del 2014 por el Benfica, dos meses más tarde del trauma del Mineirao de Belo Horizonte, el portero brasileño ha conquistado la Liga portuguesa (2014-2015) y se ha erigido como uno de los jugadores más queridos de la multitudinaria afición de los encarnados por su calidad y experiencia.
Con contrato vigente hasta el 2017, ya piensa en prolongar su vínculo, a pesar de ser un veterano de 36 años.
"Solo falta ir al club, agarrar un bolígrafo y firmar ese contrato", dijo entre risas el internacional brasileño.
"Voy pensando en el día a día, entrenamiento a entrenamiento, partido a partido, y no consigo deciros cuándo pienso dejarlo", respondió a los periodistas el meta.
Campeón con el Inter de Milán de la 'Champions' del 2010, defendió el arco del Flamengo, el Queens Park Rangers y el Toronto y fue el titular de Brasil en los mundiales del 2020 y el 2014.