Si vas a tener un gran equipo, necesitas un gran defensor central. (Dos, si tienes mucha suerte.) Los mejores del partido son formidables, tanto en tamaño como en fortaleza, y además tienen la gracia de manejar las interceptaciones y anticipar los movimientos del delantero para recuperar la posesión. La elegancia con o sin la pelota es fundamental, ya sea al patear un pase profundo hacia el campo contrario o al hacer gambetas entre los oponentes para aliviar la presión en el extremo defensivo.
Gerard Piqué, Barcelona
Tal vez, cuando la carrera de Piqué llegue a su fin, aquellos que parecen estar corriéndolo del fútbol internacional se darán cuenta de lo que perdieron. El defensor del Barcelona afirmó que se retirará de su labor en el equipo nacional después de la Copa Mundial de 2018, en parte, debido a las críticas que recibió por sus comentarios sobre la independencia catalana, aunque Piqué aún podría estar en plenitud para ese entonces. Con 29 años, es el perfecto defensor moderno: una mezcla de maña y fuerza con el rango de pase necesario para ser jugador del Barcelona y el don para anotar goles importantes. Es adorado en el Barcelona, donde ganó 19 premios mayores; sin embargo, también ganó la aprobación de los fanáticos de su club anterior Manchester United cuando afirmó que su cariño por el club le impediría unirse al City.
Jerome Boateng, Bayern Munich
Se necesita algo especial para que un defensor sea nombrado futbolista del año cuando las estrellas de su liga incluyen a Robert Lewandowski, Thomas Muller y Pierre-Emerick Aubameyang, pero eso es exactamente lo que pasó en la última temporada en Alemania cuando los medios votaron a Boateng como el mejor de las Bundesliga, con una diferencia arrolladora. El jugador de 28 años solo tuvo 19 presencias extraordinarias la última temporada por motivo de lesión y ha tenido problemas este semestre también; sin embargo, cuando está en forma es sencillamente un competidor asombroso. La velocidad, la fuerza y el estado atlético de Boateng no tienen rival y podría ser bien recibido en estos días por su anterior director técnico Pep Guardiola en Manchester City, donde pasó una única temporada en 2010-11. 3.
Diego Godín, Atlético Madrid
Resulta sencillo ver porqué el Manchester United ha sido vinculado con la compra de Godín por £30 millones para el próximo verano. Se ajusta al molde uruguayo de mediocampista defensor inflexible y firme. Su estilo es propio de un defensor de otra época, perfectamente hábil con la pelota, pero sobresale gracias a su liderazgo y a sus agallas. Hoy en día, en el campo, hace falta esas capacidades, lo cual explica porqué este hombre en sus 30 tiene una cotización tan alta. El desarrollo de la defensa hermética del Atlético le debe mucho a su eje, y si bien él podría mejorar cualquier equipo importante, posee cualidades que el dinero simplemente no puede comprar.
Leonardo Bonucci, Juventus
Uno de los defensores del imponente trío de la Juventus, junto con Giorgio Chiellini y Andrea Barzagli, Bonucci ,proveniente del Bari, ha obtenido protagonismo desde que se incorporó en 2010. Con más presencia con la pelota que sus dos colegas, recibió los más altos elogios de Pep Guardiola cuando lo llamó “uno de mis jugadores favoritos de todos los tiempos” durante la última temporada. Se podría acomodar a la perfección en el Manchester City y también en el aquejado Inter Milan, donde aún podrían estarse pateando por haberlo vendido al Treviso después de solo cuatro presencias hace ocho años. La carrera de Bonucci, desde ese entonces, solo se ha movido en una sola dirección.
Sergio Ramos, Real Madrid
Ramos tiene por hábito molestar a las personas, pero probablemente no hubiese obtenido sus logros de otra manera. Ningún jugador del Real Madrid en la historia ha superado su acumulación de 21 tarjetas rojas para el club, y aunque puede tener una presencia irritante, formas de juego poco ortodoxas y ademanes diseñados para fastidiar a sus oponentes, no cabe duda de que es un ganador. Aunque solo tiene 30 años, Ramos originalmente fue defensor por la derecho durante su juventud, pero en los últimos años su alianza con Pepe ha formado una de las mejores zagas centrales del mundo; juntos conforman el dúo de chicos malos con la mejor defensa. Muy pocos se atreverían a probar suerte contra estos dos.
Mats Hummels, Bayern Munich
En estos días, no es exactamente popular en el Borussia Dortmund ya que se fue durante la pretemporada para unirse al Bayern y para convertirse en la última trasferencia de figuras importantes entre los dos clubes; sin embargo, Hummels siempre ha hechizado a los fanáticos de los clubes para los que ha jugado. Para ser justos, el Bayern fue su primer club y Carlo Ancelotti ha sido rápido para abastecerse con un jugador que se distingue por su elegancia y estilo de autoridad. En su debut en el Bayern se enfrentó, naturalmente, contra el Dortmund, su antiguo hogar, en la Supercopa de Alemania; no obstante, no dejó que las provocaciones de sus antiguos simpatizantes lo afectaran, y tuvo un rendimiento calmo e inteligente que hace mucho es su marca distintiva.
Giorgio Chiellini, Juventus
Si existiesen títulos universitarios por defensa, Chiellini tendría un doctorado. Tras pasar más de una década en la Juventus, ha probado ser un mediocampista defensivo con la mejor tradición italiana que pone cuerpo y mente en la línea para su equipo y que recorre cantidades asombrosas en el campo para recuperar la pelota en el campo contrario. Chiellini descontó contra España en la campaña italiana durante la Eurocopa 2016 y siempre ha sido una presencia amenazadora dentro del área del oponente, aunque quizás su participación más famosa en el área de otro equipo haya sido durante la pelea con Luis Suárez en Brasil que generó la controvertida tercera “mordida” del uruguayo.
Thiago Silva, Paris Saint-Germain
Si Thiago Silva no se hubiese interpuesto delante de David Ospina en la Copa del Mundo de 2014 organizada en Brasil, durante los cuartos de final contra Colombia, las posibilidades podrían no haberse desmoronado. Fue una falta menor e insignificante; sin embargo, Silva fue suspendido para la semifinal contra Alemania y el resto ya es historia. Hay muy pocas probabilidades de que Brasil hubiese perdido 7 a 1 con su capitán aunando fuerzas; el PSG también puede destacar su influencia. Ha ganado cuatro títulos en la Ligue 1 desde que se convirtió en su pilar defensivo hace cuatro años; nada mal para un jugador que estuvo a punto de retirarse a los 20 años cuando contrajo tuberculosis en su paso por el Porto.
Pepe, Real Madrid
Los villanos en el fútbol no son mucho peores que Pepe. El problema es que si lo estás abucheando o chiflando, es casi seguro que tiene a tu equipo donde él quiere. De hecho, Pepe estuvo bastante cerca de alcanzar su mejor comportamiento durante la Eurocopa 2016 y tuvo el rendimiento más consistente durante el éxito trascendental de Portugal. Su desempeño como hombre del partido durante la final contra Francia fue uno de los mejores - y tal vez el más importante - en una carrera que ha visto cómo el defensor del Real Madrid ha construido la reputación de ser un maestro de alto rango en las artes oscuras. No obstante, en Francia se dejaron de lado los aspectos superfluos y el mundo recordó que hay pocos jugadores que puedan dirigir la línea trasera como él lo hace.
Laurent Koscielny, Arsenal
Te preguntarás cuál habría sido el costo para el Arsenal si Arsène Wenger no hubiese incorporado al defensor de forma casi imprevista después de una sola temporada en la Ligue 1 con el Lorient durante 2010. Koscielny ha sido una constante en la cancha en un periodo de seis años, lleno de altibajos para los “Gunners” y es prueba de lo rápido que pasa el tiempo ya que ha cumplido los 31 años sin conseguir el reconocimiento que merece. Si bien no es una figura imponente a primera vista, Koscielny tiene la condición física completa y la anticipación para redimirse; además, no presenta signos de querer rendirse. En el defensor central Shkodran Mustafi parece haber encontrado al compañero que mejor complementa sus fortalezas. Esta temporada podría ser su mejor oportunidad para ganar la medalla de la Premier League que merece su dedicación.