El Barcelona cerró su gira japonesa consiguiendo el primer triunfo de la pretemporada, ganando por 0-2 al Vissel Kobe de Iniesta para sacarse el mal sabor de boca que le quedó tras la derrota frente al Chelsea. Dos goles del canterano Carles Pérez, quien pide a gritos ganarse una oportunidad en la primera plantilla, concretaron una victoria sentenciada en la segunda mitad.
El equipo de Valverde, que lució la segunda equipación amarilla con franja diagonal azulgrana, similar a la que utilizó por última vez en enero de 1980, fue en todo momento superior a un Vissel en el que emergió, como se esperaba, la figura de Andrés Iniesta y que, mostrándose en mejor condición física, le plantó cara en todo momento, siendo dominado pero para nada aplastado como pudiera esperarse.
De hecho el conjunto japonés mantuvo el 0-0 durante una hora, hasta que el canterano Carles Pérez aprovechó una asistencia de Malcom para batir a Maekawa en su salida que acabó con la resistencia local, salvada en la primera mitad por el poco acierto rematador que mostraron Riqui Puig, Rafinha o Griezmann, en un primer acto de amplio dominio pero nula concreción en ataque.
El entrenador presentó de entrada un once formado por Ter Stegen, Semedo, Araujo, Lenglet, Alba, Busquets, Rakitic, Riqui Puig, Rafinha, Collado y Griezmann, destacando que por segundo partido consecutivo apostase por mantener en el banquillo a un De Jong que entró en juego tras el descanso, incluido en el cambio total de piezas del equipo.
El liderazgo de Puig, la profundidad de Semedo, el juego al primer toque de Griezmann, la solvencia de Rakitic y los destellos de un Rafinha que se mostró absolutamente recuperado de su lesión fueron las claves más llamativas de un Barça en el que no participó Piqué, reservado por molestias físicas y a quien Valverde prefirió no forzar innecesariamente.
PACIENTE
Más intuitivo que mandón, el Barcelona le fue tomando la medida al partido a base de paciencia, con juego al toque, bien posicionado para superar las líneas rivales con tranquilidad y sin ocuparse o preocuparse de un gol que tardó una hora en llegar.
Solo ante portería Riqui Puig malogró una ocasión de oro mediado un primer tiempo en que el Vissel resistió sin muchos agobios el dominio, hasta que los múltiples cambios del descanso variaron el escenario.
Entró De Jong, más situado de interior que mediocentro y junto a él Valverde dispuso de un once completado con Neto, Monchu, Todibo, Umtiti, Guillem Jaime, Sergi Roberto, Aleñá, Carles Pérez, Dembélé y Malcom que mantuvo la
superioridad y encontró el premio rozándose la hora de partido, con el gol de Carles Pérez.
Móvil y rápido, Dembélé echó en falta la compañía de Griezmann que sí tuvo ante el Chelsea aunque eso no afectó a su imagen fresca y solvente, mezclando con Malcom en un ataque más vivo que en la primera mitad y que le dio al brasileño la ocasión, malograda por el larguero, de lograr el 0-2 en pleno monólogo barcelonista.
Y fue otra vez Carles Pérez, con un excelente y cruzado disparo raso, quien sentenció la victoria en la recta final de un partido en el que el canterano se convirtió en protagonista inesperado y de excepción, ganándose el derecho de, al menos, ser tenido en consideración como secundario en la plantilla de Valverde.