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La vida de Ronaldinho en prisión: Futbol, la carpintería y el WhatsApp

Desde el pasado 5 de marzo, Ronaldinho Gaúcho y su hermano, Roberto, están encerrados en la Agrupación Especializada, un centro penitenciario de alta seguridad de la Policía de Asunción, en Paraguay, donde pasan uno de los peores tragos de sus vidas.

Acusado de entrar en el país con un pasaporte falso, Ronaldinho es “amado” entre los presos, aseguran a ESPN. Acomodados en una discreta e incómoda habitación del módulo dos del centro, el exfutbolista trata de vivir las horas de la mejor manera posible esperando que todo se resuelva para poder regresar a Brasil.

Su actividad diaria se divide entre el futbol que practica con presos y funcionarios, además de asistir, según supo ESPN, a un módulo de carpintería donde trabajan la madera, hobby que le sirve para tener la mente despejada y no pensar en nada más.

El próximo sábado, el campeón del mundo cumplirá 40 años y muchos de sus amigos no podrán felicitarle como él hubiese deseado o siempre habría soñado. En la cárcel Ronaldinho está “tranquilo”, aunque le falta uno de los grandes pilares de su vida, la música.

“No puede tocar ningún instrumento, pero seguro que por su cabeza no dejan de brotar melodías para próximas composiciones”, afirman a ESPN gente que conoce al jugador.

“Juega el fútbol a diario y enseña a sus compañeros de patio algunos trucos con el balón”, dicen a ESPN. “Desde un primer momento quiso integrarse con los internos y rápido lo consiguió, ya que es un ídolo para muchos de los internos que le han pedido autógrafos en gorras, camisetas y zapatillas”.

Hace unos días, el director de la cárcel, Blas Vera, aseguró que Ronaldinho y su hermano “están teniendo ciertos privilegios”. Y así parece ser. Pese a que comparten baño con los presos por la noche, aunque ambos descansan en la misma habitación, con televisión y aire acondicionado. Además el Gaúcho puede mantener contacto telefónico con gente de fuera de la cárcel.

“Con su madre habla a diario por las noches”, supo ESPN. Doña Miguelina espera en Brasil a que acabe el drama para poder abrazar a sus dos hijos. “Ella es la gran preocupación de Ronaldinho”, agregaron. Así, en el entorno de Ronaldinho quieren creer que la pesadilla está cerca de acabar y que básicamente “es un tema político” el que tiene enquistada la situación.

Todos los ojos buscan a Dalía López, en paradero desconocido, que fue la persona encargada de entregar los pasaportes falsificados a Ronaldinho y Roberto a su llegada a Asunción.

Hay que remarcar que desde que la policía paraguaya comenzó a investigar ya han sido detenidas 14 personas entre las que están Wilmondes Sousa, el empresario del juego que les llevó a Asunción, así como Isabel Galloso y Esperanza Apolonia, integrantes de la trama. También fue descubierto Alexis Penayo, director general de migraciones paraguayo que dimitió del cargo.

Sueña con Barcelona

Ronaldinho tenía previsto llegar en los próximos días a Barcelona, justo después de celebrar su cumpleaños. Eso sí, en Castelldefels le siguen esperando con los brazos abiertos a la espera de que todo se solucione pronto.

A principios de febrero, el crack estuvo en Barcelona. Viajó a la capital catalana con el fin de rodar unas entrevistas para un documental sobre su vida que están dirigiendo los ingleses Stuart y Andrew Douglas.

Durante aquellos días, el crack pudo saludar a Frank Rijkaard, Joan Laporta y Sandro Rosell, entre otros. Pero le quedaron deberes por hacer. No pudo verse con Lionel Messi, con el que tenía pactada una cita. El capitán del Barcelona estaba en plena crisis con Eric Abidal, director deportivo del club azulgrana, después de que éste no estuviera acertado en una declaraciones realizadas sobre el equipo azulgrana.

Ronaldinho tiene tanta fe en que el asunto se solucionará pronto que maneja todos los horarios que las aerolíneas le ofrecen desde Asunción a Río de Janeiro. Se los sabe de memoria. Cuando reciba autorización para salir de la cárcel, el crack se dirigirá directo al aeropuerto para volar a Río de Janeiro.

Ahí será cuando acabe la pesadilla con la que arrancó el 2020. Él siempre se consideró humilde, y lo es, pero nunca creyó dormir entre rejas. Ahora hay que esperar. Una nueva vida le espera fuera. ¿Brasil? ¿Dubái? ¿Qatar? Apuesten si algún caso por Castelldefels, su particular Río de Janeiro a 20 kilómetros de Barcelona.