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Un 6 de abril, el día que comenzó la debacle de Diego Armando Maradona

De la magia en la cancha pasó a la oscuridad de los castigos. Diego Armando Maradona, genio de la albiceleste y el corazón del Napoli, recibió en 1991 la noticia de que era suspendido 15 meses por la Liga de Italia luego de dar positivo a cocaína en un control antidopaje.

Fue el principio del fin de Diego Armando, cuyo examen se realizó el 17 de marzo, luego de jugar 90 minutos en la victoria del Napoli 1-0 sobre Bari. Diego todavía jugó el partido completo siete días después y anotó, de penal, su sexto gol de la temporada en la visita a Sampdoria, que ganó 4-1.

Pero llegó la noticia del dopaje y fue suspendido de manera provisional. El 6 de abril de aquel año, el Comité de Disciplina de la Liga italiana de futbol le notificó la sanción de 15 meses y lo dejó fuera de las canchas hasta el 30 de junio de 1992.

El comité informó posteriormente que el Napoli quedaba absuelto de la “responsabilidad objetiva” en el caso, y se dijo que la sanción no era de dos años, castigo máximo posible, porque no había forma de comprobar que la ingesta de la droga beneficiara a Diego Armando a la hora de jugar.

Maradona era entonces un fenómeno del futbol internacional. Había sido campeón con Argentina en el Mundial de México 1986 y subcampeón en Italia 90, Mundial en el que la albiceleste eliminó en semifinales a los locales (duelo jugado precisamente en el estadio de San Paolo en el que Maradona fue aplaudido por los italianos del sur). Era también figura con el equipo del Napoli, al que llegó en 1984 para sacar del anonimato y llevarlo a ganar dos títulos de Italia (1986-87 y 1989-90), además de la Copa UEFA de 1989.

Maradona, que consumía drogas desde que jugaba en Barcelona, salió en aquel momento de Italia, su defensa la llevaron los abogados y se refugió en su natal Argentina, donde efectivos de la Superintendencia de Drogas allanó su departamento y lo detuvo a él, junto con dos amigos, por posesión de estupefacientes. Al día siguiente, tras pagar una multa, fue liberado, pero la orden judicial fue que acudiera a tratamiento para rehabilitarse.

El presidente de la AFA, Julio Grondona, pidió a los italianos un proceso justo para Diego Armando, que siempre insistió que ese dopaje era una venganza por haber eliminado a Italia de su propio Mundial.

Diego regresó para la temporada 1992-93 a jugar con el Sevilla, de España, donde sólo anotó cinco goles en 26 partidos y sumó dos mil 169 minutos. Su llegada a España no fue sencilla, pues el Napoli quería reincorporarlo a su plantilla pero Diego Armando deseaba alejarse de Italia. Sevilla pagó 7.5 millones de dólares y FIFA ordenó que se hiciera el traspaso.

En sus mejores temporadas en Italia llegó a marcar hasta 21 goles con el Napoli, visiblemente disminuido la temporada siguiente volvió a su natal Argentina para vestir la playera de Newell’s Old Boys y luego formó parte de la selección en el Mundial de Estados Unidos 1994, donde también un dopaje lo sacó de la competencia.