La discusión que mantuvieron en pleno partido los jugadores de Peñarol, Leo Fernández y Javier Méndez, sumados a los robos en el Saroldi, y la pelea en Belvedere, marcaron algunas de las curiosidades que dejó la décima fecha del Torneo Clausura.
En el primer tiempo del partido que Peñarol jugó ante River Plate en el Saroldi, Leonardo Fernández volvió a discutir con un compañero, como había ocurrido en el Apertura cuando cruzó insultos con el Cangrejo Cabrera en el Parque Viera.
En esta oportunidad, Peñarol igualaba 0 a 0 con River cuando se vio a Fernández intercambiar palabras con Méndez. Varios compañeros intentaron calmar al jugador.
“El 'enano' cuando se enoja es bravo. Cuando terminó el primer tiempo traté de calmarlos y le dije Leo, cuando vos estás enojado se siente el equipo, pero cuando estás bien sos un jugador distinto”, reconoció el golero Washington Aguerre en nota con Minuto 1 de Carve Deportiva.
Otro hecho que llamó la atención en el Saroldi fue el robo de balones que se produjo al finalizar el partido. Un grupo de parciales de Peñarol entró a la cancha con la clara intención de llevarse las pelotas. Un hincha logró su propósito con un balón que estaba pegado a una cámara de televisión de cara a la tribuna principal.
Tal fue el caos que, ante la pasividad de los encargados de la seguridad, los chicos alcanzapelotas de River que estaban jugando con un balón fueron obligados a retirarse del campo de juego.
Bengalas
En el partido que Nacional le ganó 2-0 a Cerro en el Estadio Centenario se dio un curioso episodio con bengalas que cayeron sobre el campo de juego.
Lo llamativo es que el encuentro se jugó sin público de Nacional debido a las sanciones que cayeron sobre el club por los incidentes en el último clásico ante Peñarol.
A su vez, los hinchas de Cerro presentes fueron pocos, por lo que el marco de público era escaso, lo que no hacía avizorar que se dieran situaciones problemáticas en ese sentido.
Sin embargo, a nueve minutos del final, una bengala disparada desde afuera del Estadio cayó sobre el campo de juego, y otra en la tribuna Colombes, lo que llevó al árbitro Hernán Heras a detener el juego.
Peleas
En Belvedere el clima se vivió caliente dentro y fuera de la cancha. Cuando el delantero de Liverpool, Diego García, marcó el primer gol de su equipo lo celebró con gestos e insultos de cara a su propia hinchada.
Al finalizar el primer tiempo, algunos parciales, que no habían tolerado la actitud de García, lo fueron a buscar al vestuario. Allí se generó un tumulto donde hubo empujones y manotazos. El presidente del club, José Luis Palma, pretendió intervenir y fue empujado por los parciales que pretendían encarar a García, según reveló el Polideportivo de Canal 12.
A las pedradas
Finalmente, en el partido que jugaron Fénix-Racing en Capurro, también hubo inconvenientes. El inicio del juego estuvo demorado como consecuencia de que ambas parcialidades comenzaron a intercambiar proyectiles de tribuna a tribuna.