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Mateo Antoni, padrino del hijo de Juan Izquierdo, recordó a su compadre y dijo que hay noches que no puede dormir

“Estoy en contacto con la familia, con Selena y los dos hijos chicos; voy a tratar de estar siempre para ellos”, expresó el defensa de Argentinos Juniors. 1950foto

La muerte de Juan Izquierdo generó un enorme impacto. Nacional quedó conmovido y fue duro volver a empezar. Pero si hubo un jugador que sintió el golpe ese fue Mateo Antoni.

Juan era su compadre. Lo transformó en uno más de su familia como padrino de su hijo chico. Iban juntos a todos los entrenamientos y los padres de Antoni trataban a Juan como si fuera un hijo.

El joven defensa, que este año se sumó a Argentinos Juniors, habló por primera vez de la pérdida de Izquierdo.

“No es fácil perder a uno de tus mejores amigos, que lo tenés por jugar a la pelota. Fue una tristeza y todavía no logró asimilar que se haya ido, tengo pensamientos, a veces no puedo dormir de noche, pero bueno, soy de los que piensan que las cosas pasan por algo y fue así”, comenzó diciendo en el programa 100% Deportes de Sport 890.

Antoni agregó: “Estoy en contacto con la familia, con Selena (esposa de Juan) y los dos hijos chicos. Trato de estar ahí. Me tocó ser el padrino del hijo chico que recién nació y voy a tratar de estar siempre para ellos. Lo afrontamos con mucha tristeza, pero la vida sigue y no queda otra”.

Posteriormente comentó que sus padres trataban a Juan como si fuera un hijo: “Todos sabían lo importante que era Juan para mí. Mi familia le había agarrado un aprecio grande y mis padres, no digo que lo consideraban como un hijo, pero lo trataban como tal, como un gran amigo. Yo compartía todos los días con Juan porque íbamos a entrenar juntos y concentramos juntos. Fue duro todo lo que pasó”.

El año en Nacional

Antoni reconoció que vivió un año con altibajos en Nacional. “Tuve momentos buenos y momentos malos. Creo que luego de la lesión con Deportivo Maldonado, que me llevó dos meses recuperarme, tuve un bajón. Mi mejor versión fue a principios de año. Pero en Nacional, al no salir campeón, no es un año bueno”.

Posteriormente hizo referencia al incidente que protagonizó en el clásico del Torneo Clausura donde fue expulsado, desde el banco de suplentes, por entrar a la cancha a agredir al golero de Peñarol, Washington Aguerre.

“Lo que pasó ya pasó y en caliente de pronto uno no piensa. Ahora en frío uno se tiene que dar cuenta de que las cosas que hizo pueden haber afectado al equipo. Son cosas del pasado que no quiero volver a repetir. En ese momento lo tomé con mucho fanatismo”.

Antoni expresó cómo fue el proceso de jugar sabiendo que había sido vendido a Argentinos Juniors.

“Lo tomé con tranquilidad porque seis meses antes sabía que me iba a ir a fin de año. Traté de estar enfocado en Nacional, no quería nada que me sacara del foco de pelear el Campeonato Uruguayo”.

Sobre su incorporación a Argentinos Juniors destacó la importancia de tener en el plantel a dos excompañeros como Ruben Bentancourt y Leandro Lozano y comentó: “Estoy tratando de adaptarme lo más rápido posible, sobre todo a la idea futbolística. Acá me dicen que juegue rápido, que no tenga tanto la pelota en los pies, que no traslade, y juegue rápido y simple”.