MIAMI -- La versión 2014-15 del Miami Heat no cuenta con jugadores latinos en su plantel, pero Shabazz Napier es lo más cercano a ello. El novato de 23 años fue criado en Boston y estudió en la Universidad de Connecticut, pero la sangre boricua corre por sus venas gracias a su madre puertorriqueña, Carmen Velázquez.
Carmen fue, es y será el pilar de la vida de este joven basquetbolista que no contó con una figura paterna en su vida. Napier ya cumplió con la promesa que le hizo a su madre de graduarse con diploma universitario en mano, ahora él quiere maximizar su propio sueño, el de tocar el cielo con las manos en la NBA.
"Me siento genial, esta es una gran oportunidad. Estoy entusiasmado por tener la oportunidad de jugar y aprender de compañeros como Dwyane Wade, Chris Bosh y Udonis Haslem", Napier le dijo a ESPNDeportes.com durante el día de atención a la prensa este viernes, un día antes del arranque oficial de la pretemporada en Miami.
Napier es un base versátil capaz tanto de distribuir como de anotar, virtudes que fueron reconocidas por el Heat al incorporarlo con la vigesimocuarta selección del Draft de la NBA este año, un sueño hecho realidad para él tras salir campeón nacional con los Huskies en su última temporada en el básquetbol universitario.
Ese pedigrí de campeón fue lo que sedujo a Pat Riley, presidente del Miami Heat, a elegirlo en la primera ronda del Draft con el sello de aprobación expreso de LeBron James, un hipotético futuro aliado en ese entonces que ahora es uno de los rivales a vencer para Napier y el Heat.
Shabazz cuenta con la exuberancia de todo jugador joven y aspira a ser un líder de la franquicia tanto dentro como fuera de la cancha, pero él sabe mejor que nadie que lo primordial primero que nada es pagar su derecho de piso durante su primer año como profesional.
"Uno simplemente debe darse cuenta, cada uno encuentra su lugar durante la pretemporada. Wade, Haslem, Bosh y otros son los líderes principales del equipo, pero yo podría llegar a ser el líder de tirarme al piso (en busca de una pelota dividida)", dijo Napier, quien simplemente se enfoca en "ser una esponja" y aprender todo lo posible como jugador joven en un equipo repleto de veteranos.
"He hablado mucho con varios de mis compañeros hasta ahora y el consejo que más me dan es que trabaje duro y que siempre esté listo, ya que uno nunca sabe cuándo".
El Heat ha llegado a las últimas cuatro Finales de la NBA y aspira a una quinta. Para poder lograrlo, esta vez no habrá una superestrella como LeBron que salve el día y todos deberán poner su granito de arena.
El nivel de Napier durante la Liga de Verano dejó mucho que desear, pero su potencial ofensivo podría llegar a ser vital para el Heat esta temporada considerando que él promedió 18 puntos por partido en Connecticut la temporada pasada.
El basquetbolista de ascendencia boricua estuvo cerca de jugar para Puerto Rico en el último Mundial de la FIBA, pero él prefirió enfocarse en prepararse exclusivamente para la temporada que se avecina en Miami.
Napier tiene un objetivo profesional, ganar la mayor cantidad de partidos posible, y una cuenta pendiente personal que enorgullecería enormemente a su madre.
"Me falta seguir aprendiendo como entender y hablar español, pero ahora cuento con una oportunidad inmejorable para poder hacerlo", dijo Napier.
Quien sabe, quizás la primera palabra en español que le salga al final de la temporada sea la que más anhela. La de poder gritar "campeón".