BALTIMORE -- Los San Diego Chargers estaban acabados.
Abajo por 10 puntos de gira ante uno de los contendientes de la AFC Norte, los Baltimore Ravens, se esperaba que los Chargers se rindieran este domingo.
En lugar de eso, el esquinero Brandon Flowers se acercó a los jugadores ofensivos antes de que regresaran al campo, con menos de 7:00 minutos por jugar y todavía cargando el déficit de 10 puntos.
Flowers pronunció cuatro palabras a Philip Rivers y el resto de la ofensiva: "Todavía podemos ganar".
"En ningún momento sentí que íbamos a perder ese partido", admitió Flowers. "Todos siguieron empujando, y salimos con la victoria".
Los probaron ser artistas del escape una vez más, una semana después de que el profundo Marcus Gilchrist sellara un triunfo sobre los St. Louis Rams con una intercepción. Derrotaron a los Ravens por 34-33 para mejorar su registro a 8-4 y mantenerse en medio de la caza por los playoffs.
Rivers dijo que la clase de voluntad requerida para que los Chargers vinieran desde atrás y venciera a domicilio a un contendiente perenne de playoffs, será la misma que meta a San Diego a la postemporada.
Vencer de visita a un equipo que ganó el título de Super Bowl hace tres temporadas le brinda a San Diego confianza de que pueden derrotar a los mejores equipos en la liga, sin importar dónde los enfrenten.
"Se trata de la clase de partidos que debes ganar si logras meterte", explicó Rivers. "Así que si no puedes ganar estos --y no trato de decir que vas a ganarlos todos-- pero si no puedes ganar estos, entonces probablemente no seas suficientemente bueno".
Los Chargers jamás estuvieron arriba en este encuentro hasta Eddie Royal llegó a las diagonales en pase de 1 yarda con 38 segundos por jugar.
Después de las palabras de Flowers, San Diego armó una serie de seis jugadas y 77 yardas, con Rivers encontrando a Keenan Allen para un touchdown de 23 yardas, cerrando la ventaja de Baltimore a 30-27.
Los Chargers habían mantenido el balón alejado del talentoso especialista en regresos de patada, Jacoby Jones, toda la tarde. Pero por algún motivo extraño, Nick Novak pateó en su dirección y eso ocasionó una devolución de 72 yardas.
Pero como la ofensiva, la defensiva de San Diego mostró templanza, limitando a Baltimore a sólo un gol de campo de 31 yardas de Justin Tucker, dando a los Chargers la oportunidad de ganar el partido con 2:27 por jugar.
Eso es más que tiempo suficiente para un mariscal de campo del calibre de Rivers.
"Observé a un par de los jóvenes como, 'Van a atestiguar algo grandioso ahora'", dijo el profundo Eric Weddle. "Simplemente agárrense bien y prepárense para observar. Ellos estaban enloqueciendo, y yo les dije, 'Con calma'. Fue una serie increíble".
Iniciando en su propia yarda 20, Rivers fue quirúrgico. Completó pases consecutivos hacia Allen para conseguir primeros intentos, colocando a los Chargers en su propia yarda 46 antes de la pausa de los dos minutos.
En la siguiente jugada, Rivers provocó el fuera de lugar del ala defensiva de Baltimore, Elvis Dumervil, ganando otras cinco yardas.
Desde el medio campo, Rivers completó tres de sus siguientes cuatro pases --para Royal, Allen y uno para Malcom Floyd-- dejando a los Chargers en la yarda 24 de Baltimore con 46 segundos por jugar.
Y ahí es cuando Rivers clavó la daga, lanzando el balón profundo hacia Floyd y provocando la interferencia de pase del esquinero Anthony Levine en las diagonales.
La penalidad resultó en un primero y gol desde la yarda 1 de Baltimore. Rivers ordenó un pase pantalla para Royal en la siguiente jugada, y entró a las diagonales 38 segundos por jugar.
En el avance final, los Ravens se quedaron en la yarda 43 de San Diego cuando se acabó el tiempo.
Para el juego, Rivers terminó con 34 completos de 45 intentos para 383 yardas, tres pases de touchdown y una intercepción solitaria en la segunda jugada ofensiva del partido para San Diego.
La victoria fue la N° 18 en el último cuarto para Rivers en su carrera.
Los Chargers están en control de su propio destino de playoffs, y se dirigen de vuelta a San Diego para recibir a otro contendiente perenne de postemporada al que nadie espera que San Diego derrote: los New England Patriots.
"El carácter de nuestro equipo se volvió a mostrar", dijo el entrenador en jefe de los Chargers, Mike McCoy. "Cuando tienes a un gran mariscal de campo como Philip Rivers, tienes la oportunidad de ganar cualquier partido siempre y cuando haya tiempo en el reloj".