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Nadal, en Río de Janeiro: lesiones y una crítica a los Juegos Olímpicos

Rafael Nadal, en conferencia en Río de Janeiro Getty Images

RÍO DE JANEIRO -- Su comienzo del año no fue el esperado. Derrota en el debut en Doha, ante un jugador fuera del Top 100, y partida en los cuartos de final del Abierto de Australia. Lejos de las expectativas generadas en torno a Rafael Nadal. Pero todo tiene una lógica: el semestre anterior tuvo muy poca acción por una lesión en la espalda, otra en una muñeca y una operación por apendicitis. Por eso, este paso por Sudamérica, donde jugará en Río de Janeiro y Buenos Aires, son vistos como punto de partida en su temporada, tal como lo hizo en 2013.

"El polvo de ladrillo es menos agresivo para mi cuerpo", había dicho Nadal hace dos años cuando regresó en Viña del Mar tras estar ocho meses inactivo por una lesión en una rodilla. Hoy regaló la misma frase en conferencia de prensa en Río de Janeiro, donde jugará apenas su sexto torneo en ocho meses, ciclo en el que sólo jugó 14 partidos (9-5). El tema de las lesiones, sin dudas, es recurrente en su cabeza en los últimos tiempos.

"Llevo unos años complicados desde que tuve que parar ocho meses en 2012 después de Wimbledon. No considero [al físico] como un rival, pero me han ido sucediendo cosas", destacó Nadal, quien agregó que "es una parte vital en cualquier deportista. Sin estar sano es prácticamente imposible competir al nivel más alto".

El español, cabe destacar, intentará volver a encontrarse con buenas sensaciones en Río de Janeiro, tal como le sucedió el año pasado tras su fallida final en el Abierto de Australia y su posterior ausencia en Buenos Aires por problemas en la espalda. "Fue un impulso de energía positiva muy importante", apostilló sobre su último paso por Brasil.

Campeón en la primera edición del evento carioca y ahora también presente en 2015, Nadal espera estar en la ciudad en el próximo año para un torneo especial: los Juegos Olímpicos. Río de Janeiro 2016 se muestra como una verdadera revancha para él, tras ausentarse de Londres 2012 (iba a ser el abanderado español) por una lesión en la espalda. Y por eso no ocultó su crítica hacia el evento. "Me sorprende que en un país que tiene jugadores especialistas en tierra batida, y con opciones de medalla, los Juegos sean en pista dura", remarcó el ganador del Oro en Beijing 2008.