WHITE SULPHUR SPRINGS -- Drew Brees está al tanto de los "críticos".
El mariscal de campo de los New Orleans Saints lanzó algunos términos que ha escuchado ahora que tiene 36 años y viene de una mala temporada.
"Conforme avanzas en tu carrera, la gente siempre está buscando la excusa si tienes un mal juego o un año bajo: 'Oh, el proceso de envejecimiento ya se hizo sentir', o, 'va en declive', o lo que sea", expuso Brees, quien después utilizó el término "gastado".
Pero Brees comparte que presta muy poca atención a esas cosas, y asegura que está "motivado por muchas otras cosas que no son los escépticos".
"Quizás hay un poco de motivación", concedió Brees, pero explicó que su "mentalidad no cambia de un año a otro. Siempre siento que hay algo por demostrar. Todos los días, todas las prácticas y todos los juegos los tomo con algo que demostrar".
Brees dijo que si algo no le motiva, es el hecho que los Saints reclutaron a su potencial sucesor en Garrett Grayson durante la tercera ronda de este año: primera vez que eligen a un mariscal de campo antes de la séptima ronda desde que Brees llegó en el 2006.
Cuando le preguntaron si recordó a cuando los San Diego Chargers reclutaron a Philip Rivers para reemplazarlo en el 2004, Brees dijo, "no, en lo absoluto". Y cuando le cuestionaron si por primera vez siente que debe andarse con cuidado, repitió: "no, en lo absoluto".
Brees compartió que no ha reducido su carga de trabajo, aunque constantemente afina cómo entrena y practica. Cuando le preguntaron si hay algo que se le ha dificultado más con la edad, respondió: "la recuperación".
"Conforme avanza el tiempo, de eso se trata el proceso de envejecer", dijo Brees. "No significa necesariamente que no puedas hacerlo ese día, sino cómo te sientes al día siguiente, y al otro y 72 horas después. Entonces, la habilidad para regresar y hacerlo de forma consistente, una y otra vez, de eso se trata este deporte.
"Y ciertamente quiero ser una de las personas que, cada vez que pisa el campo, la gente sabe qué recibirá de mí exactamente".
Brees, quien habló tras la primera práctica del campamento de los Saints este jueves, apuntó que tomó su temporada baja de NFL N° 15 con la misma mentalidad de siempre: evaluar el año anterior y atender las áreas que necesita mejorar.
Por mucho, el área principal que identificó fueron las entregas.
Brees logró empatar el liderato de la NFL con 4,952 yardas la temporada pasada y fue 2° lugar en porcentaje de pases completos con 69.2 por ciento. Pero entregó 20 balones --17 intercepciones y tres balones sueltos-- en momentos importantes.
Parte de eso porque trató de forzar las cosas cuando la defensiva no jugaba bien o la línea ofensiva fallaba frente a él, una tendencia que Brees ha tenido durante su carrera.
Brees declaró este verano que siempre busca mantenerse agresivo y confiado, pero necesita tomar mejor decisiones cuando se trata de proteger el ovoide.
"Pienso que él es su mayor crítico, [con] su nivel de expectativa y lo que quiere lograr", expuso el coach de los Saints, Sean Payton. "Pienso que obviamente tiene un gran dominio de lo que estamos haciendo. Creo que el balón está saliendo muy bien de sus manos, lo hizo en primavera e igualmente esta mañana. Pienso que sólo los detalles y las cosas pequeñas [pueden mejorar]. Estoy seguro que en general quieres reducir las entregas, hablamos de eso como meta del equipo".
Los Saints trataron de atender esas áreas reforzando la defensiva y la línea ofensiva para que Brees no se sienta presionado de hacer todo él mismo. Sin embargo, se deshicieron de los mejores receptores de Brees del año pasado: Jimmy Graham y Kenny Stills.
Hace algunas semanas, Brees declaró que estaba "descorazonado" por el canje de Graham, ya que el ala cerrada es como su hermano menor. Pero Brees, quien se ha descrito a sí mismo como "optimista hasta el hartazgo", también ha expresado emoción por las oportunidades que le presentarán nuevos receptores jóvenes como Brandin Cooks, Nick Toon, Brandon Coleman y Seantavius Jones.
El otro problema grande para los Saints esta temporada baja, ha sido tratar de reestablecer la cultura y atmósfera ganadora tras verse plagados por choques de personalidad en el vestidor el año pasado. La decisión de cortar al problemático apoyador Junior Galette fue la última parte de ese esfuerzo.
Los líderes veteranos como Brees y Zach Strief hablaron el jueves sobre la importancia de atender dichos problemas tan pronto como empiecen a incomodar, en vez de dejarlos crecer.
Y todo el equipo se ha enfocado en regresar el reloj al 2006, cuando los Saints tuvieron que construir una cultura desde cero, una vez que Payton y Brees arribaron por primera vez.
"Estoy emocionado", dijo Brees. "Me emociona porque, al saber lo que superamos el año pasado, saber cuál ha sido nuestra mentalidad esta temporada baja, siento que hemos tenido mucho progreso.
"Y ahora es momento de trabajar en serio, realmente afinar y pulir. Y empezar a divertirnos otra vez".