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Los Oakland Raiders enfrentan un nuevo proyecto de reconstrucción

MÉXICO -- La última vez que los Oakland Raiders tuvieron una temporada ganadora fue la del 2002, Cuando conquistaron la AFC Oeste con un 11-5 y llegaron hasta el Super Bowl XXXVII, donde cayeron ante los Tampa Bay Buccaneers.

Desde entonces, la fila de entrenadores en jefe contratados y corridos ha sido larga, y los resultados han sido poco prometedores.

Este año no será la excepción. Jack Del Rio asume un nuevo proyecto de reconstrucción en Oakland, en una época en que el equipo está estudiando seriamente mudarse de nuevo a Los Ángeles.

La diferencia de este año con respecto a algunos de los proyectos anteriores, es que ahora sí hay bastante talento joven prometedor en la organización. Empezando por el apoyador Khalil Mack y el mariscal de campo Derek Carr, hasta el novato Amari Cooper, hay potencial de All-Pro para varios años en este equipo. Pero convertir potencial en realidad es un paso en el cual se quedan muchos, y depende de Del Rio no quedarse estancado como sus predecesores.

LA FIGURA A SEGUIR...
Me cuesta mucho trabajo no destacar aquí a alguno de los tres mencionados arriba, pero me voy a ir por un ex apoyador que se retiró en 1992. Me refiero a Reggie McKenzie, el actual gerente general.

El propietario Mark Davis le confirió control de la directiva de los Raiders a McKenzie en en 2012, y ha mostrado mayor paciencia que su desaparecido padre, Al. Sin embargo, los resultados no han llegado.

Una de las primeras decisiones de McKenzie fue despedir Hue Jackson como entrenador en jefe luego de una temporada de 8-8, la última temporada no perdedora del club. Desde entonces, Oakland se ha ido con registros de 4-12, 4-12 y 3-13 bajo las órdenes de Dennis Allen y Tony Sparano.

En los sorteos universitarios, la suerte tampoco ha estado del lado de McKenzie siempre. De los seis jugadores seleccionados en el 2012, su primer sorteo, sólo se mantiene en la plantilla Tony Bergstrom, como suplente en la posición de centro. De los 10 reclutas del 2013, solamente el corredor Latavius Murray se perfila como titular indiscutible, y cuatro ya no están con el club.

El año pasado, McKenzie atinó con Mack y Carr, y mi candidato para Novato Ofensivo del Año es Cooper. Sin embargo, las fallas han sido más numerosas que los aciertos. Por si fuera poco, una temporada perdedora más, aunado a una potencial mudanza de ciudad, podría ser el escenario perfecto para una sacudida en la gerencia.

Es ahora o nunca para McKenzie en Oakland.

AL QUE MÁS VAN A EXTRAÑAR ES A...
En esta categoría, la realidad es que los Raiders no perdieron a ningún elemento esencial para su sistema este año. Probablemente la pérdida que más se resienta es la del centro/guardia Stefen Wisniewski, quien inició los 61 partidos en los que participó a lo largo de cuatro temporadas en Oakland, tras ser elegido en la segunda ronda del draft del 211.

Rodney Hudson, recién fichado proveniente de los Kansas City Chiefs, será el centro titular, mientras que las posiciones de guardia serán para Gabe Jackson y J'Marcus Webb, en principio. Honestamente, me gusta más Wisniewski que Webb, aunque también admito que su mejor posición es como centro, y no guardia.

SERÁ UNA TEMPORADA EXITOSA SI...
Los Raiders no pierden más partidos de los que ganan. Desde aquella aparición en el Super Bowl XXXVII, solamente en dos ocasiones logró Oakland una marca no perdedora, de 8-8, y en ambas ocasiones despidieron a los entrenadores en jefe: Tom Cable en el 2010 y Jackson en el 2011.

Esta plantilla proyecta para hacer cosas grandes en el futuro, pero parece ingenuo suponer que lo harán de inmediato, especialmente en una división donde sobre el papel, continúan con la plantilla menos profunda de las cuatro. Por si fuera poco, las discusiones sobre la mudanza a Los Ángeles meterán ruido y distracción a lo largo de la campaña.

PRONÓSTICO.
Carr debe evitar el famoso traspié que sufren muchos pasadores en su segundo año, y Cooper será esencial para ello. Aun así, creo que le costará mucho a los Raiders conseguir algo mejor que un 6-10 o 7-9, y aunque parezca la misma canción de todos los años, se sugiere un poco de paciencia y mesura con las expectativas en Oakland.