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La "Thrilla in Manila", entre Frazier y Ali, una de las más violentas

Muhammad Ali celebra en el centro del ring al detenerse la pelea en el asalto 14 AP Photo

Hay peleas que son recordadas por algo en especial. La tercera entre Muhammad Ali y Joe Frazier, en la Araneta Coliseum de Manila, Filipinas, ha sido recordada desde hace 40 años por la brutalidad con la que los titanes salieron a entrenar la vida en el ring.

"Fue como la muerte... o lo más cercano a morirse", dijo abatido Ali tras ganar el duelo por el retiro de Frazier al finalizar el decimocuarto episodio. "Cuando una pelea tan dura como esta llega a 14 rounds, sientes que te mueres. Quieres rendirte", añadió más grande de la historia, quien incluso dejó ver que podría retirar, aunque no lo hizo sino hasta seis años después.

Thrilla in Manila (1 de octubre de 1975), como decidieron nombrar al tercer combate entre Ali (48-2, 35 KO) y Frazier (32-2, 27 KO) debido a las frases de Muhammad sobre Joe -- a quien llamaba gorila --, es uno de los combates más recordados en la carrera de Ali y en la historia de los pesos Completos y el boxeo en general, al lado de Rumble in the Jungle (30 de octubre de 1974), que protagonizó Ali un año antes y The Fight of the Century (8 de marzo de 1971).

La pelea se destacó por el esfuerzo que hicieron Muhammad y Joe, quienes habían dividido ya victorias en 1971 y 1974. De hecho, fue Joe quien cuatro años antes le había quitado el invicto a Ali. Algunos decían que Joe estaba hecho a la medida de Muhammad, y viceversa.

El presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos, fue el imán del combate, cuyas acciones rebasaron lo que se esperaba. A la Araneta Coliseum, a la que llegó Ali como favorito, entraron 27 mil fanáticos, según reportes de la prensa. Fue considerada la pelea del año por los expertos.

El combate culminó antes de que comenzara el último asalto de los 15 pactados. Eddie Futch, entrenador de Frazier, decidió que 'Smokin Joe' no debía recibir más castigo -pese a que Joe pedía seguir-, y le pidió al réferi Carlos Padilla que detuviera el combate. "Lo paré porque Joe estaba recibiendo muchos golpes limpios, no veía con su ojo derecho, no veía venir la mano izquierda", dijo al finalizar la pelea.

"En el enfrentamiento más brutal de sus cinco años de rivalidad, Muhammad Ali retuvo el campeonato mundial de peso completo el martes cuando Eddie Futch, manager de Joe Frazier, paró la pelea antes de que comenzara el decimoquinto round", relató The New York Times entonces.

Ali había comenzado la pelea con el dominio en busca del nocaut, pero Frazier fue quien remontó en la parte intermedia del pleito con base en sus poderosos ganchos de mano izquierda, pero al final en los rounds 12, 13 y 14 apretó de tal manera que no tuvo de otra Frazier y su equipo que parar el pleito. Aquella mañana en Filipinas hicieron historia, pero de acuerdo con algunos, ahí dejaron todo.

"Los dos murieron un poco en ese combate. Ninguno de los dos volvió a ser el mismo después de esa pelea", opinó George Chuvalo en el documental Facing Ali. "Joe Frazier sacaba a relucir lo mejor de Ali, gracias a estos dos el boxeo se mantuvo en lo más alto", añadió Ron Lyle en la misma cinta.

Después de esa pelea, Frazier tuvo dos combates más. Perdió primero con George Foreman (1976) y empató luego con Floyd Cummings (1981). "Cuando yo enfrenté a Frazier después de Ali ya estaba acabado, si hubiera sido antes, otra cosa hubiera pasado", dijo Foreman al respecto.

Muhammad, por su parte, siguió exponiendo los títulos de peso Completo del Consejo Mundial de Boxeo y Asociación Mundial de Boxeo. Hizo seis defensas más de las fajas antes de terminar su carrera con tres derrotas en cuatro peleas, para irse en 1981.