Con tres años como tenista profesional, Jeffrey John Wolf (99°) está comenzando a pisar fuerte en el circuito. Oriundo de Cincinnati, Ohio, el joven de 23 años accedió por primera vez en su carrera a los cuartos de final de un torneo ATP y no para de escalar en el ranking mundial luego de haber pasado por momentos duros.
Surgido del seno de una familia deportista (su abuelo Charles Wolf fue entrenador de la NBA en la década de los 60´ cuando estuvo al mando de los Detroit Pistons) Wolf realizó hasta cuatro deportes entre su infancia y adolescencia. Fútbol, básquet, tenis y béisbol fueron aquellos que lo fueron formando y dándole herramientas que, aún hoy, utiliza. "El fútbol me ayudó a desarrollar mi juego de pies y mi rapidez, jugar básquet fue bueno para mi movimiento lateral y mi capacidad de salto, y el béisbol fue excelente para mantener un brazo vivo mientras sacaba y también una fuerte rotación de cadera" le explicó el estadounidense a Tennis.com.
Así explica Wolf por qué no optó por el tenis desde pequeño: "Probablemente me habría quemado si hubiera jugado solo tenis cuando era niño. Terminé optando por él porque se reducía a lo que podía controlar. En la cancha se trata de cada punto". En esa formación con una gran cantidad de deportes, su padre también fue vital para la elección final. Jeff Wolf lo entrenó hasta los 17 años y lo acompaño a todos los entrenamientos y partidos que disputó Jeffrey. En 2016, su madre tuvo que recibir un tratamiento oncológico y, para no irse lejos de su familia, optó por continuar su formación en la Universidad estatal de Ohio. "He visto cómo toman a los jugadores y los adoptan como familia. Son tan dedicados dentro y fuera de la cancha. Creo que hacen el mejor trabajo en cualquier parte del país en el desarrollo de los jugadores de tenis. Todavía tengo un largo camino por recorrer , así que espero que me desarrollen lo mejor posible" le contó JJ (cómo es apodado) al sitio Tennis Recruiting hace seis años.
Entre sus 19 y 20 años, Wolff compitió entre Challengers y torneos juveniles. El Challenger de Columbus, Champaign y Noumea fueron sus puntos de despegue para empezar a pisar el circuito ATP. Luego del parate por el Covid-19, debutó en el Masters 1000 de Cincinnati ante Richard Gasquet (4-6 y 4-6) luego de superar a Jaume Munar y Egor Gerasimov. En el US Open 2020 dio dos sorpresas tras deshacerse de Guido Pella y Roberto Carballes-Baena. Pero el punto final al sueño americano se lo puso Danil Medvedev, el primer Top 10 que enfrentó en su carrera.
Pese a las buenas sensaciones que había generado, lo que vino después no fue bueno. Eliminación en primera ronda de San Petersburgo a manos de Milos Raonic y derrotas en qualy de Roland Garros y Colonia 2. Su último partido de 2021 lo disputó en el Challenger de Parma 2, del cual tuvo que retirarse en primera ronda ante Blaz Kavcic. ¿El motivo? Hernia.
Tras dos operaciones y una inactividad de siete meses, que conllevó que cayera por debajo del Top 150, recién pudo volver a salir a las canchas en julio de 2021 en el ATP 250 de Los Cabos. Su rival fue su compatriota Brandon Nakashima quien lo derrotó en tres sets. Pese a la inactividad, el partido había sido muy bueno. Su tenis comenzó a fluir con el correr de los meses y logró un título en el Challenger de Las Vegas y ser semifinalista en los Challengers de Columbus, Charlottesville y Champaign.
En 2022 inició el año como número 174 del planeta y empezó a dar de que hablar en el ATP 500 de Acapulco. Tras superar la qualy, derrotó en primera ronda a Lorenzo Sonego, número 21 del mundo en ese entonces. Posteriormente, en Indian Wells, hizo lo propio frente a Hugo Gastón, en Miami contra Daniel Altmaier y en Houston se cargó a su compatriota Jenson Brooksby.
Los buenos resultados le otorgaron algunos puntos para subir en el ranking pero su mayor fuerte estuvo, nuevamente, en los Challengers. Buenas participaciones en Sarasota, Tallahassee, Savannah y Orlando posibilitaron que escale hasta el Top 115. Estas performance hicieron que se le otorgara una wild card en Washington pese a retirarse en la primera ronda de la qualy de Atlanta.
En la capital federal de los Estados Unidos, el oriundo de Ohio superó a dos tenistas de renombre: Denis Shapovalov y Holger Rune. Estas victorias posibilitaron que escale como nunca en el ranking mundial para ser, virtualmente, N°83. Su próximo desafío será el primer preclasificado del torneo: Andrey Rublev.
Ahora aquel chico que irrumpió en el circuito con el look de uno de sus ídolos, André Agassi, está ante la chance de dar otro batacazo. Y justamente sobre el ex N°1 del mundo declaró en 2020: "A lo largo de su carrera, Andre se ha divertido mucho con su cabello y estilo. Nos regaló momentos increíbles. Todavía me gusta repasar algunos de sus mejores juegos. No puedo decir que mi pelo esté basado 100% en el peinado que usa Agassi, pero en cierto modo es un verdadero homenaje a su persona".
Con el cabello más corto pero con las mismas ganas de crecer y superar adversidades, JJ Wolf está en el camino de seguir desarrollándose. Y así lo explicó: "Solo quiero ver hasta dónde puedo llegar y ser lo mejor que puedo ser. Si eso es 50° o 20° o 1° del mundo, no me importa. Solo intento maximizar mi habilidad".