A pocos días del inicio del cuadro principal del WTA 250 de Praga (República Checa), los organizadores del torneo decidieron vetar del torneo a las jugadoras rusas y bielorrusas.
Según informó Reuters, la policía checa impidió que una tenista rusa ingresara al país antes del torneo. Esto se debió a que República Checa emitió una nueva resolución gubernamental que prohíbe a los atletas de Rusia o Bielorrusia competir en eventos en territorio checo, permitiendo que se les revoquen sus visas.
Las jugadoras que tenían previsto participar en este certamen eran Aliaksandra Sasnovich (Bielorrusia, N°75) y Evgeniya Rodina (Rusia, N°289) además de Diana Shnaider (Rusia, N°101), Polina Kudermetova (Rusia, N°157) y Erika Andreeva (Rusia, N°156) quienes iban a ingresar a la qualy del torneo.
Miroslav Maly, director del torneo, expresó: "La dirección del torneo respeta plenamente la postura actual de las autoridades estatales. No esperamos que ningún jugador con ciudadanía rusa o bielorrusa participe en el torneo en esta situación".
Tras esta situación, la WTA expresó al respecto: "Las jugadoras individuales de la WTA cuya nacionalidad sea rusa/bielorrusa continúan compitiendo en el Tour de forma neutral. A pesar de su neutralidad, las autoridades del gobierno checo niegan a algunas jugadoras de la WTA la posibilidad de competir en el evento WTA 250 programado para la próxima semana en Praga".
Y concluyó: "Las reglas de la WTA establecen que todos los jugadores deben poder competir en la WTA basándose únicamente en el mérito, sin discriminación. Continuaremos revisando la situación a medida que tengamos en cuenta consideraciones importantes en torno a estos complejos problemas geopolíticos"