En pleno Masters 1000 de París, en la antesala a su debut en las canchas indoor de Bercy, el serbio Novak Djokovic habló del tramo final de su rica carrera profesional. El actual N°1 del mundo dijo que coincide con lo dicho recientemente por el croata Goran Ivanisevic, su entrenador, sobre la motivación extra que necesita el diestro de Belgrado.
Tras un mes y medio de descanso, Djokovic reaparece en el circuito ATP. Espera por el ganador del duelo del martes entre el argentino Tomás Martín Etcheverry y el serbio Miomir Kecmanovic.
Hace pocos días, Ivanisevic comentó acerca de las dificultades que conlleva entrenar a alguien como Djokovic, ya que no es fácil motivar a alguien tan ganador. En charla con Eurosport se mostró abierto.
"Me siento bendecido por la carrera que tuve en el tenis, pero es cierto que ahora necesito incluso un extra de motivación en esta última etapa de mi carrera, que hace quizás cinco o diez años. Es distinto. Mi vida evolucionó, sigue hacia adelante. Tengo dos hijos, de nueve y seis años. Me rompe el corazón cada vez que los dejo. Tengo que gestionar este tipo de sentimientos cuando viajo, así que cuando lo hago, quiero realmente ganar. Quiero que ese viaje merezca la pena", contó el serbio.
"Goran (Ivanisevic) y el resto del equipo intentan buscar diferentes maneras de motivarme. No tuvieron mucho éxito últimamente, pero lo intentan. Nos lo pasamos muy bien, somos grandes amigos. Tenemos una relación profesional, pero quiero mucho a Goran como persona. Era uno de los jugadores en los que me fijaba de joven, venimos de países cercanos, por lo que hablamos el mismo idioma, eso hace las cosas más fáciles”, agregó.
Además, se lo consultó sobre si ya tiene elegido el color de la chaqueta del Grand Slam N°25, si es que logra aumentar el récord histórico que tiene de 24 y puede obtener un Major más en singles.
“Esos son buenos problemas para tener. Podría suceder en enero, en Australia, sería increíble. Pase lo que pase, estoy muy contento con el 24° Grand Slam. Sé que la gente, especialmente de mi país, piensa ya en el 25°, incluso en ganar 30. Si fuera tan fácil, estaría genial. Siento que soy como un gato con nueve vidas y que pierdo una en cada Grand Slam", admitió.
"Uno debe invertir mucha energía no solo física, pero también mental de estar completamente metido en esa competencia, ahora incluso más que antes. Con 36 años, vives algunos momentos más intensos y necesitas más energía para conseguir los resultados, esa es la razón por la que tengo más tiempo para descansar. Necesito recargar las baterías para seguir”, expresó.