Iga Swiatek (1ª del mundo) dejó atrás la dolorosa derrota de semifinales ante Qinwen Zheng (6ª) y se quedó con la medalla de Bronce en los Juegos Olímpicos. La polaca, ganadora nata, se hizo gigante este viernes al otorgarle a su país la primera presea tenística de la historia.
La joven de Varsovia, cuatro veces campeona de Roland Garros y dueña de 22 trofeos en la WTA, brilló en ese suelo ante la revelación de las olimpiadas, la eslovaca Anna-Karolina Schmiedlova (67ª), y con un sólido resultado de 6-2 y 6-1 culminó un torneo excelso, pese a la insatisfacción personal de no haber luchado por la de Oro.
Sin poder contener las lágrimas, que ayer fueron de tristeza y hoy de felicidad, la extraordinaria polaca se convirtió en la cuarta número uno del planeta en conseguir una medalla en la emblemática cita desde la publicación del ranking en 1975. Antes lo hicieron la alemana Steffi Graf (Oro en Seúl 1988), la belga Justine Henin (Oro en Atenas 2004) y la bielorrusa Victoria Azarenka (bronce en Londres 2012).
Con un nivel de tenis soberbio, la pupila de Tomasz Wiktorowski, que en su paso al éxito superó a la rumana Irina-Camelia Begu, la francesa Diane Parry, la china Xiyu Wang y la estadounidense Danielle Collins, antes de perder con la mencionada asiática, arrasó en el partido por el tercer puesto y consiguió entrar en el prestigioso podio del evento multidisciplinario más importante de la historia.
"Estoy feliz de poder sumar otro éxito además de los títulos de Roland Garros", afirmó Swiatek, que no perdía un partido en la sede del Abierto de Francia desde 2021, apenas concluida su campaña en París.