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Quién es João Fonseca, el juvenil brasileño que quiere ganar Grand Slams y ser N°1 del mundo

Fonseca se convirtió en el segundo brasileño en semifinales del Argentina Open, luego del histórico Kuerten. @ArgentinaOpen

Muy cada tanto aparecen esos jugadores destinados al éxito rotundo, esos que alcanza con verlos en acción tan solo una vez para darse cuenta que se trata de un fuera de serie. El brasileño João Fonseca (99°) integra ese selecto grupo y no hace más que confirmarlo en cada oportunidad que salta a la cancha, en esta ocasión en el Argentina Open.

Gracias a una Special Exemption (SE) disponible para aquellos Sub 20 destacados, el ATP 250 de Buenos Aires se dio el gusto de recibir en su 25° edición a una de las máximas promesas del circuito masculino, quien se deshizo de cuatro locales en fila como Tomás Etcheverry (44°), Federico Coria (115°), Mariano Navone (47°) y Francisco Cerúndolo (28°) para transformarse el nuevo campeón del Argentina Open, al igual que su compatriota Gustavo Kuerten, en 2001.

Introducido hace tiempo como uno de los mejores proyectos de la región, el nacido en Río de Janeiro, de solo 18 años y dueño de una potente derecha, sigue demostrando que posee argumentos de sobra para competirle de igual a igual a cualquier rival, sea en la superficie que sea, presentándose como un posible contrincante del italiano Jannik Sinner (1°) y del español Carlos Alcaraz (3°) en un futuro no muy lejano.

Amante de los deportes desde temprana edad, el carico se inclinó por la pelota fluorescente, dejando a un lado el surf, el vóley, el fútbol y la escalada, entre otros, a los 11, cuando conoció a su entrenador Guilherme Teixeira, que lo acompañó y lo guió desde entonces, al punto de considerarlo como su segundo padre, hasta transformarlo en número 1 del mundo juvenil y campeón del US Open 2023 júnior.

Pese a tener un acuerdo cerrado con la Universidad de Virginia, Estados Unidos, el fanático del suizo Roger Federer, quien justamente lo apadrina con su marca deportiva, al igual que a la polaca Iga Swiatek y al norteamericano Ben Shelton, y se estrenaría absolutamente en el circuito ATP en el 2023 al recibir una invitación en el Río Open, recalcularía a tiempo en febrero pasado, decantándose por el profesionalismo al comprobar que sus condiciones en cancha le permitirían ingresar directamente en el Tour.

Meses después, confesaría que el italiano Jannik Sinner (1°) sería de vital importancia para tomar la decisión sobre su futuro: "Me dijo sonriendo que yo era demasiado bueno para jugar a nivel universitario y me aconsejó que pasara directamente al profesionalismo. Es realmente un tipo maravilloso, al final podemos decir que escuché sus consejos".

Su ciudad natal se transformaría en el punto de inflexión, porque, después de sumar triunfos a nivel Challenger, nuevamente percibiría una wild card para registrar su primer triunfo en el máximo nivel, avanzar hasta cuartos de final, eliminado a rivales de peso como el francés Arthur Fils y el chileno Cristian Garín, previo a ceder versus el mencionado Navone, escalar más de 300 puestos en el ranking y presentarse en sociedad.

Los meses posteriores serían épocas de adaptación para la joya verdeamarela, quien se metería nuevamente entre los ocho mejores de un torneo en el ATP 250 de Bucarest, estrenaría su palmarés Challenger al coronarse en Lexington, encadenaría revitalizantes éxitos en Copa Davis y no se despegaría de su principal objetivo al sumar puntos de cara al prestigioso evento celebrado en el continente asiático.

En el final de 2024, Fonseca, el cual reveló que le gustaría jugar un partido en especial para cambiar la historia del tenis, se consagraría de manera invicta en las Next Gen Finals de Yeda, Arabia Saudita, al derrotar a Fils, Learner Tien, en dos ocasiones, Jakub Mensik y Luca Van Assche.

El 2025 comenzaría de la mejor manera, porque alzaría su segundo trofeo Challenger, en Canberra, atravesaría por primera ocasión la qualy en un torneo Grand Slam, en el Abierto de Australia, dándose el lujo de sorprender al ruso Andrey Rublev en la ronda inicial, y replicaría su nivel en el polvo de ladrillo porteño al estrenarse absolutamente en unas semifinales en el Tour.

Solo el tiempo dirá si logra cumplir con todas las expectativas generadas a su alrededor, aunque el tenis sudamericano probablemente gozará de un embajador de categoría y personalidad durante al menos la próxima década y media.