Para ser tenista profesional se requiere una fuerza mental muy importante. Pero el desafío se pone más difícil cuando el jugador está atravesando algún problema de salud en el medio de su partido. Ese fue el caso de la estadounidense Peyton Stearns (42 del ranking WTA), que sufrió en su encuentro ante Naomi Osaka en el WTA 1000 de Roma.
La tenista de 23 años demostró todo su coraje para seguir compitiendo a pesar de sentirse mal. El esfuerzo tuvo su recompensa porque Osaka no pudo cerrarlo y Stearns pasó a los cuartos de final de Roma. Nada mal tratándose de una batalla de tres sets, que se definió por tiebreak.
"Hacía tiempo que no me esforzaba tanto y llegaba más allá de mis límites. Mi único objetivo en el tiebreak era no vomitar en mitad de la pista", remarcó en declaraciones post partido.
Pero instantes después del saludo final, la ganadora tuvo que hacerlo evidenciando que realmente estaba descompuesta. Para lo que sí tuvo fuerzas es para alentarse luego de salvar los break points de Osaka, que desperdició seis chances en la manga final.
Lo destacable de la surgida en la Universidad de Texas es que siguió en partido todo momento. A comienzos de este año, la excesivamente larga pausa fuera del estadio de Jannik Sinner trajo mucha polémica en su partido ante Holger Rune.
Lo próximo para Stearns será enfrentar a Elina Svitolina o Danielle Collins.
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