Tras otro año con polémicas presentes, Bernard Tomic mostró su mejor cara en Chengdú y venció en tres sets a Fabio Fognini para levantar su cuarto trofeo ATP, el primero en más de tres años.
Tomic, que venía desde la qualy, se impuso por 6-1, 3-6 y 7-6 (7), después de salvar cuatro match points en el tiebreak decisivo. Toda una prueba de carácter para un jugador cargado de talento pero varias veces acusado de "tirar" partidos y torneos.
En efecto, el australiano, que ostenta el récord poco feliz del encuentro más rápido en la historia ATP (derrota en 28 minutos, en Miami 2014), había comenzado el año lejos de toda gloria deportiva...
Vencido en la qualy de Australia, evento donde había sabido pisar cuartos de final años atrás, Tomic dejó la raqueta a un costado y participó de un reality show de supervivencia en su país ("Soy una celebridad, sáquenme de aquí", el gráfico título del programa).
Pero solo aguanto dos días en la selva: "Me deprimió y me dio ganas de probar de nuevo con el tenis. Mi objetivo es demostrarle a todos que se equivocaron conmigo y que puedo volver a ser un jugador top", lanzaba por entonces.
Para mayo, aún sin triunfos ATP en la temporada, caía hasta el escalón 243 del ranking. Pero de a poco retornaría, efectivamente, el mejor Tomic: una final Challenger, semifinal ATP en la previa a Wimbledon y título en la Academia Rafa Nadal (que desde este año organiza un torneo oficial en el circuito Challenger) lo devolvieron cerca del Top 100.
En China, la parábola tocó su pico máximo en tres temporadas: título, redención y retorno al Top 100 tras más de un año, con panorama más que favorable para tener acceso directo al próximo Abierto de Australia. ¿Será 2019 su año de explosión?