Para conocer a los finalistas del ATP de 's-Hertogenbosch, la trama de sábado y domingo tuvo una definición surreal en el césped holandés.
Por la lluvia recurrente, las semifinales del sábado se programaron en paralelo, en canchas separadas. Pero el agua volvió a escena sin que pudiera terminar ningún partido.
La organización quería concluir la jornada a como diera lugar y aun siendo más de las ocho de la noche abrió nuevamente las puertas del estadio, sacó las lonas y levantó la red para reanudar la acción. Solo para cancelar definitivamente lo programado minutos después...
¿Por qué la obstinación? Porque ambos partidos estaban a unos pocos puntos de concluir: Jordan Thompson sacaba para match ante Richard Gasquet, mientras que Adrian Mannarino y Borna Coric jugaban un tiebreak decisivo en el tercer set.
No hubo caso. Aun sin lluvia, la pista seguía siendo peligrosa luego del aguacero, y los propios jugadores se quejaban de que ya no había suficiente luz para competir en condiciones.
Así las cosas, todo se postergó hasta primera hora del domingo. 11 de la mañana, los cuatro de nuevo en cancha. Un par de minutos después, todos en vestuarios. ¿Otra vez la lluvia? No, partidos terminados.
Thompson reanudó 7-5 5-3 30-40 ante Gasquet. Ganó ¡tres puntos! y eso fue todo. En la otra semifinal se extendieron el doble: sí, seis puntos...
"Estuve pensando 100 veces dónde sacar cuando retomáramos. Todavía tengo esa tensión", reveló post partido Mannarino, ganador ante Coric.
Dos partidos, nueve puntos. Tardaron más en el calentamiento previo que en la acción en cancha. Y pocas horas después, de nuevo a escena para definir el título. Claro, si la lluvia lo permite.