Andrey Rublev, Nº 7 de la clasificación ATP, atraviesa un 2023 fantástico. Con un tenis mucho más confiable que años atrás y no por eso menos agresivo, el ruso logró meterse en el ring final del Masters 1000 de Shanghai. Lo hizo tras vencer al búlgaro Grigor Dimitrov (19º) con parciales de 7-6 (7) y 6-3.
Un partido con oscilaciones entre dos de los mejores jugadores del certamen chino. El primer parcial se dirimió con un tiebreak y fue crucial para el resto del match. Desde allí, el moscovita, que pasó momentos de frustración y enojo, recuperó la calma y tomó la iniciativa para eliminar al elegante búlgaro de revés de una mano y asegurarse su plaza entre los cinco mejores del ranking mundial (puede ser Nº4 si gana el título).
En conferencia de prensa, Rublev, que accedió a su sexta final de la temporada e intentará conquistar el segundo Masters 1000 de su carrera (ganó Monte-Carlo este año), analizó el compromiso ante Dimitrov y se refirió a los ataques de ira que suelen ser recurrentes en él.
"Ser expresivo en la cancha no me está ayudando en absoluto. Estoy tratando de quitármelo, de no hacer esas cosas, porque no me ayuda y se ve muy feo. En algunos partidos es un poco más fácil controlar las emociones, pero en otros, como el de hoy, sientes más estrés, desafortunadamente. Hay más presión por ser una semifinal y eso hace que sea más difícil de manejar. No es agradable de ver, estoy trabajando para eliminarlo", aseguró tajante el nacido en Moscú.
También sostuvo que llegar a una definición, sea el torneo que sea, siempre es gratificante. "No importa si tuviste un partido de sets corridos o una batalla súper dura de tres sets, estar en la final siempre es especial. A veces quieres estar en una final con el menor esfuerzo posible para estar más fresco, pero el solo hecho de llegar especial", agregó.
Rublev dijo que "fue un partido igualado", que ambos tuvieron oportunidades de ganar y que "al final tuve un poco más de suerte". De esta manera, el ruso de 25 año jugará por el trono de un Masters 1000 por cuarta vez (ganó una y perdió tres) y buscará alzar su trofeo Nº15.
Su rival será el polaco Hubert Hurkacz, quien derrotó a Sebastian Korda en dos parciales. Consultado sobre dicho encuentro, el moscovita cerró: "Hubi es un jugador muy duro y difícil de enfrentar. Tiene buenos golpes desde la línea de fondo, se mueve bien, sobre todo para su altura y tiene un buen juego defensivo. El servicio, además, es uno de los mejores del circuito, asique tendré que estar súper concentrado todo el tiempo".
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