NUEVA YORK – Caitlin Clark fue asediada. Con 53 minutos en el reloj hasta el partido del sábado por la tarde del Indiana Fever contra el New York Liberty, el personal de seguridad la flanqueó mientras caminaba detrás de las bancas de los equipos para firmar autógrafos después de terminar una parte de su rutina previa al juego.
Como polillas a una luz, fanáticos de varias secciones del Barclays Center descendieron sobre Clark, siguiéndola por la barandilla mientras se dirigía hacia el túnel. Niños pequeños y adultos, vestidos con ropa del Fever y del Liberty, la llamaban con la esperanza de ser el próximo fan en conseguir una selfie o un autógrafo.
La gira de Caitlin Clark se graduó oficialmente de los estadios Big Ten a la WNBA. Casi 44,000 fanáticos con entradas agotadas en tres ciudades diferentes acudieron en masa para presenciar a la selección No. 1 del draft de 2024 y líder anotadora de la División I de la NCAA tomar la cancha para sus primeros partidos de baloncesto profesional. Muchos más vieron por televisión, incluidos 2.1 millones para el partido inaugural de la temporada de Indiana el martes, el partido de la WNBA más visto desde 2001.
Pero este capítulo del viaje de Clark hasta ahora tiene un aura de desconocimiento en comparación con su carrera de libro de cuentos en Iowa, en la que las Hawkeyes se quedaron a punto de ganar el campeonato nacional en las últimas dos temporadas. El Fever tiene marca de 0-3 de cara a la revancha del lunes contra el Connecticut Sun (7 p.m. ET, por ESPN Deportes y por ESPN+). Dos de sus derrotas fueron por paliza.
Y a nivel individual, Clark, que nunca perdió tres juegos consecutivos en Iowa, ha tenido sus altibajos ya que ha luchado con el juego físico, jugando con nuevas compañeras de equipo y enfrentándose a mejores defensas. Es la cuarta jugadora en la historia de la WNBA en sumar 50 puntos y 15 asistencias en los primeros tres partidos de su carrera, pero también ha cometido 21 pérdidas de balón, la mayor cantidad en los primeros tres partidos de una jugadora en la historia de la liga.
Exacerbado por un calendario brutal que es particularmente implacable para un equipo joven e inexperto, el ajuste a la WNBA se está desarrollando tal como las leyendas Sheryl Swoopes y Diana Taurasi advirtieron que sucedería. Exactamente como la propia Clark, así como la entrenador y la gerente general de Indiana, habían reconocido que sería el caso.
"Sé que el mundo exterior piensa que voy a hacer cosas increíbles, pero eso podría llevar algún tiempo", dijo Clark el martes por la mañana, antes de su primer partido de la temporada regular.
"Esta es la liga profesional", dijo el sábado su compañera de equipo Kelsey Mitchell. "No sé qué espera la gente o qué está buscando. Pero [unirse como equipo] llevará un poco de tiempo".
CLARK ESTABA LLENA DE EMOCIÓN en el período previo a su debut profesional contra el Sun. Había jugado en los partidos de pretemporada de Indiana, pero este era el momento genuino, dijo. Le dejaba claro lo afortunada que es de tener esto como su trabajo, y dijo que estaba inquieta esperando el horario de las 7:30 p.m para el salto entre dos.
"Este definitivamente está a la altura de algunos de los mejores momentos de mi vida, sin duda", dijo Clark antes de la derrota de Indiana por 92-71.
Ella sabía que los equipos serían físicos con ella. Al enfrentarse no solo a dos de los tres mejores equipos de la liga la semana pasada, sino específicamente a dos de las mejores defensas, Clark fue perseguida por las principales defensoras del perímetro como DiJonai Carrington de Connecticut, una de las máximas candidatas a Jugadora de Mayor Progreso de la WNBA, y Betnijah Laney-Hamilton de New York, dos veces seleccionada al equipo All-Defensive.
Cuando no eran esas dos, la ex candidata a Jugadora Más Valiosa, Alyssa Thomas, ayudó a que Clark se metiera en problemas de faltas, o la escolta del Sun, Rachel Banham, la empujó deslizándose por la pintura como defensora de ayuda mientras Clark se lanzaba a anotar una bandeja. En el otro extremo de la cancha, la dos veces Jugadora Más Valiosa, Breanna Stewart, colocó una pantalla como pared de ladrillos el sábado que envió a Clark al suelo.
Caitlin Clark anota nueve puntos a favor de Indiana Fever, pero no es suficiente, ya que caen ante New York Liberty 102-66.
Luego de una actuación de 22 puntos contra el Liberty el sábado, la mejor salida anotadora que Clark ha tenido como profesional, así como también la más eficiente (9 de 17 tiros de campo), Clark está promediando 17.0 puntos sobre 40.0% de tiros (32.1% de triples), además de 4.3 rebotes, 5.7 asistencias y 7.0 pérdidas de balón.
Eso sería considerado un "gran" comienzo para cualquier otro jugadora, dijo la entrenadora del Fever, Christie Sides, antes del partido del sábado. Las expectativas son así de altas para Clark y, por extensión, para el Fever.
"Cuando veo todas estas cosas de las que la gente habla con Caitlin Clark, pienso ‘Gente, tranquila’. Ella va a estar bien", dijo el viernes la entrenadora del Sun, Stephanie White. "Solo van dos juegos. ¿Están bromeando?"
Más allá de Clark, Indiana, que busca su primera postemporada desde 2016, ha tenido problemas con su ejecución tanto ofensiva como defensiva. El revés del jueves por 102-66 ante Liberty marcó la derrota más grande de la franquicia en casi tres años y la segunda más grande en un primer partido de temporada en casa en la historia de la WNBA. Sides se quedó lamentando la falta de fortaleza mental y orgullo de su equipo, especialmente frente a los más de 17,000 fanáticos que llenaron el Gainbridge Fieldhouse.
En medio de tal atención y presión extraordinarias, la veterana del Fever, Erica Wheeler, quien como base armadora ha tomado a Clark bajo su ala, aconsejó a sus compañeras de equipo que se mantuvieran alejadas de las redes sociales. Mientras se esfuerzan por responsabilizarse mutuamente internamente, dijo, deben "permanecer juntas pase lo que pase".
La frustración de Clark ha sido obvia en ocasiones. Al final de la primera mitad contra el Sun, ella discutió con un oficial sobre la falta de un cobro antes de que Sides se interpusiera entre ellos y le diera un empujoncito a Clark para que se alejara. Su compañera de equipo Aliyah Boston salió de la cancha en el entretiempo con Clark, agarrándola del brazo mientras le explicaba por qué tal vez no recibiría esos cobros y le decía que tenía que estar tranquila y agresiva y "ser tú misma".
Dos días después, cuando Clark salió de la derrota en casa del Fever ante el Liberty (se vio limitada a anotaciones de un solo dígito, lo que ocurrió sólo una vez en 139 juegos en Iowa, durante su temporada de primer año), Clark, claramente irritada, chocó hoscamente los cinco con el personal y sus compañeras antes de sentarse en el banquillo.
Sin embargo, cuando se le pidió el sábado que describiera cómo iban las cosas hasta ahora, Clark respondió: "Honestamente, ha sido divertido, esto es a lo que te inscribiste". Estos primeros juegos son propicios para oportunidades de aprendizaje, dijo, y disfruta la oportunidad de jugar frente a grandes multitudes en nuevos estadios en la mejor liga que existe.
"Todas queremos ganar, eso es evidente", dijo Clark. "Pero al mismo tiempo, tiene que haber algún tipo de positivismo o realmente te perderás".
Caitlin Clark tuvo problemas al principio en su debut en la WNBA antes de terminar con 20 puntos en la derrota de las Indiana Fever ante las Connecticut Sun por 92-71.
LAS COSAS SIGUEN siendo un torbellino. Aparte de los juegos, hay sesiones de tiro y prácticas, sesiones de video, disponibilidad de medios y viajes (tanto por chárter como comercialmente, aunque la liga pasa a chárter de tiempo completo esta semana). Cuando un periodista le preguntó si había podido instalarse en Indianápolis, Clark dijo: "En realidad no", antes de agregar que espera poder asistir a la Zoobilation de la ciudad, un evento de gala en junio para recaudar fondos para el Zoológico de Indianápolis. Pronto, finalmente podrá mudarse de un hotel a un apartamento.
La derrota del sábado ante el Liberty parecía un paso en la dirección correcta. El Fever jugó con más ritmo, lo que ayudó a que la ofensiva fluyera mejor. Clark pensó que ella también fue más activa en ese sentido. Ella equilibró algunos triples con bajar hacia el aro (sus nueve goles de campo superaron los siete que había anotado en sus primeros dos juegos combinados) mientras que sus ocho asistencias fueron su mayor cantidad hasta el momento.
"Ella va a ser una muy buena jugadora, eso lo sé", dijo el sábado la entrenadora del Liberty, Sandy Brondello. "Es difícil llegar como la [selección] No. 1. ... A Kelsey Plum, le tomó un ajuste, miren lo que está haciendo ahora. Sabrina [Ionescu], miren el ajuste que hizo".
La defensa del Fever necesita trabajo. Indiana permitió 12 triples a New York en la primera mitad, así como 30 puntos en transición. Pero el Fever se recuperó de un déficit de 23 puntos para acercarse por 11 puntos (91-80) cuando sonó la chicharra final.
#WNBAxESPN
Sin embargo, el calendario no dará tregua durante algún tiempo. La racha actual de Indiana de siete juegos en 12 días para comenzar la temporada concluye con encuentros visitando al Seattle Storm el miércoles, en casa de las LA Sparks el viernes y visitando a Las Vegas Aces, las dos veces campeonas defensoras, el sábado. Los partidos sin mucho descanso no sólo son difíciles para las atletas, incluido Clark, quien está a solo unas semanas de una temporada universitaria de 39 juegos, sino que también hacen que el tiempo de práctica sea extremadamente limitado, que es probablemente lo que Sides más desea tener.
"Proceso" es la palabra que Sides sigue usando para describir la asimilación de Clark a la liga profesional. Se refiere no sólo a que Clark haya aprendido el juego profesional, sino también a la química de su equipo.
"Nos estamos esforzando por ser lo que Minnesota (Lynx) y Las Vegas son ... y les tomó tiempo", dijo Sides. "Así que ahora, con los ojos puestos en nosotras, la presión es diferente, pero aun así, no puedes saltarte pasos".