DALLAS - Luka Doncic no ha tenido muchas razones para mostrar su sonrisa contagiosa últimamente. Él cree de manera firme y contundente en los beneficios profesionales de disfrutar del básquetbol, pero eso es algo difícil de lograr cuando sus Dallas Mavericks habían perdido 10 de sus 13 juegos anteriores, como fue el caso cuando se presentó el sábado por la noche en el American Airlines Center.
Hay que darle una asistencia a Stephen Curry, la estrella de los Golden State Warriors, para devolverle la motivación a Doncic en dicho encuentro. Incluso en un estadio vacío, no hay nada que electrice la atmósfera de la NBA como cocinar con Curry. Ese fue ciertamente el caso el sábado, cuando 'Steph' acertó 11 de 19 triples y lanzó una ráfaga de tiros tontos, de esos que te hacen reír a carcajadas, camino a los 57 puntos en total.
Doncic aceptó alegremente la espectacular actuación de Curry como un desafío. Respondió con una salida que le recordó a la audiencia de televisión nacional por qué este joven de 21 años entró a esta temporada con el peso de las expectativas de MVP, igualando el récord de su carrera con 42 puntos y repartiendo 11 asistencias para llevar a Dallas a un emocionante, desesperado y necesario triunfo por 134 a 132.
"Obviamente, jugar contra Steph es divertido", dijo Doncic. "Tengo que divertirme más jugando para ser quien era antes. Solo tengo que volver a disfrutar el juego".
Si no disfrutó el sábado, el baloncesto probablemente no sea el deporte para usted. O quizás que no lo hizo es solo un alma amargada. ¿De qué otra manera se puede explicar el hecho de no sonreír cuando ves a Curry hacer un exagerado movimiento de hombros en el logo de media cancha después de finalizar una transición desde allí? ¿Cómo no puedes apreciar la belleza artística del mejor tirador de la historia de la NBA bailando antes de anotar desde esa distancia con una mano de su rival en la cara?
"Lo que hace Steph es algo increíble", destacó Doncic. "Creo que todos los tiros van a entrar cuando él lo intenta. Es increíble la forma en que juega y ello es agradable de ver, incluso si estás en el equipo contrario".
Como dijo el entrenador de los Mavs, Rick Carlisle, al hablar sobre Curry: "es uno de los jugadores por los que pagaría mucho dinero por verlo jugar".
Doncic, que solo está detrás de Curry entre los escoltas en las votaciones anticipadas del Juego de Estrellas, es definitivamente otro jugador que encaja en esa categoría. No es solo su capacidad para llenar la estadística de puntos, ahora tiene seis actuaciones de 40 puntos y 10 asistencias en la historia de la franquicia, por ejemplo, y crear momentos destacados que hacen que valga la pena comprar un boleto o al menos encender la televisión. Es un artista con un estilo raro, algo que tiene en común con las leyendas de la NBA que Carlisle ha observado de cerca antes.
"La cancha de baloncesto es su escenario", aseguró Carlisle sobre Doncic. "Chicos como él, y tengan en cuenta que pasé mucho tiempo al lado de Larry Bird o de Reggie Miller, se motivan cuando enfrente tienen un rival del nivel de Curry. Sienten que tienen una obligación si eres de esa clase de jugador. He visto varias veces a Bird o a Miller hacerlo.
"Simplemente encuentran la manera de tratar de igualar al rival y tratan de llegar a ese nivel para ayudar a tu equipo. Eso es exactamente lo que hizo".
Doncic nunca permitió que Curry tomara el control total del juego. Ciertamente hubo momentos en los que Steph fue imparable, pero Doncic siguió respondiendo. Por ejemplo: los últimos 90 segundos del segundo cuarto, cuando Curry coronó la mitad de sus 30 puntos con una bandeja y un par de triples largos e hizo un triple intercalado por un par de bonitas flotadoras. En ese lapso le dio a los Mavs una ventaja de ocho puntos de ventaja en el descanso.
Doncic, uno de los tiradores de largo alcance de mayor volumen y porcentaje más bajo de la liga, disparó como un "Splash Brother" el sábado por la noche. Logró 7 aciertos en 12 intentos de triples. Y mejoró a medida que el juego progresaba, acertando 3 de 5 triples en el último cuarto mientras los Mavs mantenían a raya a los Warriors. El más grande de ellos, le dio a Dallas una ventaja de siete puntos con 44.5 segundos por jugar.
"Sus ojos se iluminaron un poco", dijo Curry. "Hizo algunos peces gordos esta noche".
Por supuesto, una ventaja de siete puntos no es segura con Curry enfrente. Steph redujo la ventaja a cuatro puntos solo segundos después al anotar un triple tras un pase de Draymond Green. Entonces, de repente, fue un juego de un punto, después de que Curry bailó y anotó una bandeja más un libre adicional con 28.6 segundos en el reloj.
Imagínese la presión que sintieron los Mavs en ese momento, después de haber perdido 12 juegos consecutivos de una posesión, la tercera racha más larga en la historia de la NBA, según Elias Sports Bureau.
Esa racha, vale la pena señalar, incluyó solo juegos de temporada regular. Tal vez recuerde que Doncic puso el signo de exclamación en una obra maestra de los playoffs al dar un paso atrás y lanzar un triple para vencer al reloj del tiempo extra en la victoria del Juego 4 de Dallas sobre los LA Clippers la temporada pasada. Doncic tuvo un triple-doble de 43 puntos esa noche, cuando estaba en duda debido a un esguince de tobillo sufrido unas 36 horas antes. Aquella fue una actuación que eliminó cualquier duda de que el joven pertenecía al selecto grupo de los mejores de la liga.
De regreso a la hora decisiva del sábado por la noche, los Warriors decidieron que no iban a permitir que Doncic sellara este juego anotando, enviándole una doble marca a 30 pies del aro mientras el reloj de lanzamiento avanzaba. Doncic aceptó ese desafío entregando un pase de rebote a Maxi Kleber, quien se quedó solo en la esquina y acertó la daga de tres puntos.
"Es muy bueno", dijo Curry, inclinando su gorra hacia Doncic. "Ha demostrado eso desde su año de novato y ha mejorado en cada temporada. ¿Quién sabe qué tan alto es el techo para él?".
Será divertido descubrirlo.