Los Celtics buscan profundidad en la zona pintada del tabloncillo con la adición del veterano de 33 años
Los Boston Celtics se han movieron bien durante la temporada baja agregando piezas interesantes como Malcolm Brogdon y Danilo Gallinari, aunque lamentablemente para el último una lesión lo saca de los planes del equipo tal vez por toda la temporada regular.
Generalmente una ausencia de 6 a 12 meses es lo más común para una recuperación del ligamento cruzado anterior, lo sufrido por el italiano en Eurobasket, por lo que la organización tuvo que tomar una decisión de emergencia ya que se esperaba que pudiera jugar tanto como delantero de poder como alero.
También los problemas de rodilla sacaron de acción a Robert Williams III por un periodo estimado de 8 a 12 semanas, lo que dejó a los Celtics con un problema con los hombres que juegan en la pintura.
¿Es Blake Griffin la solución a esto? Ya el veterano de 33 años no tiene la explosividad que le caracterizó durante su etapa con Los Angeles Clippers pero en las últimas dos temporadas con los Brooklyn Nets demostró que puede quedarle algo en el tanque.
Griffin promedió 7.8 y 8.6 rebotes en las temporadas 2021 y 2022 respectivamente por cada 36 minutos de acción, números que pueden ser suficientes para justificar su contratación como un seguro viniendo desde la banca.
La mayor interrogante es si podrá jugar los minutos necesarios para que Al Horford pueda mantenerse fresco en el inicio de la campaña, mientras los Celtics apuntan otra vez a jugar la cantidad máxima de partidos como lo hicieran en las pasadas Finales.
Durante la temporada baja la carga de trabajo de Horford, que nunca había jugado en una serie final en su carrera de 15 temporadas, fue un tema de mucha conversación y los reportes apuntaron a que se le daría descanso en los partidos consecutivos y habría cierto control en su cantidad de minutos.
No obstante durante el Media Day de los Celtics, el dominicano declaró que se preparó durante el verano para “jugar mucho”, indicando que el objetivo fue mejorar su forma física para estar disponible al máximo nivel cuando el equipo lo requiera.
Ya Blake Griffin no es una superestrella de insólitas volcadas, pero si se mantiene saludable puede ser esa pieza que ayuda a mantener a Horford fresco durante el inicio de temporada ya que poner una alineación pequeña, con Grant Williams jugando un papel relevante, no siempre será posible de acuerdo al rival que tengan en frente.
“No vine demandando un rol específico. Es solo para llenar los huecos y ayudar a este equipo a ganar un campeonato”. Griffin tiene clara su misión en esta temporada.