Restaban 4 minutos y 12 segundos en el cronómetro del tercer partido de las Finales de la NBA. Boston Celtics le ganaba 93-90 a Dallas Mavericks, que se había recuperado de una desventaja de 21 puntos con un parcial de 20-2. En ese momento, más allá de la corta distancia en el marcador, se sentenció la historia. ¿Qué pasó? Luka Doncic chocó contra Jaylen Brown y cometió su sexta falta. La estrella de los Mavs cayó al suelo y así se derrumbó la ilusión de Dallas. El final, con la victoria de los Celtics 106-99 y la serie 3-0 fue un golpe aún más duro que el de Luka contra el piso de la cancha.
Jason Kidd, entrenador del equipo local, utilizó el challenge para que los árbitros revisaran la jugada."No tenía posición establecida y no había evidencia para cambiar el fallo", dijo Marc Davis tras observar varias repeticiones de la acción en los monitores.
Los Mavericks tuvieron 9 puntos de ventaja en los 38 minutos que jugó Doncic y perdieron por 16 en los 10 minutos que estuvo afuera. Todo un reflejo de la importancia del esloveno.
Kyrie Irving, máximo anotador del partido con 35 puntos, buscó ponerse el traje de héroe. Hizo un par de jugadas con su sello, acercó a su equipo por la mínima primero y luego dos veces por solo dos puntos. Pero no había resto para más.
Jaylen Brown, determinante a partir del tercer cuarto, anotó un doble fundamental para conseguir la brecha necesaria. "Hay que tener personalidad para tomar ese tiro. Le corre hielo por las venas", dijo Ernesto Jerez en su narración por ESPN. No le faltaba razón.
Dallas había reaccionado, intentaba lo imposible, ya sin Luka que sufría desde afuera con una toalla blanca sobre la cabeza, recibía el empuje de Dirk Nowitzki como representante principales de los campeones que justo un 12 de junio, 13 años antes, habían logrado el único título en la historia de los Mavericks.
Ese acierto de Brown, que finalizó con 30 puntos, fue demasiado. Él y Jayson Tatum, con 31 puntos, brillaron. Fue la noche de los Jays. Mostraron su mejor versión para una victoria que deja a los Celtics a un paso del título. Ningún equipo logró revertir un 0-3 en las 156 series de playoffs que estuvieron con ese resultado en la historia de la NBA.
El juego colectivo de los Celtics ante las individualidades de los Mavericks
Pase, pase, pase, pase y triple de Jaylen Brown. Así se lucían los Celtics en el tercer cuarto mientras construían una ventaja que parecía irrecuperable para los Mavericks.
Con la rotación de la pelota, Boston generaba espacios valiosos para encontrar tiros cómodos. Y a partir de eso, también utilizaba otros recursos como esa penetración de Brown que terminó con una volcada impresionante.
Pique, pique, pique, pique y tiro. Del otro lado, Luka iba para el aro como podía. Kyrie hacía malabares para encontrar un hueco para sacar el lanzamiento. Otra vez Doncic iba al choque. Y nuevamente Irving se las ingeniaba para anotar. Todo desde el dribbling.
"Es tremendo el desgaste que hace para poder tomar un tiro", analizaba Fabricio Oberto, que de juego colectivo entiende y mucho. Lo ejecutó y disfrutó en el seleccionado argentino y en San Antonio Spurs.
Los Celtics repartieron 26 asistencias en el tercer juego frente a solo 15 de los Mavericks y la diferencia crece si tomamos los tres partidos: 78 contra 45. Si bien en el tramo final del encuentro se olvidaron de la manera que los habían llevado a obtener 21 puntos de ventaja, el juego de pases fue con el que construyeron el triunfo.
Jayson Tatum y Jaylen Brown, el dúo dinámico de los Celtics
En el primer juego brilló Kristaps Porzingis, ausente este miércoles por una lesión. En el segundo lo hizo Jrue Holiday. En el tercero fue el turno de Tatum y Brown.
Las dos máximas estrellas de los Celtics habían rendido en los partidos en Boston, pero se les reclamó mayor protagonismo. Respondieron con creces: 61 puntos entre los dos.
Tatum y Brown forman el segundo dúo en la historia de los Celtics que anota al menos 30 puntos cada uno en un partido de Finales de la NBA. El anterior fue el de John Havlicek y Bailey Howell en 1968 contra los Lakers, según indicó ESPN Stats & Information. Y agregó que Brown y Tatum son la primera pareja de Boston en la que cada uno aportó como mínimo 30 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias en un encuentro de Finales.
Con su dupla estelar a máximo nivel, su juego colectivo en ataque, su defensa granítica y la historia a su favor, Boston Celtics está a un paso de la gloria. Busca llegar a 18 títulos de campeón, algo que ningún equipo logró. Espera desde 2008 para volver a adueñarse del trofeo Larry O'Brien. Ya lo tiene al alcance de la mano.