Federico Pereiras, escolta de Aguada, conversó con ESPN en el inicio de una nueva Liga Uruguaya de Básquetbol, recordó las finales con Peñarol de la temporada pasada, señaló desde cuándo le gusta tener el desafío de intentar contener al mejor del equipo rival y habló sobre los extranjeros Donald Sims y Victor Ruud.
En cualquier ámbito, hay roles que alguien debe cumplir. Funciones que difícilmente reciban el destaque que merecen, pero que no pueden quedar vacantes. En el fútbol, algún niño o niña deberá animarse a ir al arco cuando nadie quiere hacerlo; en el básquetbol, algún adolescente tendrá que levantar la mano para aceptar el desafío de hacerse cargo del más desnivelante del equipo de enfrente.
Pereiras, nacido el 8 de junio de 1994 y oriundo de Biguá, no sólo aceptó el desafío sin estar obligado, sino que le gustó y lo utilizó como motor de su carrera, en la que por ejemplo, y hasta el momento, ha ganado tres ligas con Aguada (2017-18, 2018-19 y 2023-24).
“Toda mi carrera prácticamente salió de ese desafío”
En diálogo con ESPN, Pereiras indicó que estudia mucho a sus rivales para buscar la manera de controlarlos y recordó: “Me pasó que cuando arranqué a jugar siempre lo sentí naturalmente; en formativas me gustaba defender al mejor, era como una prueba. Y cuando empiezo a jugar en Primera era la ventana que se me abre: en un principio yo entraba sólo para defender, por lo que enfoqué mi energía en mejorar mi defensa. Fue un distintivo que fue quedando”.
“En formativas, yo les decía a mis compañeros ‘yo quiero a este’ porque veía que era el mejorcito del rival. También me pasaba hasta en los entrenamientos que se armaban los equipos y si un compañero se ponía medio picante me gustaba agarrarlo y buscar el duelo personal para intentar pararlo. Fue algo que disfruté siempre”.
Apodado por este aspecto como ‘El Piraña’, el jugador de 30 años contó que desde un principio continuó trabajando su defensa intentando mejorar el uno contra uno, y recibiendo la ayuda de los cuerpos técnicos que ha tenido para seguir evolucionando.
Y valoró cuánto de su crecimiento como basquetbolista estuvo en función al desafío que le planteaban los rivales: “Toda mi carrera prácticamente salió de ese desafío. Tampoco fue algo que yo sufriera el defender y el no tirar, aunque obviamente quiere aportar en ataque y en defensa, pero a mí la defensa siempre me llamó”.
Consultado por otros jugadores de la liga con una gran labor defensiva, Pereiras mencionó a Patricio Prieto, escolta de Nacional nacido el 7 de diciembre de 2002: “El Pato está entre los mejores, también lo sufrí entrenando con él cuando se te pone con esa intensidad. Cuando él se pone con esa intensidad, se te hace muy incómodo jugar. Por ejemplo, no me sorprendió su defensa ante Sims en las semifinales de la temporada pasada porque es un gran defensa y tiene esa juventud como para seguir trabajándola”.
A propósito de Sims, Pereiras y el extranjero pudieron vivir la Liga 2023/24 siendo compañeros en Aguada: “Estuvo muy bueno. Pero no sólo en el sentido de que jodíamos que yo ya no lo iba a volver loco a él, y él no me iba a volver loco a mí, sino que lo podía tener todos los días y qué mejor para medirte que entrenando con Sims”.
“Es de los extranjeros más desnivelantes, siento que no hay más que eso, que es el nivel máximo por lo que es un privilegio. Es de otro nivel, no sólo por el talento para anotar que tiene, sino cómo lo pone a disposición del equipo, cómo hace jugar al equipo, y cómo en el día a día es el más profesional”, subrayó el uruguayo sobre el base estadounidense elegido como el MVP de la temporada pasada.
Las finales con Peñarol y la unión del grupo
Cuando se le preguntó por qué Aguada pudo ganar la Liga 2023/24, Pereiras comentó: “Son muchos factores; el primero que se me viene a la cabeza es porque teníamos un grupo muy unido, con mucho talento que es necesario, y sobre todo tuvimos la oportunidad de mantenernos todo el año juntos; fuimos el único equipo que no tuvo cambio ni de técnico ni de jugadores. Se unieron todas las piezas para llevarse una liga muy competitiva”.
“Cada victoria en las finales contra Peñarol tuvo su importancia. Si tengo que destacar una final, capaz que destaco el primer partido porque fue un partido parejo, se definió por una pelota y fue el hecho de sacarles la ventaja de la localía que después la pudimos mantener en nuestro estadio, e ir al Antel Arena en ventaja”.
“Momentos duros hubo varios. Recuerdo el partido dos, donde debíamos defender nuestra localía, y faltando un minuto 40 segundos ellos estaban arriba y se veía gris. Ahí Victor (Ruud) aparece con dos triples seguidos para llevarlo. Fue la diferencia entre un 2 a 0 y un 1 a 1; pondría ese punto como crítico”, señaló en ESPN.
Respecto a Ruud, Pereiras dijo: “Victor es un loco muy especial. Es un tipo que le gusta competir y ganar, pero muchas veces tiene sus altos y bajos, era más el desafío de parte nuestra el poner en las prácticas la energía para contagiarlo a él porque sabíamos que en el partido iba a ser al revés, que en las malas él nos iba a contagiar porque tiene mucho talento y cuando se pone a jugar es imparable”.
“¿Si se puede adivinar lo que está pensando Victor? No. Siempre hablé de eso con amigos y cuerpo técnico. Es lo que tiene, nunca sabés. El tipo capaz que viene en un día que está lloviendo, y te entrena como un caballo; y otro día no tiene ganas de entrenar. Es así, es Victor. La confianza de cara a las finales estaba. A él le gusta competir y qué mejor que estar compitiendo por un título, y él tiene las herramientas, lo demostró en el año, a él le gustan las más difíciles, capaz que se desmotiva cuando no siente un desafío. En las finales con Peñarol, con todo el clima que había, estaba cantado que iba a aparecer”.
Su sentimiento hacia Aguada
El 31 de mayo de 2022, Aguada anunciaba que, luego de seis temporadas, Pereiras no continuaba en el equipo. El escolta se incorporó a Nacional, club con el que llegó a las finales de la LUB 2022/23 (Hebraica y Macabi se consagró campeón), y en junio de 2023 se anunció su regreso a Aguada.
“Mi carrera como ficha la había hecho toda en Aguada, pero también entendí mi salida. El club se comunicó conmigo y le pareció que era momento de distanciarse. Iba a ser por un tiempo, no se sabía cuánto, pero yo tenía la intención de volver y ellos de tenerme de vuelta, por lo que fue sólo un año. También disfruté e hicimos una buena campaña en Nacional que me recibió muy bien, no tuvimos la suerte de terminarlo por el título, pero lo intentamos”.
“Sabía que en un momento iba a regresar, y no fue sólo volver, sino que hacerlo con un grupo muy interesante, también a nivel humano, y era algo que me motivaba mucho. Era volver a casa y encima con la posibilidad de pelear el campeonato”, afirmó Pereiras.
Consultado sobre las tres ligas que ganó con el rojiverde, el escolta expresó: “Son diferentes, aunque disfruté mucho los tres títulos. En el primero fue más un alivio que felicidad lo primero que sentí, porque veníamos de dos finales perdiendo en el juego siete, y estaba como ese debe con la gente. El segundo tuvo de especial el hecho de ser un bicampeonato, de volver a repetir”.
“Y este último título me agarró más maduro, disfrutando desde el principio. Y lo que tuvo de especial fue que fuimos un grupo que se mantuvo todo el año; es difícil que en un equipo tan popular y que busca el campeonato no haya cambios en el cuerpo técnico y en los jugadores. Fue especial porque los que arrancamos con este objetivo llegamos al final y lo cumplimos”.
Por último, Pereiras remarcó su vínculo con el aguatero: “Aguada es mi casa en lo que basquetbolístico. Y es una locura cómo lo siente la gente y te lo transmite. Si bien uno siempre busca salir campeón, no es lo mismo hacerlo en un lugar como acá que mueve tanta gente, con tanta felicidad que te termina llegando, se hace sentir y lo hace muy especial… Parte de mí está atada a Aguada”.