Con 40 puntos en su cuenta, Jalen Williams se vistió de héroe para el Thunder en el J5 de las Finales frente a los Pacers.
Más de cuarenta razones existieron en el quinto juego de las finales de la NBA para elegir a Jalen Williams como el Héroe del partido. Porque no fueron solo su cantidad de puntos anotados (40 precisamente) los que determinaron su elección, sino su liderazgo a ambos lados de la cancha, su compostura para adueñarse del partido, así como su capacidad de mantener la cabeza fría y la mano caliente para darle a su equipo respiros cuando el enemigo amenazaba.
Su planilla técnica habla por sí sola: 40 puntos en 35 minutos con una efectividad de tiros de cancha del 56% tras acertar 14 de sus 25 intentos. Sus porcentajes aumentaron desde la línea de triples al convertir 3 de 5 intentos (60%) y también desde los tiros libres con un 75% (9 de 12).
Sus estadísticas se completan con 6 rebotes, 4 asistencias, 1 robo y una sola pelota perdida.
El inicio del partido lo encontró en modo de actor de reparto, compartiendo cartel con Chet Holmgren y Shai Gilgeous-Alexander a la hora de anotar. Un total de 6 puntos y tres asistencias marcaba su planilla al final del primer cuarto.
Pero de ahí en más, Williams se convirtió en el actor principal: 10 puntos en el segundo cuarto, 13 en el tercero, para cerrar el partido con 11 puntos en el último parcial con los que el Oklahoma City Thunder aseguró la victoria y tomó ventaja por primera vez en estas Finales.
Por si fuera poco, Williams tuvo un +- de +14, empatado como el mejor número del Thunder en el partido junto a Luguentz Dort. No es un dato menor, como tampoco lo son sus 25.8 puntos, 5.6 rebotes y 4.2 asistencias de promedio que acumula en estas finales.
Antes del quinto partido, Sebastián Martínez Christensen planteaba un duelo de “escuderos” entre Williams y Pascal Siakam. Y si bien el de Indiana tuvo un juego brillante con 28 puntos, 60% de efectividad, 3 de 6 triples, 7 de 8 libre, 6 rebotes, 5 asistencias 3 robos y 2 tapones, no pudo evitar ser opacado y superado por la brillante noche de Jalen Williams.
Por culpa suya, la fanaticada de OKC terminó bailando con el Caballero iluminado por la luna, mientras los de Indiana se retiraron en silencio y caminando despacio por el lado oscuro de la luna.