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¿Por qué la extensión de contrato es buena para Doncic y Lakers?

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Los mejores años de Luka Doncic pueden ser con Lakers (1:50)

Sebastián Martínez-Christensen explica por qué el esloveno se convierte en un imán en busca de nuevos éxitos para los Lakers. (1:50)

Doncic firmó una extensión con los Lakers. Analizamos por qué es positivo para la estrella y para la franquicia.


La espera terminó y la noticia se dio a conocer en tiempo y forma: en el mediodía de la costa Este y a media mañana de la del Pacífico, Luka Doncic y Los Angeles Lakers acordaron extender el vínculo hasta el verano del 2028 por $165 millones de razones que no podían rechazarse.

En las últimas semanas se habían conocido señales que presagiaban un final feliz, aunque la incertidumbre siempre existió hasta que se hizo oficial. Fue una noticia que, seguramente, resultará mala para los 29 equipos restantes, pero altamente beneficiosa para el jugador y la franquicia.

Durante los próximos años, Doncic y Lakers solo deberán enfocarse a la dura tarea de intentar sumar un nuevo trofeo a las colmadas vitrinas del segundo equipo más ganador de la NBA y el que sería el primero para Luka.

¿Por qué el acuerdo es bueno para Doncic?

Este acuerdo acotado en años es altamente beneficioso para el jugador. Si bien podía firmar un contrato máximo de 4 años y un salario anual equivalente al 30% del dinero del tope salarial (algo así como $222 millones en total), el hecho de haber sacrificado tiempo en la duración del mismo puede traducirse en mayores ganancias en el futuro.

Lo que hoy firmó, significa que Luka Doncic podrá ser agente libre en el veranos del 2028, justo cuando cumpla 10 años de carrera en la NBA, hecho que lo habilita habilitado para firmar un nuevo contrato (con Lakers o cualquier equipo) a un promedio anual equivalente al 35% del tope salarial que rija por entonces.

También es bueno porque este contrato lo convierte en la nueva cara de la franquicia, y por ende, en la piedra fundamental del plantel. Por si hiciera falta aclararlo, de ahora en más los Lakers le han dado la llave del reino, apenas seis meses después de que Dallas le pusiera fin a su matrimonio tras dudar de su ética de trabajo y compromiso.

En febrero, Doncic se mostró defraudado por su viejo equipo mientras que ahora los Lakers apuestan todo por él. Ahora Luka tiene la oportunidad de redimirse en grande, aunque dependerá mucho de su voluntad poder lograrlo.

De todas maneras, las señales son buenas: en las últimas semanas, Doncic fue clave reclutando a jugadores como Deandre Ayton y Marcus Smart que terminaron firmando con el equipo angelino. Además, ha tomado con seriedad el reto de poder lograr la mejor condición física que le conociéramos desde que llegó a la NBA. Y eso habla de su madurez y compromiso.

Por delante le quedan tres temporadas para lograr llegar a lo más alto. También de convertirse en el nuevo ícono de una franquicia que no solo retira números de sus estrellas, sino que les agradece con su propia estatua. Y sabe que el equipo va a hacer todo lo posible para que ello ocurra.

¿Por qué el acuerdo es bueno para los Lakers?

Esta extensión contractual llega en el momento justo ya que a partir de octubre la franquicia tendrá un nuevo dueño en funciones. Se trata de Mark Walters, quien desde que se convirtió en dueño de Los Angeles Dodgers en la MLB, ha sabido crear un imperio. Y que nadie dude que tiene el mismo plan para los Lakers.

Hoy la cara de los Lakers es uno de los jugadores más talentosos de la competencia que apenas tiene 26 años. Firmando a Doncic acaban de asegurarse el cambio de mando que hasta ahora ejercía LeBron James quien, con 40 años sobre sus espaldas, se sabe que su futuro fuera de las canchas va a darse más temprano que tarde.

Hoy la franquicia con más glamour de toda la NBA, una de las dos más ganadoras de la historia y una marca deportiva que ha estado permanentemente asociada al éxito a pesar de haber pasado algunas épocas oscuras, tienen un dueño que no va a escatimar esfuerzos a la hora de volver a devolverle la grandeza a una franquicia que en los últimos años ha parecido navegar sin un rumbo claro.

Y a Luka Doncic, un jugador talentosísimo, carismático y más sediento de gloria que nunca, como uno de sus capitanes.