Una mes después de ser despedido como entrenador de los New York Knicks, Derek Fisher dijo que su despido no tiene que ver con su vida personal ni con el incidente con Matt Barnes.
En un ensayo para The Cauldron/Sports Illustrated titulado “Verdad", Fisher escribió que quería poner las cosas en su mandato con los Knicks y lo que nombro la “situación” de Matt Barnes.
Es la primera vez que Fisher habla desde que el presidente del equipo, Phil Jackson, lo despidió el 8 de febrero luego de una temporada y media.
“Durante este tiempo ha habido muchas notas y han hablado sobre mí, muchos de ellos apoyados sólo en rumores y chismes”, dijo Fisher. "Quiero que la gente entienda que no puedes hacer las cosas mal y salirte con la tuya. Vamos a abordar esta idea de que perdí mi trabajo debido a problemas de ‘carácter’ e ‘integridad’. No se trata sólo de algo falso, sino que resulta ofensivo”.
Fisher fue despedido durante una racha en que los Knicks perdieron nueve de 10 partidos.
“Cuando la organización me informó de su decisión, la conversación fue corta”, comentó Fisher. “El mensaje entre líneas fue que las cosas no están saliendo como esperaban. En ningún momento alguien de la reunión me dijo que las cosas que se hablan de mi vida personal me tuvieran distraído de mis tareas con el equipo o – más importante— que ninguno de mis jugadores ha expresado pérdida de confianza en mí como entrenador. No se ha discutido nada relacionado a eso”.
Fisher, quien obtuvo 17-65 en su primer temporada antes de obtener un 23-31 este año, dijo que no había perdido el vestidor y que los jugadores aún jugaban para él. Los Knicks (27-39) han perdido ocho de los 12 juegos luego del despido de Fisher.
Fisher detalló sobre el altercado con su ex compañero de Los Angeles Lakers y actual alero de los Memphis Grizzlies, Barnes.
El ex entrenador de los Knicks explicó que cuando se citó por primera vez con Govan, estaba separada de Barnes y “vivían separados por más de un año”.
“Lo mismo conmigo”, escribió Fisher. “Mi esposa y yo hemos estado separados por mucho tiempo; ella estaba en LA, yo estaba en New York. Matt y Gloria no trataron de mejorar las cosas, y sinceramente yo no la estuve viendo a espaldas de Matt o en secreto. No quería que la relación se hiciera pública, pero tampoco era algo que tratara de ocultar. No había razón para ello”.
Barnes explicó a Ramona Shelburne de ESPN que fue a casa de su ex esposa para ver a sus gemelos de 6 años cuando se molestó por un mensaje que recibió de uno de ellos.
“No sé qué pasó por la cabeza de Matt ese día de octubre cuando se apareció en casa de Gloria y comenzó a balancearse”, declaró Fisher. “No tomé represalias. Ninguno de los presentes hizo más que calmarlo, especialmente porque los hijos de Gloria y Matt estaban presentes. No hubo pelea. Eso es todo. No pasó nada más que eso”.
Barnes fue suspendido dos juegos por la NBA debido al incidente.
“Desafortunadamente, cuando los Knicks tomaron la decisión de dejarme ir, algunas personas – especialmente gente de lo medios— decidieron tomar ventaja de lo que pasaba en mi vida personal, tomando esos eventos como justificación para despedirme”, dijo Fisher. “El chisme vende periódicos y genera visitas, pero tengo el derecho de defenderme cuando se publican mentiras”.
Fisher dijo que la historia se filtró por alguien con un propósito.
“Definitivamente no desee que el incidente se volviera público”, escribió. "Como entrenador de la NBA, yo estaba más que consciente de que las acciones fuera de la cancha podrían provocar reflexiones sobre muchos otros más allá de mí. Y de pronto, la historia de una ‘pelea’ fue filtrada a los medios. Te dejaré especular quién lo filtró y por qué, y la naturaleza de su carácter. Mi reputación habla por sí sola”.
Fisher dijo que su relación con Barnes antes del altercado no era importante y que ciertamente no era un amigo cercano.
“Decir que teníamos historia antes del incidente es una exageración”, dijo Fisher sobre Barnes. “Jugamos juntos con Los Angeles Lakers durante la temporada 2010-2011, y un par de meses en la temporada corta del 2011-2012. Eso es todo, esa es la historia”.
“Durante ese tiempo fuimos compañeros, y nunca tuvimos problemas”, continuó Fisher. “Nunca tuvimos una relación real fuera de la cancha. Nuestros hijos no convivían, nuestras familias no interactuaban. No hubo fiestas de cumpleaños. No hubo cenas después de los partidos. No éramos amigos ni teníamos amigos en común”.
Fisher dijo que no está seguro de qué hará luego de que su primer etapa de entrenador sólo duró una temporada y media.
“Sé que no soy perfecto”, dijo Fisher. “Soy humano y defectuoso. He fallado. Tengo altibajos, como todos. Dicho eso, he estado en la NBA y bajo el ojo público por 20 años.
“Mucha gente me conoce bien y conocen mi verdadero comportamiento. No habría liderado a los equipos que lideré sin el carácter y la integridad que tengo”.