La saga más intrigante de la primavera en los Estados Unidos no está en los cines con “Batman vs. Superman” ni el “Capitán América” y tampoco involucra a alguna Kardashian en un show de televisión, sino que compenetra al mundo entero con la tensa calma que rodea al conflicto entre Chris Bosh y el Miami Heat.
Conflicto podría llegar a ser una palabra demasiado fuerte. Llamémoslo un desacuerdo. La relación entre el jugador y el club siempre ha sido y sigue siendo sumamente cordial y respetuosa. El problema es que Chris Bosh quiere jugar, pero el Heat no lo deja por más que él grite a los cuatro vientos que está listo.
Esto no es un capricho dirigencial, nadie está poniendo a Bosh en el “freezer” por mala conducta, sino que la condición de salud 'sin determinar' que sufrió en febrero de este año lo ha marginado de las cancha desde entonces. Bosh dice que se siente bien, el equipo dice que la precaución es la mejor medida.
Estamos hablando de que, en el peor de los casos, un codazo incidental a la cabeza bajando un rebote podría llegar a significar la muerte en vivo y en directo de un jugador en la cancha.
Aquí no hay buenos y malos, certezas y falsedades, sino que simplemente se trata de una situación sin precedentes en la que la vida de un ser humano está en juego. A continuación repasamos quienes son los protagonistas de una disputa que yace durmiente como un volcán a punto de hacer erupción.
Chris Bosh (Ala pivot, estrella del Miami Heat)
El hombre en el centro de la escena. Dos veces campeón de la NBA, el jugador mejor pagado del Heat con un salario de 22 millones de dólares que se le está pagando religiosamente a pesar de su extensa inactividad, y por sobre todas las cosas padre de cinco hijos que lo idolatran y necesitan más que cualquier simpatizante de Miami.
Su legado está asegurado, ¿qué le haría querer arriesgar su vida de esta manera?
Bueno, primero que nada, él claramente no siente que está arriesgando su vida y se siente mucho mejor que el año pasado.
Segundo, él es un líder que debió sentir una impotencia tremenda cuando vio a sus compañeros ser criticados y vapuleados tras perder tres juegos seguidos contra los Charlotte Hornets en la primera ronda de los playoffs.
Además, ahora su actual franquicia se mide ante los Toronto Raptors, su ex equipo. Si el Heat supera ese escollo, lo más probable es que LeBron James y los Cleveland Cavaliers los estén esperando en las Finales de la Conferencia Este.
Esta es una oportunidad única que quizás nunca se le vuelva a presentar, y él no se conforma con ser parte de ella como mero espectador.
No es que él esté bien o mal pensando así, sino que hay que entender al orgullo de un deportista y la ambición de un tipo que no se conforma con coleccionar sus millones de dólares sin hacer nada.
Los doctores
Según Dan LeBatard, el conductor de “El Show de Dan LeBatard” en ESPN Radio que habló con fuentes cercanas a la situación, Bosh y su gente “han recorrido el mundo entero tratando de encontrar a un doctor que lo dé de alta, y ellos cuentan con alguien en quien confían dispuesto a permitirle asumir el riesgo, pero eso no se combina con todas las otras opiniones contrarias”
Asumir el riesgo. Esas son las tres palabras clave.
Esto no es nuevo. En febrero de este año, el Miami Herald habló con el doctor Robert Myerburg, un especialista en el tema, y Myerburg dijo que “si te golpean en la cabeza (con la condición de Bosh), eso puede llegar a ser fatal o dejarte discapacitado…Lo que más nos preocupa es un derrame de sangre en el cerebro”. Con un diagnosis así, la precaución y ansias de ambas partes es entendible.
Puede haber un doctor entre 10 que esté dispuesto a complacer tus deseos, siempre hay un “Dr. Nick” por algún lado, pero asumir el riesgo de hacer oídos sordos a la mayoría de aquellos que se ganan la vida siendo los guardianes de la salud para solamente escuchar el canto de la sirena que te seduce no parece ser muy recomendable que digamos.
Adrienne Bosh (Esposa de Chris)
Adrienne creó el hashtag #BringBackBosh (#RegresenABosh) que se viralizó en Twitter y se expandió como un incendio forestal a través de las redes sociales.
#BringBoshBack RT @EthanJSkolnick: @My_view_in_life They're really missing Bosh now
— Adrienne Bosh (@MrsAdrienneBosh) April 26, 2016
Ella no está equivocada, el Heat extraña a Chris Bosh, ¿pero acaso es esa la mejor solución? ¿El poner a los aficionados en contra del mismo equipo que vela por la salud de tu esposo?
Pat Riley (Presidente del Heat)
Riley y su gente han manejado a este asunto con la discreción acorde a lo que requiere y la sensibilidad apropiada para uno de los pilares de su franquicia, previniendo reportes de “fuentes anónimas” y otorgando información en la medida de lo necesario, nada más y nada menos.
Es ese tipo de criterio lo que convierte al Heat en una franquicia modelo del deporte y lo que le otorga veracidad al concepto de la “familia” que tanto promueven. Los temas importantes se resuelven puertas adentro.
Es justamente esa filosofía la que provocó que haya tantas cejas levantadas ante la aparente rebeldía de Bosh.
El Heat no puede ganar en esta batalla de percepción pública. Si juega Bosh, la gente va a cuestionar al equipo por poner su salud en riesgo…si no juega, entonces le está bloqueando su derecho de jugar.
Así que a Riley solo le queda plantarse firme con su convicción, por más que a algunos no les guste.
Asociación de Jugadores de la NBA
Existen rumores de que Bosh recurriría a esta para darle el brazo a torcer al Heat, pero yo no veo cual sería el propósito de ello.
Después de todo, digamos que la asociación obliga al Heat a poner a Bosh en el plantel activo…¿y? No es como que pueden obligar a Spoelstra a ponerlo a jugar dentro de la cancha. Esta parecería ser una amenaza vacía.
Erik Spoelstra (Entrenador del Heat)
A Spoelstra le vendría como anillo al dedo un hipotético regreso de Bosh, ya que él sería una gran variante como referente ofensivo y pilar defensivo en la zona pintada aunque solo sea por entre 12 y 15 minutos. De yapa eso significaría menos minutos para un comodín incierto como Josh McRoberts.
A la misma vez, él ha forjado una firme identidad de su equipo como uno que sale en velocidad en ataque y juega con cierto frenesí organizado desde que su ala pivot estrella quedó marginado.
Quedaría por verse si en Miami estarían dispuestos a adaptarse a Bosh o si es él quien debería adaptarse a una nueva realidad basquetbolística.
Lo único seguro es que el entrenador del Heat tomaría ese dilema con gusto pensando en que un veterano que promedió 19 puntos y siete rebotes por partido esta temporada sería su pieza faltante para desafiar legítimamente a Cleveland como monarcas del Este.
Mientras tanto, su labor más ardua podría llegar a ser evitar que este melodrama distraiga a sus jugadores mientras Bosh los acompaña y anima en el vestuario y en el banco de suplentes con un traje, no una camiseta, puesto.
Adam Silver (Comisionado de la NBA)
Silver no se ha pronunciado sobre el tema hasta ahora, pero tampoco ha tenido necesidad de hacerlo.
La liga parece confiar plenamente en el criterio del Heat, y su comisionado no es alguien impetuoso que necesita estar en el centro de la escena todo el tiempo como uno conocido de la NFL.
Primero escucha, después actúa.
Que nosotros no hayamos escuchado su opinión sobre el tema hasta ahora no significa que nunca lo hagamos. Sin embargo, será él quien elija el momento más adecuado para hacerlo.