EL SEGUNDO — Los Angeles Lakers expulsaron a Nick Young fuera de la práctica el jueves. Él estaba enfermo -probablemente de viajar a través de zonas horarias, según sospecha- y ellos no querían que enfermara ninguno de sus compañeros.
¿Jugaría el viernes ante los San Antonio Spurs? No estaba claro en ese momento, e incluso si jugaba, el entrenador de los Lakers, Luke Walton, dijo: “No sabemos cuánto podíamos sacar de él”.
Pero Walton y el asistente de entrenador, Brian Shaw, le dijeron a Young que si Michael Jordan pudo jugar bien con la gripe -como Jordan hizo fama por anotar 38 puntos mientras estaba enfermo en el Juego 5 de la Final de la NBA en 1997- también podía Young. Era un mensaje de inspiración, pero estaban bromeando, por supuesto. Young lo entendió y entonces inició ante los Spurs.
Los que Young consiguió en sus 28 minutos en la duela fue impresionante en muchos niveles. Él anotó 22 puntos, en 7 de 12 tiros, incluyendo 4 de 7 en la línea de triples, lo que ayudó a mantener a los Lakers dentro de una distancia cercana. Él continuó como uno de los mejores defensas de los Lakers e incluso bloqueó un disparo de gancho de Pau Gasol, junto con cuatro rebotes. Tal vez su único defecto fue que perdió un tiro libre; ahora tiene 28 de 29 en la temporada.
“Me doparon muy bien con algunos medicamentos antes, así que me sentí bien”, dijo Young después en tono de broma. “Me sentí (enfermo) al principio, pero conforme el juego avanzó, empecé a sentirme un poco igual”.
Los Lakers perdieron 116-107 a pesar de recuperarse en el último cuarto para reducir una diferencia de 17 puntos a cuatro, un regreso sorprendente e impresionante porque estaban contra los fuertes Spurs sin su base y líder anotador D’Angelo Russell, quien estuvo fuera por una rodilla izquierda adolorida. Después, Walton elogió a Young, diciendo que tuvo un “gran” juego y "nos dio un buen esfuerzo”.
A Walton se le preguntó si esperaba tales actuaciones de Young, y si él entendía lo sorprendente que está resultando considerando sus dos últimas temporadas.
“No creo que sea una sorpresa, y, sí, espero que juegue de esta manera noche a noche”, dijo Walton. “Él es nuestro escolta”.
Después de esta respuesta de negocios, aparentemente sin lujos, Walton siguió adelante. No es solo Young en el roster de la NBA de la temporada 2016-2017, pero está empezando a jugar un rol clave. Y no solo eso: está jugando tan bien que se ha vuelto casi común, incluso cuando está jugando enfermo. Y Young está haciendo todo eso con los Lakers, un equipo que creía hace unos meses que no lo quería.
Todo es un factor, y es difícil encontrar una sorpresa más grande en cualquier lugar de la NBA. De hecho, Young ha resucitado su carrera, y trató de resumir esa resurrección en octubre, pocos días antes de Halloween, ofreciendo una metáfora macabra. “Yo era como la mano en la tumba”, afirmó Young. “Todavía estoy aquí. Solo voy a seguir luchando, y seguir adelante”.
Públicamente, Young se ríe y bromea todo el tiempo. Su personalidad se describe a menudo como caricaturezca, pero, admite, esta personalidad también protege lo que se encuentra debajo. Y él puso ese escudo la temporada pasada cuando enfrentó constantes críticas del exentrenador de los Lakers, Byron Scott, vio sus minutos y su producción reducirse, se ocupó de un drama fuera de la duela altamente publicitado, luego soportó rumores de que los Lakers querían cortarlo y que su carrera estaba en peligro.
“Es difícil”, admitió Young después de la práctica de los Lakers el sábado. “Tuve que poner una fachada para seguir creyendo y tener fe”.
Si pudieras volver atrás el tiempo hasta el verano pasado y decirle a Young que después de dos años insatisfactorios seguiría con los Lakers y sería un colaborador valioso, un jugador que Walton a menudo a dicho que es su mejor defensor del perímetro. ¿Qué diría?
Él dijo que estaba sorprendido, al igual que la mayoría de las observadores ahora.
“Pensé que de seguro en julio, después del partido de la final, pensé que iban a hacer algunos recortes”, añadió Young.
Y él creía que sería uno de los cortados.
No era una expectativa poco realista, después de todo lo que había ocurrido. En primer lugar, regresando a julio de 2014. Los Lakers firmaron a Young por cuatro años y $21 millones de dólares, la recompensa por promediar sus números más altos en su carrera la temporada pasada con 17.9 puntos. Y después del principio, Scott, con su mentalidad de vieja escuela, y Young, con su enfoque alegre, parecieron chocar.
Las oportunidades y números de Young disminuyeron en la temporada 2014-2015 y cayeron aún más la temporada pasada, cuando los Lakers registraron el peor récord de la franquicia con un 17-65. Luego, en marzo, apareció un video grabado por Russell, que mostraba a Young hablando de mujeres que no eran su prometida, la rapera australiana Iggy Azalea. (Young y Azaela cancelarían su compromiso unos meses después).
El incidente creó una división en el vestuario, y hubo dudas sobre si Young y Russell, la selección número 2 del draft 2015, pudieran coexistir. Para muchos, la única solución era que los Lakers cambiaran a Young.
“Has oído todo”, aseguró Young. “Y no voy a mentir y decir que no he oído todos los rumores sobre eso. Que estaba en el aire. Había tantas cosas pasando. Que no sabía dónde iba a estar”.
Muchos creyeron que la carrera de Young en la NBA podría haber terminado y que sus únicas opciones era jugar en China, aunque ni siquiera eso parecía una garantía. Young reveló que no estaba pensando eso.
“Simplemente no pensé que iba a estar aquí”, admitió Young. “Sabía que probablemente iba a jugar en algún lugar, pero pensé que seguramente me comprarían o cambiarían o simplemente me cortarían pronto, y tendría que probar en alguna parte”.
Como era de esperar, Young se siente tan satisfecho por su vuelta, y los extraños se sorprenden.
“Es genial”, dijo. “Esta es casa. Crecía aquí (en Los Angeles). Estaba un poco decepcionado por cómo terminó todo la temporada pasada, los dos últimos años. Pero el entrenador me dio la última confianza y creyó en mí, me hace querer correr a través de una pared para él”.
Varios Lakers han usado esa frase para describir su compromiso con Walton.
“Él quiere correr a través de una pared para nosotros ahora”, dijo el base Jordan Clarkson, después de una práctica temprano este mes. “Está haciendo un buen trabajo. Queremos conseguir victorias tanto para él como para nosotros”.
Young también da crédito a Walton de su éxito individual, citando el sistema del entrenador y su habilidad para relacionarse con los jugadores, que a menudo se menciona como una de las fortalezas de Walton. “Luke ha estado en situaciones donde conoce a los jugadores. Él jugó contra mí antes, conoce el juego”.
Walton le dio a Young una oportunidad, una pizarra limpia, pero él admite que sabía que esta podría ser su última oportunidad en la NBA, y no la podía desaprovechar.
“Sí, por supuesto”, dijo. “Las situaciones desafortunadas que ocurrieron el año pasado, empeoraron las cosas. Una vez que tuve la oportunidad de superar todo eso, todo se trata de baloncesto”.
Young jugó tan bien en el campo de entrenamiento y durante toda la temporada que Walton estaba convencido que sería titular en la apertura de la temporada. Young ha seguido jugando fuerte todavía, tanto que Walton lo espera todas las noches.
Cada vez más la metáfora de Young acerca de una mano estallando a través de una tumba parece especialmente apropiado. El sábado, Young pensó en esta imagen.
“No puedes mantenerme abajo”, aseguró, con su sonrisa presente extendida de oreja a oreja.