OAKLAND, Calif. - Los Golden State Warriors arrollaron rudamente a los Indiana Pacers por 142-106 cuando Klay Thompson logró un máximo personal de 60 puntos en sus tres cuartos de juego. Era menos un juego que una oportunidad para que los Warriors exploraran su imaginación mientras Thompson probaba el alcance exterior de su conciencia de baloncesto.
De Thompson anotando 60 en menos de 30 minutos, su compañero de equipo Stephen Curry resumió: "Esa es una hazaña que me gustaría poner dinero en que probablemente nunca será alcanzada de nuevo en la historia del baloncesto. Es increíble".
Cada estrella tiene sus rachas calientes, pero Thompson podría ser la estrella más definida por la suya. La grandeza de Curry llegó a ser confiable hasta el punto de la rutina, pero Thompson todavía puede reclamar sus 37 puntos en un solo cuarto. Él todavía tiene los 41 puntos y de 11 triples en un juego 6 que había que ganar. Aunque los momentos fríos de Thompson pueden ser frígidos, sus rachas calientes pueden convocar el surrealismo.
Cuando Klay Thompson está encendido, es como si los tiros vuelan antes de los pensamientos. Aunque podría estar inconsciente, sus compañeros de equipo son muy conscientes de lo que está sucediendo. Es una experiencia diferente a Curry o Kevin Durant en un flujo, sobre todo porque es tan participativo. Curry y Durant llaman sus propios números, pero Klay debe abrirse y ser alimentado. Las pantallas se ponen con celo, mientras sus compañeros de equipo buscan con entusiasmo al número 11. El lunes, la alegría comunal se extendió hasta el banquillo, donde la mitad de 40 puntos de Thompson tenía a Curry bordeando con una alegría loca. Casi accidentalmente, Golden State había anotado 80 puntos en una mitad, la segunda vez que lo hace esta temporada.
Antes de que fuera surrealista, era trabajador.
"Creo que empezó para mí cuando me dieron unas pocas bandejas en el principio", recordó Thompson. "Eso realmente abrió mi juego. Siempre que estoy activo fuera de la pelota, que es cuando estoy en mi mejor".
Thompson comenzó a incendiarse a Monta Ellis para una serie de canastas de dos puntos - un recordatorio de por qué los Warriors optaron por Thompson sobre Ellis como su escolta del futuro. Entonces Thompson encontró las fisuras en la defensa de Indiana que lució en cada momento como si los Pacers sintiera la fatiga del segundo de dos juegos en días consecutivos.
Los puntos venían con facilidad, en transición, más rápido de que los Pacers podían hacer algo al respecto. Por alguna razón, no hicieron mucho para cambiar su enfoque.
En el segundo cuarto, Thompson encontró su gama más profunda, con cuatro triples, y alcanzó 40 puntos mientras que hacía a los jugadores de banco parecer que estaban en una casa de asolescentes.
No había terminado. En el tercer cuarto, trabajó su camino a la línea, sacando puntos, fijando su brillo final. Tal vez para salvar algo de dignidad, y tal vez sólo porque Durant estaba sentado, los Pacers pusieron a Paul George a defender a Thompson - pero con poco provecho.
Thompson llegó a 54 - superando el máximo de carrera de 52 puntos - en una jugada dispersa, algo de un pase mal manejado de Zaza Pachulia. Se convirtió en un triple de ritmo en la esquina después de que Klay reflexivamente lanzó caos en la red. El siguiente triple fue establecido por Curry, después de que el armador robó un pase de un saque y lanzó un pase cruzado con la izquierda para asistir a Thompson en el ángulo. Thompson tenía entonces 57, con la multitud de Oracle Arena gritando su nombre a plena garganta. El triple que significaba '60' fue simplemente el Klay de antaño. Se movió decisivamente fuera de la pelota, colocando a George en una pantalla de JaVale McGee antes de cortar para otro triple de la esquina. Cuando fue al banquillo, Klay había conseguido 31 puntos más que el número de sus minutos en la duela.
Pese a que este juego obviamente fue definido por los 60 puntos de Thompson, su jugada más memorable no incluyó al escolta estrella. En un momento que aludió a la era de LeBron James con el Miami Heat, los Warriors anotaron dos segundos después de una bola entre dosen el tercer parcial. Draymond Green lanzó un pase de 'touchdown' a Curry, quien mientras todavía estaba en el aire, desvió el ofrecimiento a Durant, quien la llevó al aro con su mano izquierda. En un lunes por la noche, los Warriors se mofaban de los Pacers, expresando mucho más creatividad que respeto.
Tras el partido, las opiniones sobre cuán lejos los Warriors hubiesen llevado esto, cuánto más Klay le hubiese hecho a los Pacers. El entrenador Steve Kerr no le dio pensamiento a gastar las energías de Thompson con Golden State arriba por 33 puntos en el periodo final. ¿Hubiese llegado a 70? Durant sugirió que su compañero "hubiese llegado a 80", si solo no hubiese fallado tiros que usualmente anota. Esas hipótesis locas son plausibles cuando tú ves a un hombre desaparecer en el nirvana del básquetbol.
En ciertas nocbes, Klay Thompson puede no ser Stephen Curry y puede no ser Kevin Durant. Pero en cualquier noche, está haciendo una rutina de lo surreal. Thompson expresó, en una manera, que aún con lo fantasmagórico e inusual de su desempeño del lunes, es solo el comienzo.
"Solo llevamos 21 partidos", analizó. "Hay definitivamente otro engranaje".
Si hay otro equipo, no se ha visto aún, probablemente por nadie.