Hay una forma de vencer a Golden State Warriors. Exige defensiva.
Si permites que los Warriors encesten el 50% de sus disparos, casi sin duda ganarán. Si permites que anoten 103 puntos, casi sin duda ganarán.
Es así de sencillo. En palabras de LeBron James, son un gigante. Y ese monstruo requerirá que los Cleveland Cavaliers jueguen con una férrea defensiva en esta Final de la NBA.
Pero la defensa ha sido una interrogante para los Cavs durante toda la campaña.
Es por eso que voy con Golden State para ganar el título de la NBA.
Que quede constancia, elegí a Cleveland al inicio de la campaña, principalmente por dos motivos. El primero, James es el mejor jugador de la actualidad y ahora parece que toda su motivación se concentra en recolectar más anillos. Y en segundo lugar, no estaba convencido de que añadir a Kevin Durant a un equipo con tantas armas implicaría una transición tan fácil como la ha hecho ver Golden State.
Es posible que James nunca haya sido tan bueno como lo es ahora.
Pero con Durant, es posible que los Warriors tampoco lo hayan sido antes.
Ahora, volvamos a esos números. Cuando los Warriors anotan 103 puntos esta campaña tienen marca de 78-6. Cuando consiguen 102 o menos tienen registro de 1-9. Esa estadística se aplican atambién a la Final del año pasado, en la que finalizaron 3-0 en partidos en los que anotaron al menos 103 puntos, y 0-4 cuando no lo hicieron.
Y la última vez que lo Warriors tuvieron efectividad del 50% en una derrota fue en noviembre... del 2014.
Cuando encestan más del 50% suman 106 triunfos en fila, los últimos 43 esta campaña.
El argumento en la cuenta de Twitter de los Cavs al escuchar esos números, posiblemente girará en torno a cómo Cleveland ha limitado a Golden State en cada una de las últimas dos Finales, y eso es cierto. Golden State tuvo efectividad del 44% ante los Cavs en la Final de 2015 y 43% el año pasado. Evidentemente, Cleveland entiende lo que se necesita para anular lo suficiente a los Warriors.
Excepto que aquellos Warriors no son estos Warriors.
Y a pesar de que Cleveland ha arrasado en esta postemporada, con marca de 12-1, ha limitado a sus rivales en menos de 100 puntos en solo tres veces.
Durant es la diferencia. Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green fueron suficiente reto con Harrison Barnes. Ahora Durant ocupa básicamente el lugar de Barnes, y los Warriors han encontrado dimensiones distintas tanto en ofensiva como en defensiva. En la Final de hace un año, Barnes promedió 9.3 puntos y 35% de efectividad. No hay forma en que limiten a Durant a números similares.
Warriors en siete juegos.