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LeBron, Curry y Durant encabezan las claves del Juego 1 de las Finales de la NBA

Es raro, pero la semana se te pasa volando cuando debes esperar una semana para la próxima fecha en el fútbol o la NFL, mientras que los siete días que han transcurrido desde la conclusión de las finales de conferencia hasta el arranque de las Finales de la NBA entre los Golden State Warriors y los Cleveland Cavaliers este jueves han parecido eternos.

Me puse al día con las noticias (el deporte nunca ha sido mejor distracción), vi una temporada entera de una serie en Netflix y hasta me enganché con Zambia-Alemania en el Mundial Sub-20, pero nada se compara a los triples electrizantes de Stephen Curry o las volcadas estruendosas de LeBron James.

No necesito decirte que ésta será la tercera cita consecutiva entre los Warriors, bicampeones de la Conferencia Oeste, y los Cavaliers, monarcas defensores de la NBA. O que ellos dos solo han perdido una vez hasta ahora en la postemporada. Tampoco es vital considerar que Golden State prevaleció en seis juegos en el 2015 antes de sufrir la remontada épica de Cleveland el año pasado tras ir ganando aquella serie por 3-1.

El pasado está pisado y todo lo que importa es el momento en que vivimos, el posteo más reciente o la jugada más viral. Es por eso que a partir de hoy y hasta la última canasta de las Finales contarán con cinco claves previas a cada partido de una serie que promete ser la más intensa de una trilogía épica.

Comenzamos hoy con el Juego 1, mejor conocido como el capítulo inicial de una batalla tanto basquetbolística como psicológica durante la cual solo uno de los dos equipos saldrá victorioso.

1. La batalla de los MVPs

LeBron, Curry y Kevin Durant han sido los únicos tres Jugadores Más Valiosos de la NBA entre el 2011 y el 2016. Ellos nunca habían estado juntos en una misma cancha para los playoffs…hasta ahora.

Es muy probable que uno de ellos también termine siendo el galardonado como MVP de la actual edición de las Finales, así que no te sorprendas si uno de ellos busca afirmar su candidatura desde el salto inicial.

Durant regresa a la carpa grande de la NBA por primera vez desde el 2012, cuando cayó en cinco juegos con el Oklahoma City Thunder contra el Miami Heat de LeBron y los triples de Mike Miller. Él es el favorito tanto de los expertos como de la afición para llevarse la distinción, y si nos guiamos por el incremento de su promedio de puntos por partido en cada ronda (21 en la primera, 24.5 en la segunda y 28 en las Finales del Oeste), el alero sin anillo se perfila para tener las dos semanas de su vida.

Si yo fuera ustedes no menospreciaría a Curry, el dos veces MVP de la liga en el 2015 y ’16 que promedió 31.5 puntos en la serie contra los Spurs y fue el máximo responsable de la remontada histórica en el Juego 1 de aquel choque con 40 unidades.

Además, su currículum en los playoffs habla por sí solo.

En cuanto a LeBron, nadie que haya superado la primera ronda de la postemporada este año sobrepasa sus 32.5 puntos por encuentro en estos playoffs. Los Warriors tampoco se olvidan de que él promedió 29.7 puntos contra ellos el año pasado, o que en sus tres noches consagratorias anotó 41,41 y 27 superando el 53 por ciento de efectividad en las primeras dos ocasiones.

Lo van a marcar Durant, Curry, Draymond Green y si es necesario el mismo Mike Brown, pero él no está por cambiar su estilo y seguirá enfilando hacia el aro como solamente él sabe hacerlo.

2. El ascenso de Kyrie Irving

Cuando LeBron llegó a Cleveland, él no confiaba en Irving como fiel ladero de su trono. Es más, lo increpó de arriba abajo tras un juego de la temporada regular contra el Utah Jazz en el 2015 durante el cual él, el armador encargado de crear y distribuir, tuvo cero asistencias.

Desde aquel entonces Irving ha madurado muchísimo y pasó de ser un príncipe consentido a todo un campeón capaz de jugar mejor que Curry durante toda una serie y meter el triple del campeonato en cancha ajena.

No se sorprendan si Irving toma las llaves del auto en algún momento del Juego 1 cuando LeBron esté descansando o simplemente impreciso para así conducir a la ofensiva de los Cavs (la más eficaz de la postemporada) a la victoria tal y como lo hizo en el Juego 4 contra los Boston Celtics en Cleveland.

Los Cavs perdían por dobles dígitos y James tenía cuatro faltas en el segundo cuarto, pero fue Irving el que mantuvo a su equipo a flote para luego elevarlo con 42 puntos. Dos días después, sus 24 puntos y siete asistencias fueron clave para sellar el pasaje a las Finales de la NBA.

3. ¿Podrá Draymond Green mantener la calma?

Draymond es la navaja suiza de los Warriors, ya que su polifuncionalidad no solo le permite marcar al mejor jugador contrario mientras promedia 13.9 puntos, 8.7 asistencias y 7.2 rebotes con un triple-doble incluido en estos playoffs, sino que también ello enmascara los errores de sus compañeros para que su equipo luzca invencible.

Le guste o no, cuando la gente piensa en él primero evoca su patada a la zona más sensible de LeBron que le costó ser suspendido para el quinto juego de las Finales pasadas y la falta flagrante en aquella colisión brutal la última vez que se vieron las caras en enero.

Depende de él que los ánimos no vuelvan a caldearse entre él y el número 23 en una instancia clave. Mientras tanto, los referís tendrán la lupa puesta en cada paso que dé.

4. Kevin Love es un Factor X

Love debutó en las Finales de la NBA la temporada pasada tras perderse las anteriores por lesión y dejó que desear promediando 7.3 puntos y 5.9 rebotes, incluyendo 18 puntos combinados entre los Juegos 5 y 7 tras anotar 17 en el primero.

El Kevin de estas Finales llega distinto y renovado, dispuesto a dejar su marca tras promediar 22.6 puntos y 12.4 rebotes con cinco doble-dobles y un 53 por ciento de efectividad en triples contra los Celtics en las Finales del Este.

Sin embargo, Draymond Green no es Kelly Olynyk y Kevin Durant no es Jae Crowder. Su desafío pasa de ser importante a convertirse en monumental.

5. La incógnita de Klay Thompson

Es duro ser el cuarto en discordia de un equipo cuando posees un talento inmenso como francotirador y pródigo ofensivo, pero esa es la realidad de un Klay Thompson que ha visto descender a su promedio de puntos por partido de 24.3 la postemporada pasada a 14.4 en esta. Además, su porcentaje de efectividad en tiros de campo y en triples ha bajado del 44.4 al 38.3 y del 42.4 al 36.8 respectivamente.

Eso sí, sería sabio recordar que el Klay Thompson que supo salvar a los Warriors la temporada pasada con 11 triples en el sexto juego contra el Oklahoma City Thunder sigue ahí.

Solo hace falta encontrarlo. El Juego 1 de las Finales de la NBA es la ocasión más propicia para lograrlo.