Por rescatar su carrera de las profundidades de la lotería del Draft y dirigir su carrera hacia la búsqueda de un campeonato, Kyrie Irving siempre le estará agradecido a LeBron James.
Juntos hicieron historia en Cleveland. Los títulos duran para siempre, pero la historia demuestra que las sociedades son sólo acuerdos temporales.
James le ha enseñado a todos, incluido Irving, que los mejores jugadores del planeta pueden influenciar, dar forma e incluso controlar su futuro y su destino. James es responsable del empoderamiento de la estrella moderna del basquetbol, lo cual es evidencia de una importante lección que resuena con Irving: dicta los términos antes de que te sean impuestos a ti.
Irving ha visto la forma en que James ha impuesto condiciones a los Cavaliers para dar comisiones en los contratos de los clientes de su agencia, ha visto la forma en que la firma de contratos a corto plazo de James ha doblegado la voluntad de una organización. James inspira un perpetuo estado de inquietud e incertidumbre y todos, dueños y directivos, coaches y jugadores, se pelean por satisfacerlo.
Esta estrategia ha sido rentable de maneras importantes, incluido el ganar al más alto nivel.
En muchas formas, James ha creado el patrón a seguir en la agencia libre moderna, crear el acuerdo y tomar las ganancias. Desde Cleveland a Miami y de regreso, James le ha enseñado a una generación de la NBA a compartir el balón, la riqueza y, quizá lo más importante, le ha enseñado a los dueños a compartir en una industria multimillonaria.
Esta es la razón por la que la declaración de independencia de Irving no es una traición a LeBron James sino una forma de honrarlo.
James no está comprometido con el futuro de los Cavaliers y ahora, tampoco Irving. James ha educado a sus compañeros: nunca pierdas tu ventaja. Y ahora, Irving hace uso de la suya camino a la puerta de salida.
Al oficializar su deseo de ser cambiado, indicaron fuentes de la liga, Irving informó a Dan Gilbert, dueño de los Cleveland Cavaliers, que se ha hecho muy inseguro sobre un futuro que incluye un roster construido para complementar a LeBron James, un roster que podría no tener a James al llegar la agencia libre de 2018.
Con James negándose a comprometerse con Cleveland más allá de la siguiente temporada y con el creciente rumor de que James está intrigado por tomar la opción de ir a Los Angeles Lakers, Irving ha comenzado a ser proactivo para controlar su propia carrera.
Los Cavaliers están construidos para jugar un estilo lento y de mitad de cancha alrededor de James, con una plantilla preparada para la transición a un ritmo mayor con Irving como pieza central. Los Cavs le están pagando a Tristan Thompson y J.R. Smith, clientes de la agencia Klutch Sports de James, por contratos significativos y esos acuerdos no dejarán fácilmente los libros contables del equipo.
Los Cavaliers tienen un singular activo canjeable: Kyrie Irving, quien está al tanto de ello, porque ha sido incluido en negociaciones alrededor del Draft de la NBA, indicaron fuentes de la liga a ESPN.
Mucho antes de que Irving expresara su deseo de ser cambiado, Cleveland había considerado esa posibilidad, también y quizá lo hizo con la bendición de James.
Irving tiene poca voz, si es que tiene, en el presente de la franquicia, mucho menos en su futuro. Tiene ideas y las ha entendido: hay una sola voz. Es la de LeBron James.
En muchas formas, Irving lo entiende. James el más grande basquetbolista de su época, quizá de la historia, pero todos perciben que el fin en Cleveland está cerca. Y nadie quiere quedarse a sortear ese capítulo.
Dwyane Wade, amigo cercano, no supo sino hasta las horas finales que James se iba de Miami, así que, ¿cuáles es la posibilidad de que Irving conozca los planes de James antes de julio de 2018?
¿Por qué no esperar hasta el próximo año para solicitar un cambio? ¿Por qué no esperar hasta que James se vaya, o quizá hasta que decida quedarse? Porque, ahora, Irving tiene dos temporadas por cumplir antes de poder anular su contrato y es más difícil ser negociado con una temporada por cumplir en el contrato.
Paul George descubrió esa realidad. Los equipos necesitan saber que pueden recontratarte o creer que pueden vender un futuro o de lo contrario, el mercado se encoge. Más de una docena de equipos están en búsqueda de firmar a Irving, y esas negociaciones serán más intensas los próximos días o semanas.
Irving no cuenta con una cláusula para anular un cambio, pero los potenciales socios para el canje sí necesitan saber su interés a largo plazo si un equipo planea ceder varios activos para adquirirlo. Irving tiene su lista de equipos preferidos y ésta incluye coaches de élite: Gregg Popovich, Erik Spoelstra y Tom Thibodeau. También incluye su hogar: los New York Nicks y el Madison Square Garden.
Sin embargo, Irving esta dispuesto a grandes ideas y grandes visiones alrededor de la liga. No está detrás de un mercado sino más bien de un ambiente.
La temporada del título de los Cavaliers liberó a James para poder irse en la agencia libre, si así lo decide. Puede declarar que su trabajo en Cleveland está hecho y perseguir la oportunidad de poner fin a su carrera con un último acto en Hollywood. Las cosas cambian, sin embargo. ¿Quién sabe cómo se desarrollaría eso? Al menos está claro que alguien no lo sabe, Kyrie Irving, y eso deja su futuro en el aire.
Irving había querido discutir los escenarios de canje con los dueños y la gerencia de los Cavs al final de las Finales de la NBA, indicaron fuentes, pero esa reunión fue difícil de concretar desde que el gerente general David Griffin estaba de salida y Koby Altman fue considerado fuerte candidato a ese puesto hace apenas siete o 10 días.
Por ahora, Irving sabe lo que vendrá en la arena de lo público y no será agradable. Quizá James esté molesto con él, pero más que nadie, LeBron debería entenderlo.
Irving no espera que su mañana sea decidido por él: él mismo está tomando el control de su destino.
El poder pertenece ahora a los jugadores y ese es un legado perdurable de LeBron James.